Ya en 2020, hubo dos lanzamientos que tomaban la figura del fundamental escritor nacional Carlos Droguett: la reedición de su clásica novela Patas de perro, por Ediciones UDP; y el libro Artículos y columnas, de Editorial Garlopa, que reunía fundamentalmente los escritos periodísticos de Droguett en el diario La Nación en 1961, más otros dos artículos extraídos desde El Siglo y revista Chile Hoy.

Pero la obra del autor de Eloy, ícono de la Generación de 38, arraigado en temáticas sociales y con un uso magistral del indirecto libre, está teniendo un resurgimiento importante a nivel editorial durante este 2022. Cuatro libros rescatan su obra. El primero ya está en circulación, se llama Mi ignorancia no tiene disculpas: crónicas de patria, pobreza y guerra mundial, de La Pollera Ediciones. El volumen reúne los textos publicados en los diarios La Hora, Extra y La Nación.

A cargo de esta edición estuvo Claudia Darrigrandi, académica de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez, quien recuerda que la compilación fue compleja. “El acceso a los archivos de la Biblioteca Nacional eran limitados, con aforos reducidos debido a la pandemia. Por lo tanto, no teníamos todo el tiempo del mundo para buscar. De este modo, no tuvimos tiempo de buscar sus colaboraciones en Las Últimas Noticias, a inicios de los años cuarenta”, cuenta a Culto.

En sus crónicas, Droguett comentaba los sucesos de su tiempo, de fines de la década de 1930 y la del 40. Los años del Frente Popular, los gobiernos radicales y la segunda guerra mundial. “Sus crónicas son muy reflexivas, cercanas, en muchas ocasiones al ensayo –explica Darrigrandi–. En ese sentido es importante destacar ese espíritu crítico que no se limita a ‘croniquear’ un suceso, sino que a partir de un evento o acontecimiento, estalla toda una reflexión”.

También revisita la vida de personalidades históricas y literarias. “Me sorprendió la voluntad de potenciar ciertas tradiciones o íconos pertenecientes a la historia de Chile (figuras asociadas a la idea de nación o patria), pero más la voluntad de crear nuevos mitos o héroes, como ocurre con el caso de Pedro Aguirre Cerda”, señala Darrigrandi. Además, hay un tópico consistente. “No deja de llamarme la atención la presencia de la idea del sacrificio, si bien no lo tematiza de forma explícita como sí lo hace con el sufrimiento y el dolor, la noción de sacrificio es subyacente”, agrega la editora.

¿De qué manera el Droguett novelista resuena en las crónicas? Darrigrandi explica: “No es posible separar del todo sus crónicas de sus novelas. El trabajo estético y poético está presente en ambos registros. Temáticamente también convergen la valorización de lo popular, lo marginal, la exaltación de la cultura de la pobreza, lo histórico. Como sabemos su primer libro es una larga crónica: Los asesinados del Seguro Obrero (1940)”.

Pero también hay novedades con el Droguett narrador. En las próximas semanas estará en librerías Cuentos completos, por la ariqueña Editorial Aparte, que en una caja que incluye dos tomos compila los relatos del escritor. La edición fue realizada por el editor y escritor Roberto Contreras. “Corresponden fundamentalmente a los dos libros de cuentos que Carlos Droguett publicó en vida –explica Contreras–. Los mejores cuentos de Carlos Droguett, seleccionados y prologados por Alfonso Calderón, publicados por Zig-Zag en 1967, y El cementerio de los elefantes, publicado en 1971 por Fabril Editora en Argentina”.

Además, este volumen incluye otros textos interesantes de la carrera de Droguett, como su primer relato publicado en la prensa, La pared (1933), y los textos que de alguna forma dieron origen posterior a sus novelas. En estos cuentos se puede leer la semilla original de ellos, así lo explica Contreras.

Los asesinados del Seguro Obrero, es el núcleo de la novela Sesenta muertos en la escalera (1953); luego su cuento El medio pollo, que aparece como capítulo intercalado en Patas de perro (1965). Su cuento Isabel, también aparece en Sesenta muertos en la escalera. La sección final de Todas esas muertes, integra La noche del jueves. Es un tomo que ofrece, sin duda, la posibilidad de comparar esa vinculación entre cuentos y novelas”.

Para Contreras, tanto cuentos como novelas se intersectan en un particular universo drogettiano. “Son indisociables, se complementan. Son una onda expansiva. Al leer sus cuentos nos damos cuenta cómo se esbozaron sus novelas: la melancolía, la soledad, el crimen, los sujetos noctámbulos y citadinos, que recorren el centro cívico, los barrios o sectores marginales, como Mapocho, Matadero Franklin y recogen esas visiones como parte de su ruido interior”.

Y eso no es todo. Dentro de los próximos dos meses, saldrá a circulación un libro editado por Editorial Etnika, y que recopila material inédito del Premio Nacional de Literatura 1970. “Son cuentos inéditos, excepto uno, que ya había sido publicado. Los empezó a escribir más o menos en 1979, él escribía regularmente todos los días. Son cuentos que hablan mucho de su infancia”, explica a Culto Marcelo Droguett, hijo menor del escritor.

“De hecho, hay cuento que llama La tortuga es una flecha, que había sido publicado en el ámbito universitario; además de otras cosas donde habla de forma sarcástica de políticos que apoyaron al golpe. El prólogo está hecho por Fernando Moreno. Ya está en pre-impresión”, añade.

Como si fuera poco, durante el transcurso del año se espera la publicación de un volumen que recopila la correspondencia de Carlos Droguett, sin fecha de salida aún.

Pero las novedades del revival drogettiano no terminan ahí. La familia del escritor acaba de firmar contrato con la productora A simple vista, para llevar a la pantalla grande la novela Patas de perro. La película será dirigida por el cineasta Matías Rojas (Un lugar llamado dignidad). El filme está aún en etapa inicial y no tiene una fecha estimada de llegada a las salas. “Se acaba de firmar, ahora se tiene que buscar el presupuesto, ellos piensan hacerlo lo más rápido posible, pero al mismo tiempo no apresurarse para hacer algo de calidad”, explica Droguett hijo. Además, se confirma que en el rol estelar estará el actor Alfredo Castro, quien en el 2000 llevó la novela al teatro.

Asimismo, el escritor ha llegado a las redes sociales a través de la cuenta de Instagram carlosdroguett_oficial, que maneja la familia. A través de ella se ha podido conocer, por ejemplo, una carta que el cantante Leonardo Favio le mandó con el fin de pedir permiso para filmar una película con Eloy (aunque finalmente el filme lo hizo el boliviano Humberto Ríos); también acusan que Ricardo Piglia, en Plata quemada, plagió el comienzo de Eloy, aunque la familia desestima acudir a alguna instancia judicial. “Mi padre habría dicho: ‘es normal que me copien, soy el mejor’; por supuesto que no lo supo...”, asegura Marcelo Droguett.

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