En palabras de Anne Sweeney, expresidenta de Disney–ABC Television Group, los canales lineales en 2014 seguían “siendo un gran negocio para nuestra empresa”. Sin embargo, en medio del disparado auge tecnológico, también se aseguraba de subrayar que “temprano nos dimos cuenta de que no pueden ser el único negocio en el que deberíamos estar con nuestro contenido”.

Aunque entonces también mantenía acuerdos con iTunes y Netflix, a partir de esa época la firma del ratón Mickey aceleró a fondo para construir su propio servicio digital, el que albergaría en exclusiva las producciones que originalmente creaba para el cine y el TV cable. Así, a fines de 2019, dio origen en Estados Unidos a Disney+, el hogar del catálogo histórico de la firma y de nuevos títulos que sólo se pueden ver en la plataforma, desde The Mandalorian hasta series de Marvel.

El punto que desde ese momento se mantuvo en la nebulosa es cómo esa arremetida afectaría a los canales con los que tiene presencia en la TV de pago. ¿Se mantendrían intactos? ¿Perderían fuerza, a favor de estimular el incremento en el número de suscriptores del streaming? ¿Tarde o temprano terminarían desapareciendo del mapa?

Star Life tiene en su programación a Law & Order: Criminal Intent.

Algunas interrogantes se van despejando. Parte de un movimiento que ya se ha concretado de manera similar en otras latitudes, este 31 de marzo el gigante del entretenimiento dará de baja a cinco de sus señales en Latinoamérica: Disney XD, Nat Geo Wild, Nat Geo Kids, Star Life y FX Movies. Estos desaparecerán de la parilla de todos los cableoperadores de la región y quedará en manos de cada compañía resolver cómo los sustituye en el corto plazo.

El anuncio ha empezado a ser divulgado a los clientes por parte de las empresas del rubro durante las últimas semanas, reforzando que la acción es “por decisión del proveedor The Walt Disney Company”.

Disney, a su vez, no ha escondido los motivos que lo impulsaron a dar ese paso. “Adaptarnos al nuevo contexto derivado de la convergencia de los negocios que opera la compañía, y a fin de ser más ágiles para responder al panorama cambiante y posicionarnos mejor para el futuro”, señalaba la declaración compartida al medio TAVI Latam.

En rigor, la firma apunta a seguir abultando los 129,8 millones de clientes que tiene Disney+ en el mundo –según detalló a comienzos de este mes– y acercarse con celeridad a los entre 230 y 260 millones que estima para septiembre de 2024. Además, debe empujar su plataforma lanzada en agosto, Star+, sólo disponible como servicio aparte en Latinoamérica y homologable a lo que es Hulu en Estados Unidos pero reforzada con deportes. La mayor competencia en ambos casos es Netflix, que ostenta 222 millones en el orbe, de acuerdo con su último informe.

La serie chilena Mundoperro va por Nat Geo Kids.

En medio del vertiginoso panorama del streaming (que sumó a Paramount+ en marzo pasado y a HBO Max en junio), el movimiento que concretará el próximo mes es conocido para Disney. De hecho, al pasar casi un año y medio desde la aparición de Disney+ en Latinoamérica, desde su terreno podrían argumentar que esperaron más tiempo que en otros países para cerrar sus canales: en Inglaterra la compañía tardó seis meses desde el debut de la plataforma, mientras que en territorios del sudeste asiático, entre tres y 13 meses.

También podrían plantear que no se van por completo de la TV de pago. Al mirar el plan básico de las empresas chilenas, aún quedarán con vida seis de sus 11 señales infantiles, culturales y de películas: Disney Channel, Disney Junior, National Geographic, Star Channel, FX y Cinecanal. También se mantiene intocable ESPN y sus diferentes estaciones derivadas, que actualmente comparten parte de su parrilla con Star+.

Respecto a qué ocurre con los títulos que conforman la programación de los canales eliminados, el panorama es mixto. La serie animada Phineas y Ferb, emblema de Disney XD, tiene sus temporadas en Disney+. En cambio, la serie chilena Mundoperro, de la productora Zumbástico Studios, sólo se puede encontrar en Nat Geo Kids. Lo mismo ocurre con Law & order: Criminal intent (2001-2011), que se ve en Star Life pero no tiene un espacio en el streaming.

La última jugada del conglomerado arroja más preguntas que respuestas y sobre todo alimenta un escenario inestable para la industria que antes hegemonizó el entretenimiento en casa. Para contrarrestar ese efecto, algunos cableoperadores han sellado alianzas con Netflix, Amazon Prime Video o la misma Disney+ (permitiendo el pago en sus mismas cuentas), pero por el momento eso parece insuficiente para frenar la lenta fuga de quienes iluminaron el TV cable durante décadas.