“Tremendo corto. Bestial”, escribió un rotundo Guillermo del Toro la noche de este martes en Twitter, brindando un respaldo público al cortometraje chileno nominado a los Oscar. 24 horas antes el autor de El laberinto del fauno y La forma del agua tuvo un cálido intercambio con Hugo Covarrubias y Tevo Díaz, la dupla detrás del filme de 15 minutos inspirado en la torturadora Íngrid Olderöck. Así lo retrataron las fotografías tomadas por el equipo de relaciones públicas de la película –publicadas en Twitter– y lo relata el propio director del filme en diálogo con este medio.
“Dijo que era uno de los mejores cortos que había visto últimamente, que era muy potente, que tenía una carga política muy importante sobre todo en estos tiempos, que le había encantado la técnica y la materialidad”, explica Covarrubias sobre el encuentro con el director mexicano, en el marco del almuerzo que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas organiza anualmente con todos los candidatos y donde llegaron portando la muñeca que protagoniza la cinta. “Le encantó, nos preguntó cómo la habíamos hecho, si es que había sido muy caro construirla”, detalla.
En la misma instancia esa figura llegó a las manos de Steven Spielberg. El legendario cineasta fue abordado por Covarrubias y Díaz, quienes le contaron de su corto. “Lo vio (el muñeco) y dijo: ‘¿qué es lo que esto? Oh, maravilloso’. Y se lo puso debajo de la cara”. En el caso del director de E.T. –así como con Javier Bardem, Penélope Cruz y Will Smith, con quienes también hablaron brevemente–, la intención es la misma: “Decir de qué se trata para que lo vean. La sinopsis es muy concreta, ya deja enganchada a la gente”.
“El corto ya está dando que hablar en el mundo y ya ha ganado hartos premios, por lo que no estamos vendiendo humo. Hay que hacer que los votantes lo vean, lo valoren y lo entiendan. Todas estas instancias sirven para que las personas te conozcan, tú puedas de qué se trata y se interesen en el corto. No estamos haciendo nada más complejo que eso”, sostiene el realizador nacional sobre una carrera en la que su principal rival es Robin Robin, el filme de media hora del estudio británico Aardman que cuenta con la vitrina global otorgada por Netflix.
Aunque el almuerzo de este martes es lo más rimbombante de su agenda antes de la ceremonia del domingo 27 de marzo, en el teatro Dolby, el calendario de estas tres semanas tiene varios hitos. Sin ir más lejos, el sábado pasado, el día en que aterrizaron en California, fueron protagonistas de una exhibición en un cine de Los Angeles en que se mostraron los cinco cortometrajes en competencia y participaron en una conversación con los realizadores de The windshield wiper y Robin Robin.
“Lo interesante fue que todas las preguntas que hizo el público estuvieron destinadas a Bestia, y cuando terminó el conversatorio se nos acercaron algunas personas a preguntarnos acerca del corto”, cuenta Covarrubias. “Rápidamente hacen un link político y quienes se nos acercaron nos hablaron del estallido social y de Boric”, especifica.
Otra instancia similar ocurrirá hoy en un complejo de la cadena Landmark, en una cita organizada por el portal especializado The Wrap. Con ese tipo de eventos no necesariamente están llegando a los votantes de la Academia, pero es parte de las actividades de rigor que ayudan a empujar a que el corto se mantenga en la conversación en la ciudad en la que se conocerá quién levanta la estatuilla el domingo 27.
También con miras a potenciar al filme antes de que inicie el periodo de votación que resolverá a los ganadores de las 23 categorías –entre el jueves 17 y el martes 22–, Covarrubias y Díaz asistirán a una exhibición especial de CODA, cinta nominada a tres premios de esta edición, incluido Mejor película, que viene de obtener el reconocimiento a Mejor elenco en los Premios del Sindicato de Actores.
En ese tipo de encuentros forjarán vínculos nuevos y aprovecharán conexiones ya establecidas. De ese modo ocurrió con Guillermo del Toro, quien conocía el corto gracias a los animadores mexicanos Karla Castañeda y Luis Téllez, cercanos a Covarrubias. “En cuanto a producciones latinas, somos los únicos (de esta edición), por lo que hay que colaborarse entre latinos. Lo que hicieron Karla con Luis fue muy importante”, apunta el director.
El resto de la ruta se está definiendo junto a Joshua Jason Public Relations, la firma estadounidense que hace seis años tomó las riendas de la exitosa campaña de Historia de un oso a los Oscar. Sin embargo, dentro de esa planificación no necesariamente el fin es cazar preferencias: los autores de Bestia también consideran actividades en universidades, visitas a estudios de animación y, un día después del cierre de las votaciones, una comida con los nominados a Mejor largometraje y Mejor cortometraje en el ámbito de la animación.
“En una terna de cinco cortos todos tienen opciones. Pero creo que Bestia tiene posibilidades de ganar. Es el más crudo, el más político, el más para adultos”, describe. “Robin Robin es el más conocido y podría ser el favorito, pero no siempre el favorito gana”. También desdramatiza si al final de esta larga carrera no terminan con el premio más codiciado del mundo del cine. “Si no ganamos, estamos muy conscientes de que dio mucho que hablar y tuvo una buena aceptación, y va a ser recordado por un buen rato”.