Doja Cat: la estrella pop que deslumbra
Con 26 años, tres álbumes de estudio y varios hits que dieron la vuelta al mundo durante la pandemia, la cantante estadounidense ya es una de las artistas más relevantes de la escena global. Su carisma y talento arribaron en el Parque Bicentenario de Cerrillos como uno de los platos fuertes de todo el cartel. Esta, su primera vez en Chile, fue una performance enérgica que repasó lo más fuerte de su repertorio.
El 2020, la carrera de Doja Cat dio un giro de 180 grados. En medio de la pandemia y con la mayor parte de la población mundial guardando cuarentena, su nombre comenzaba a tomar cada vez más protagonismo en las plataformas digitales.
Dentro de Tik Tok, una de las redes sociales que más crecimiento tuvo durante los primeros meses del confinamiento, su música comenzaba a transformarse en un fenómeno viral. Say so, Kiss me more y Streets fueron algunas de las canciones de la artista que se tomaron masivamente las tendencias.
Sus inicios en la industria se remontan al 2014, cuando la canción So hight –lanzada en sus plataformas un año antes– la llevó a firmar su primer contrato con el sello RCA Records, con quienes lanzó su EP Purrr!. En 2018 publicó su disco debut Amala (nombre real de la cantante), mismo año en que el videoclip de su juguetona e irónica composición Mooo! se viralizó en Internet, recibiendo elogios de grandes referentes como Kathy Perry.
Para entonces, la personalidad artística de Doja Cat ya era clara: natural y divertida, al mismo tiempo que sensual y llena de un talento que la hace oscilar entre las virtudes para rapear, el encanto y dulzura de su voz soprano y una gran destreza para el baile que convierten su figura en una gran performance.
Justamente, todos esos elementos estuvieron presentes en el show que la trajo desde Argentina (donde se presentó en la segunda noche de la edición trasandina del festival) para ser una de las grandes encargadas de cerrar la última noche del décimo aniversario de Lollapalooza en Chile, junto a la banda estadounidense The Strokes.
Una hora antes del inicio de su presentación, ya eran cientos los jóvenes que, sin esconder su emoción, esperaban pacientemente la llegada de la artista al escenario del Banco de Chile. A las 19:50 horas y con diez minutos de anticipación, los primeros acordes de Rules y el despliegue de sus bailarias anunciaban su inminente incorporación al escenario.
Con una peluca rosada bastante larga y vestida de traje blanco, Doja Cat desató desde el primer momento la euforia de sus fanáticos chilenos. Entre miradas cómplices, cálidas sonrisas y la cuota de diversión y sensualidad características, la actuación de la estrella pop cautivó de principio a fin.
Su coreografía fue impecable y su conexión con el público, inmediata. Get into It (Yuh), Woman, Kiss me more, You Right, Ain’t Shit y I need to know fueron los momentos que provocaron más ovaciones y coros entre los asistentes. Incluso, en uno de los espacios que la artista se dio para interactuar con su audiencia, jugueteó golpeando con energía la batería para anunciar con ritmo el inicio de la enérgica Tia Tamera.
A pesar de que su presentación compartió la mayor parte del setlist y la puesta en escena con Argentina (por temas logísticos), la empatía generada por su personalidad y actitud arriba del escenario dejó la sensación de un show bastante distendido y cercano con el público chileno.
Además, dio el cierre desplegando la que probablemente sea su canción más popular: Say so, que hizo cantar y bailar a todos los fanáticos al mismo tiempo que levantaban cientos de celulares para capturar el momento en video. Sin dudas, las grandes expectativas se cumplieron en su cabalidad.
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