“Voy a dedicar esta canción a todas las mujeres que les gustan otras mujeres. Para que la canten con su corazón. A todas las lesbianas”, dice la cantante nacional Javiera Mena en uno de los momentos íntimos de su show en Lollapalooza 2022.
La cantante realiza la dedicatoria para introducir “Mujer contra mujer”, cover del grupo español Mecano, y es alaba como una consigna propia por sus seguidores que encuentran en Mena una referente en materia de diversidad de género.
La cantante nacional, que hizo su debut en este festival en 2016 y es una de las referentes del pop electrónico de nuestro país, comenzó su show en el escenario Lotus a eso de las 20.30: un espectáculo colorido, cargado a la electrónica y con estética de discoteca. El show abre con “Culpa”, un corte de tintes oscuros, con una entrada dramática, estrenado en 2021. La cuidada puesta en escena incluye bailarines e imágenes temáticas en las pantallas del escenario. Le sigue “La Joya”, de su disco “Otra era” (2014), uno de sus hits más reconocibles que funciona para activar a su fanaticada.
La voz de Mena va encontrando calidez a medida que el show avanza. Sin embargo, su propuesta pop pareciera tomar la fortaleza en otros aspectos: en los profundos sonidos de teclado y en los ritmos bailables. Es en ese ámbito donde el escenario Lotus se transforma en una pista de baile, como si fuera una discoteca capitalina alternativa.
En ese sentido, mucho de lo que suena no necesariamente es lo que está ocurriendo en el escenario. Como por ejemplo en “Debilidad”, donde para el cierre se aprecian melodías de bronces sin que haya un músico ejecutándolo. Sin embargo, aquello no pareciera importar cuando se trata del baile nocturno que ofrece la cantante.
Para el cover de Mecano, Mena se sienta en un piano ubicado en un costado, desnudando su voz y generando un coro entre los asistentes.
“Muchísimas gracias por preferirnos en este momento”, sostiene la cantante en uno de los intervalos entre canciones. Mena despliega intensidad y energía arriba de una tarima, donde se encuentra preparado su teclado. Sube a ese espacio y se instala como una suerte de maestra de ceremonia. A ratos, sus saltos y bailes hacen temblar su podio.
Le siguen “Otra era” y “Flashback”. Así las cosas, hubo espacio para otra cover: “Yo no te pido la Luna”, canción populariza por la mexicana Daniela Romo en los ochenta, pero de origen italiano. Esta, incorporada en su primer disco “Esquemas juveniles” (2006), funciona como un clásico de su repertorio. El show, que a ratos parece languidecer, toma nueva energía con otro de sus hits destacados: “Espada”, que aparece para la parte final.
Con un pop electrónico de alto vuelo, asemejando una fiesta al aire libre, a las 21.24 el show llega a su fin, casi de manera abrupta. Mena recoge el cariño de su público, que tras el fin de ese concierto se apura para acudir varios metros más allá, al VTR Stage, donde Miley Cyrus ya se encontraba desplegando su artillería pop.