Kramer en Lollapalooza: un debut correcto, pero lejos de su versión más brillante

Antes de la hora de inicio, ya se podía ver a un buen número de asistentes -de todas las edades- frente al VTR Stage. Es que la inclusión de Stefan Kramer fue toda una novedad en el festival, siendo su primera vez en el Lollapalooza. De hecho, además marcaba el debut del humor en la instancia.

El comediante se presentó en el VTR Stage a contar de las 14.53, con 8 minutos de atraso, acompañado de una banda de músicos vestidos a la usanza de Perros de la calle (aunque el conjunto se llama Los Mercader, en alusión a la teleserie Machos). Y el comienzo fue con todo, cantando Por qué no se van, imitando a Jorge González y haciendo alusión al traslado del festival desde el Parque O’Higgins a Cerrillos.

“Estoy debutando como músico”, señaló desde el comienzo, dejando en claro la naturaleza de su show. Aunque igual pasaron imitaciones clásicas como Checho Hirane, Leo Messi, Cristiano Ronaldo, Claudio Palma, Rafael Araneda, Pancho Saavedra, Jorge Zabaleta, el dr. Sebastián Jiménez, Miguel Piñera, Mauricio Isla, Claudio Bravo, Coco Legrand, Willy Sabor, Alvaro Salas y Alexis Sanchez.

Quizás, muchos de esos nombres más adultos no decían demasiado para la generación juvenil que pobla el espectáculo de Cerrillos.

“Es mi sueño de niño ser cantante”, dijo como un chico en dulzería. “Uno puede dedicar canciones, pero cuándo hai podido dedicar chistes?”. De hecho, siempre destacaba las “bondades” de ser músico.

En lo musical, sorprendió imitando a Bon Jovi, Gustavo Cerati (no muy bien), Steven Tyler de Aerosmith, y a Bad Bunny. También agregó algunas que se le han visto, como Luis Miguel, Chayanne, Alejandro Sanz, Ricardo Arjona y Eddie Vedder.

En general, Kramer mostró pocos personajes nuevos y tuvo un show menos fluido que en otras ocasiones. Lejos de por ejemplo, su primer show en el Festival de Viña, en 2008. Aunque cumplió con entretener al público que reía de buena gana.

Es que ese show de Viña es una especie de standard, tanto que él mismo hizo un guiño a esa presentación bailando como Fabrizio con el “baile de la longaniza” y con la imitación de Nicolás Massú cantando Eye of the tiger.

Pero el show no fue arrollador, incluso, hacia la mitad ya se veía a espectadores retirándose. Eso sí, fue uno de los shows más esperados, tanto que en Twitter hubo reclamos de usuarios que no podían seguir el show por la plataforma oficial de VTR.

Por lo demás, todo estaba basado en una historia: sus ganas desde niño de ser músico y como lo había intentado en una parroquia, en un pub y después incluso en un estudio de grabación profesional, cuando se fue a grabar a Los Angeles con su esposa para su película. Todo sin mayores resultados.

Eso sí, todo cambiaba, según el relato, cuando lo llamaba el gerente general de Lollapalooza para ofrecerle presentarse como músico: era su reinvención tras los dos años de pandemia. Ahí las imitaciones de destacados músicos continuaron, yendo incluso hasta Marcianeke.

En su trayectoria, Kramer ha desarrollado imitaciones de corte musical, por lo que su inclusión en este ámbito no es tan lejana ni desacoplada. En todo caso, los últimos nuevos personajes con que ha dado que hablar, han sido el futbolista Ben Brereton (en la última Teletón) y el periodista Rodrigo Sepúlveda.

En la previa, Sebastián Meza, gerente general de Lotus Producciones, explicaba su fichaje, como una especie de apertura del Lollapalooza a otras expresiones: “Kramer es cultura, risas, es arte, y Lolla es un festival de tenor musical donde confluyen muchas artes escénicas: ha habido danza, arte, acciones de todo tipo, y por qué no incluir a un gran show como este. En medio de la música, reirse no le viene mal a nadie”.

Stefan Kramer venía precedido de una gira llamada Kramer en concierto, y que tuvo fechas como el pasado jueves 17 de marzo en el Teatro San Ginés; el viernes 11 de marzo en el gran Arena Monticello; el 20 y 21 de enero en el Sporting Club de Viña del Mar.