Adiós a Mark Lanegan, uno de los últimos íconos de la generación maldita de Seattle
Fundador de los legendarios Screaming Trees, colaborador de innumerables grupos y solistas -de Queens of the Stone Age a Alain Johannes- y pieza clave del nacimiento del grunge en Washington, el cantante de vida tumultuosa y voz grave sobrevivió a la muerte de Kurt Cobain y Layne Staley -sus amigos íntimos- para desarrollar una incansable carrera solista que lo trajo a Chile en diversas ocasiones. Tenía 57 años.
Hasta que la muerte encontró a Mark Lanegan. Esta tarde, diversos medios del Hemisferio Norte dan cuenta del fallecimiento del cantante y compositor de 57 años, figura de culto y pieza esencial de rock alternativo estadounidense de las últimas cuatro décadas. Hasta hoy, además, uno de los principales sobrevivientes de una de las generaciones artísticas más relevantes y trágicas del rock.
“Nuestro querido amigo Mark Lanegan falleció esta mañana en su casa en Killarney, Irlanda”, se lee en un comunicado en su cuenta de Twitter. “Un querido cantante, compositor, autor y músico, tenía 57 años y le sobrevive su esposa Shelley. No hay más información disponible en este momento. La familia pide a todos que respeten su privacidad en este momento”.
Si bien hasta ahora no se conocen más detalles en torno a la causa de su muerte, el año pasado se reportó que el artista sufría una enfermedad renal y que se contagió de Covid-19, virus que en algún momento calificó de farsa, para luego arrepentirse y entregarse a las vacunas.
Fundador de los legendarios Screaming Trees, colaborador de innumerables grupos y solistas en los últimos años -con especial importancia en la discografía de Queens of the Stone Age y Alain Johannes- además de pieza clave del nacimiento del grunge en Washington, el cantante de vida tumultuosa y voz grave había sobrevivido a la muerte de Kurt Cobain y Layne Staley, de Alice in Chains, sus dos grandes amigos del circuito. Incluso, se dice que Lanegan había sido invitado a su casa por el líder de Nirvana sólo horas antes de quitarse la vida.
“Dos de mis mejores amigos eran Kurt Cobain y Layne Staley, y ambos murieron muy jóvenes. Pero la vida es eso, la gente muere. Mientras más gente quieres, más gente vas a perder”, sentenciaba el cantautor en entrevista con Culto en 2018, días después de publicar With animals, su segundo LP junto al británico Duke Garwood y sucesor de Gargoyle (2017), producido por el chileno-estadounidense Alain Johannes.
Con esa producción visitó Santiago por última vez, con un recital en formato trío en septiembre de 2018 en el Club Subterráneo. Acostumbrado a los recintos de capacidad media y con una fanaticada selecta y de entendidos, Lanegan se paseó desde 2009 por Chile en locales como el Cine Arte Normandie, el teatro Oriente -junto a The Gutter Twins, su colaboración con Greg Dulli- y el teatro Cariola.
Sobre su relación con Johannes, dijo a Culto: “Es el socio musical más importante que he tenido. No fue hasta que lo conocí que comencé a hacer discos que realmente me gustaron. Con Alain conocí a mi alma gemela musical y estoy muy agradecido de que eso haya ocurrido, porque los últimos 15 años que he estado trabajando con él han sido de pura alegría. Para mí, es uno de los músicos más subvalorados que conozco”.
Por esos días, Lanegan trabajaba en su libro de memorias, las que finalmente editó en 2020 con el título de Sing Backwards and Weep. Allí el músico detalla su batalla contra el abuso de sustancias, que comenzó cuando tenía 12 años. No mejoró demasiado con los años.
Durante una gira de Screaming Trees en 1992, el brazo de Lanegan se infectó tan gravemente por el uso de heroína que los médicos consideraron la amputación. Después de dejar la banda quedó sin hogar por un tiempo y entró a rehabilitación en 1997 y luego en 2006. Alguna vez declaró que Courtney Love le salvó la vida: la líder de Hole y viuda de Cobain costeó uno de sus tratamientos. En 2020, el artista declaraba llevar una década limpio y sobrio.
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