El 12 de junio de 1964, el ex mandatario y primer presidente negro de Sudáfrica, Nelson Mandela, fue condenado a cadena perpetua. Esto, a raíz de su rol protagónico en la creación de Umkhonto we Sizwe, traducido al español como “La Lanza de la Nación”, una organización fundada para la lucha contra el apartheid en el país africano.
Ese día, el Partido Nacional acusó a Mandela de “alta traición y sabotaje al gobierno” junto a otros funcionarios del Congreso Nacional Africano (CNA), que fueron condenados a altas penas de prisión, e incluso varios de ellos se vieron obligados a partir al exilio.
Por su parte, el ex mandatario fue encarcelado en Robben Island con una condena de cadena perpetua, de la que sería indultado en 1990, tras 27 años en la cárcel. Aunque también pasó temporadas recluido en Pollsmoor y en la prisión de Victor Verster, la mayor parte de su encarcelamiento fue en la isla, donde estuvo 18 años.
En dicho lugar, Mandela fue ubicado en una celda de cinco metros cuadrados, manteniéndose aislado de los prisioneros no políticos. Allí, fue obligado realizar trabajos forzosos, como pasar días enteros picando piedra sin ningún elemento que lo protegiera del sol, además de recibir violencia física y verbal por parte de los carceleros.
My Robben Island, la serie de pinturas realizadas por el activista tras ser liberado de su condena, están inspiradas en su paso por aquella prisión. Se trata de una colección compuesta por cinco acuarelas, acompañadas de un texto titulado The Motivation y escrito de puño y letra por Mandela.
En el escrito, el ex presidente sentencia que: “Es cierto que Robben Island fue una vez un lugar de oscuridad, pero de esa oscuridad ha surgido un brillo maravilloso, una luz tan poderosa que no podría ocultarse detrás de los muros de la prisión, reprimirse tras las rejas de la prisión o cercarse por el mar circundante. (…) Los sueños más fantásticos se pueden lograr si estamos preparados para enfrentar los desafíos de la vida”.
Asimismo, la describe como “un lugar donde la valentía perduró ante las interminables dificultades, un lugar donde la gente siguió creyendo cuando parecía que sus sueños no tenían esperanza y un lugar donde la sabiduría y la determinación vencieron al miedo y la fragilidad humana”.
Las cinco acuarelas retratan distintos lugares de la prisión: la celda, la ventana, el faro, la iglesia y el puerto. La subasta iniciará el 9 de marzo a cargo de Makaziwe Mandela, la hija mayor del fallecido ex presidente, a través de Nifty Gateway, empresa comercializadora de arte digital, y Bonhams, compañía británica de subastas.
Cabe destacar que la venta tendrá una particularidad: la comercialización de las pinturas será en formato NFT (token no fungible en español), también conocido como el “critpoarte”, que funciona como una especie de certificado de propiedad exclusivo sobre cualquier archivo contenido en formato digital.
Al respecto, la primogénita del emblemático activista contra el apartheid señaló estar “muy complacida de asociarme con Bonhams y Nifty Gateway para ofrecer estos NFT exclusivos del trabajo de mi padre. Los NFT son una forma emocionante de democratizar el arte, y estoy encantado de compartir el legado de mi padre en nuevas formas”.