Con más de 30 años de trayectoria, 11 álbumes de estudio, alcance internacional y el reconocimiento transversal de ser la banda de rock más trascendente de Colombia, la historia de Aterciopelados acumula todos los méritos para ser protagonista su propio capítulo de Bios, la serie de National Geographic que reconstruye la vida de figuras relevantes de la cultura popular latinoamericana.
Antes, se produjeron exitosas biografías de grupos y músicos como Charly García, Soda Stereo, Luis Alberto Spinetta y Café Tacvba. Ahora, llegó el turno de Andrea Echeverri y Héctor Buitrago, los líderes de la banda colombiana que marcó un antes y un después definitivo en el rock del país caribeño.
Pese a las ganas, la gestión del episodio (ya disponible en la plataforma de streaming Star +) no estuvo exenta de problemas. “Digamos que el proceso de la producción y de empezar a hacerlo tuvo algo de complicado, porque fue en medio de la pandemia. Tanto la grabación como luego el lanzamiento y todo... No se cumplieron las fechas originales. Luego, la producción no pudo venir porque habían cerrado los aeropuertos”, comenta el bajista a Culto sobre la trastienda de las grabaciones.
“¡Sí! Y lo atrasaban y lo atrasaban hasta que resolvieron hacerlo con equipo colombiano porque nunca pudieron venir ellos. Y pues se hizo con equipo colombiano, pero todo el tiempo les transmitían a ellos... Sí, estuvo atravesado por la pandemia”, complementa Echeverri entre risas.
A pesar de todos los traspiés propios de la situación sanitaria mundial, los músicos manifiestan estar satisfechos con el resultado logrado por el equipo de la serie. “Quedamos muy contentos, muy felices, ¿sabes? Es como ganarse un reconocimiento, como una estrella en el hall of fame de Bios”, señala Echeverri.
El capítulo dedicado a Aterciopelados no supo de censuras a la hora de plantear los temas más complejos en la historia de los músicos. Su antiguo noviazgo, tres años de un completo distanciamiento y la reconciliación fueron parte de las temáticas abordadas a través de múltiples entrevistas, tanto a Buitrago y Echeverri como a personas de su círculo cercano. Aunque sus vivencias tienen de dulce y agraz, los artistas vivieron esta recapitulación de su camino en común como un verdadero proceso de sanación.
“Hemos estado aquí conversando y hemos dicho que es terapéutico. Nosotros, además, somos de Bogotá. No somos de la costa, que hablan y que dicen, que son extrovertidos; sino que somos más bien reservados, calladitos. Uno no se dice lo que siente todo el tiempo. Fue lindo, porque fue abrir espacios para eso. Él me dijo cosas que nunca me había dicho. Y pues los de la Bios preguntaban y preguntaban y uno como que trataba de evadir la cosa (risas), pero tanto insistieron que sí. Uno finalmente se sinceraba”, confiesa la cantante.
“Aunque hay cosas que de pronto uno prefiere no decir, pues también está bien decirlas. Y es como que, ay... No sé, te quitas como un peso de encima. Fue chévere. Todo el proceso fue muy chévere”, complementa.
Volver atrás gracias a la interacción con diversos registros de su carrera recopilados por el equipo también fue una experiencia significativa para los músicos. “Digamos que de ahora tienen de todo porque todo el mundo filma todo, nomás con un celular ya filmas. Pero en los noventa nadie grababa nada. Empezando porque estábamos todos borrachos. O sea, ¡quién iba a filmar qué! (risas). Fue lindo mirar las cosas que encontraron y fue lindo hablar. De los temas que no son tan gratos pero que al final forman parte de lo que somos ahora”, indica la artista.
El capítulo dedicado a los colombianos está guiado por la colega y compatriota de Aterciopelados, Li Saumet, vocalista de la banda Bomba Estéreo. Saumet y Echeverri ya se conocían desde hace algunos años, por lo que la banda no dudó a la hora de proponerla como la invitada especial de este capítulo.
“Yo con Li me había topado un par de veces. Me acuerdo que fuimos una vez a un evento que se llamaba la Tetatón, de lactancia. Entonces Li había tenido a su bebé hacía poco y los míos ya estaban más grandecitos, pero yo incluso escribí una canción que se llamaba Lactochampeta, que era de dar teta. Esto fue en Barranquillas. Y ella me contó que nos había visto en concierto cuando ella era adolescente, y pues que había significado mucho para ella”, explica Echeverri.
“Li creció en esta cultura costeña, que es más de ballenato, ¿sabes? Y sí, nos comentó que significamos para ella una alternativa de poder ser lo que ella quería ser. Eso es muy bonito. Y luego también me contó de más cosas que la unen a nuestra música. Entonces, cuando dijeron a quién se les ocurre para poner de conductora, pues dijimos Li”, recuerda Andrea. Cabe destacar que, junto al capítulo, la banda estrenará Síganme los buenos, una canción interpretada en colaboración con la artista de Bomba Estéreo.
El emblema de la “Canción protesta” y las presidenciales en Colombia
Aterciopelados también es una banda caracterizada por poner en el tapete diversas temáticas sociales. A través de sus letras y melodías, Echeverri y Buitrago han hablado de múltiples problemáticas en canciones como Cosita linda, Canción protesta y Pilas.
