Caos y largos atochamientos en las salidas empañan la segunda jornada de Lollapalooza
Tal como en el debut del día viernes, las vías de escape se hicieron estrechas y lentas, y hubo demoras de hasta una hora en salir del Parque Bicentenario de Cerrillos. La situación ya se alza como una de las deudas a trabajar en una eventual próxima versión del espectáculo en el recinto.
La tónica del debut del día viernes tras finalizar los shows en Lollapalooza Chile, realizado en el Parque Bicentenario de Cerrillos, no fue demasiado amable: las vías de salida -estrechas y angostas- se hicieron pequeñas y provocaron largos atochamientos que dificultaron la llegada a sus respectivas casas de cientos de personas. Incluso, cuando después de mucha espera lograron zafar y llegar hasta la estación Cerrillos -la que estaba abierta hasta medianoche-, el lugar ya estaba cerrado. Otros tampoco pudieron tomar locomoción colectiva, por lo tarde que salieron del parque.
Un punto particularmente crítico fue el acceso habilitado por la calle Las Américas. Ahí, el camino se iba haciendo cada vez más estrecho, como una suerte de embudo, por lo que la aglomeración resultaba cada vez más asfixiante. Y ya al salir, y en otros de los problemas subrayados por muchos asistentes, había una masiva presencia de comercio ambulante que obstaculizaba aún más el flujo.
El reclamo era uno sólo: las puertas habilitadas eran poco proporcionales a la voluminosa cantidad de gente que fue al evento.
Sucedió el viernes tras el show de Foo Fighters -cerca de las 23.30 horas-, pero también volvió a ocurrir el sábado terminado el plato fuerte, la presentación de Miley Cyrus. Aún más: mucha gente, ante la desesperación de una fila que no avanzaba nunca, empezó a pasarse por sobre las rejas para salir de una vez y llegar a la calle.
En tanto, varios se pusieron a gritar en coro: “¡qué abran la puerta!, ¡qué abran la puerta!”.
Varios demoraron cerca de una hora en sólo salir del recinto, en una situación que calificaron incluso de “peligrosa”, por lo apiñado que debía avanzar el gentío.
El entuerto queda como una de las deudas a solucionar y no sólo de Lollapalooza Chile: en noviembre, otra franquicia musical global, el festival español Primavera Sound, aterriza en el Parque Bicentenario de Cerrillos, por lo que se presenta como una instancia para poder renovar y mejorar los accesos.
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