El 2021, y en medio de los diversos paros nacionales convocados por los movimientos de protesta en Colombia que dieron inicio a un estallido social en aquel país motivado, entre otras cosas, por la oposición a la reforma tributaria propuesta por el presidente Iván Duque y el descontento con el modelo económico imperante, los músicos lanzaron Gritemos, una canción inspirada en las movilizaciones y que fue estrenada el 20 de julio, fecha en que los colombianos celebran su independencia de la colonización española.
Por estos días, el pueblo colombiano se acerca cada vez más a unas nuevas elecciones presidenciales, donde el candidato más sólido para ganar el balotaje es el representante de la coalición de izquierda Pacto Histórico, senador y ex alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. El pasado 13 de marzo, el pacto arrasó en las votaciones parlamentarias con 16 senadores y 25 representantes en la Cámara colombiana, convirtiéndose así en la coalición que más aliados tendrá en el poder legislativo del país para el próximo período gubernamental.
“Sí que hay muchas similitudes con los procesos con Chile”, señala Héctor Buitrago sobre los acontecimientos políticos de los últimos años suscitados en ambas naciones latinoamericanas. “Incluso en el estallido social, que se vivió más tarde acá. Y bueno, fue también aplacado violentamente por el gobierno. Pero los vientos de cambio ya son imparables porque ya hemos visto cómo todos los gobiernos han depredado y acabado pues con el estilo de vida de la clase media, del pueblo, y también con los recursos de un país tan rico como Colombia. La corrupción ya es incontenible. Estamos en las puertas del cambio, que tiene mucha cercanía con lo que pasó en Chile, con lo que está pasando”, afirma el bajista.
Sin embargo, el músico apunta a que todos estos procesos se enmarcan en una situación sociopolítica mundial común: “Ya estamos hablando de la globalización, de cómo entidades tienen injerencia sobre los mismos gobiernos, con todo lo que pasamos con el tema de la pandemia, ahora con las guerras... Es un tema muy complejo en donde digamos que, de alguna manera, deberíamos unirnos todos como hermanos y como seres humanos para construir el futuro para nuestros países, ¿no? Porque también seguimos en esa lucha de ideologías y de creencias que tampoco está bien. No deberíamos estar en eso, sino en cómo hacemos para construir un mejor país entre todos”.
Así, Buitrago apunta hacia la necesidad de fomentar la hermandad. Sobre la situación social en Colombia y el mundo, el músico comenta que “vamos avanzando, y como seres humanos también es un proceso de conciencia, porque realmente es eso. El ser cada vez más conscientes, mejores personas y también luchar contra todo lo que está arriba moviendo los hilos”.
La música del 2022, un escenario distinto a los noventas
Las diferentes expresiones artísticas cambian al mismo tiempo que avanzan las tecnologías, y los músicos de Aterciopelados están conscientes de aquello. Para Andrea Echeverri, lo más conflictivo está en la multiplicidad de opciones que hoy en día nos ofrecen avances como la masificación de Internet.
“Todo es muy diferente... Una de las cosas que más me angustian del hoy son las posibilidades infinitas. ‘Qué quieres escuchar, cuántas canciones tienes en tu aparato’. A mí eso me parece horrible (risas). Cuando encuentro un disco que me gusta, o sea, yo me aprendo hasta cada respiración. Me reconforta hartísimo, además, escuchar una música que ya he escuchado varias veces y que ya casi que me la sé. Es como que yo construyo una relación con los artistas que me gustan o con los discos que me gustan mucho más profunda”, confiesa.
“Ahora los chicos ni si quiera terminan las canciones. Empieza una y ponen otra, y ponen otra... Es esta sensación de que todo es desechable. Y pues, uno que está viejo, es peor. O sea, uno es el primer desechado. Es, no sé... Angustioso. Me gustaba eso de que no se encontraban casi los discos y entonces, cuando te llegaba un cassette, era como un tesoro... Yo soy medio vintage, pero Héctor Vicente sí es moderno”, dice la artista refiriéndose a su compañero musical.
Para Buitrago, todo está permeado, de alguna forma, con el impacto que tienen las nuevas tecnologías. En ese contexto, señala el bajista, la escena musical actual entrega bastantes luces de cómo es nuestra sociedad contemporánea: “Si analizamos cuál es la esencia de la música de hoy, todos sus mensajes, todo lo que dicen las letras de las canciones, pues también nos encontramos el reflejo de la sociedad. A veces todo se va contra la música y contra los artistas, pero creo que son el reflejo de lo que somos como sociedad y como personas. Entonces, pues claro. La música de los noventa era otra, era diferente, se llamaba alternativa, reivindicativa. Luego, unos esquemas que se rompieron y ya se fue la cosa hasta el otro extremo. Ahora tenemos que encontrar un centro para algunas cosas. Y tenemos que cambiar como sociedad ese ‘híper’ de todo que hay. Híper consumismo...”.
“Híper sexualización”, agrega Echeverri, activista feminista que desde el inicio de su carrera ha sido considerada como una figura relevante para el empoderamiento femenino en nuestra región.
“Híper de todo que hay actualmente”, continúa Buitrago. “Además que, como el artista que viene quiere hacer más que el anterior, pues entonces ya estamos llegando a unos extremos que... Bueno, ya son como caricaturescos. El mensaje sería que ojalá evolucionemos como seres humanos para que la música también demuestre esa evolución. Ahora, digamos, hay muy buenos músicos. El nivel ha subido bastante, hay muchas escenas, muchos géneros. Mucha música de dónde escoger. Pero la música popular y el mainstream, pues... Nos refleja como sociedad. Eso es lo que somos”, concluye el colombiano.