Por segunda vez en su trayectoria, Dave Grohl se enfrenta a la pérdida de un compañero de banda. La primera vez fue cuando Kurt Donald Cobain, el líder de Nirvana, se suicidó con un disparo de escopeta, el 5 de abril de 1994.
Grohl había ingresado a la banda en 1990, como reemplazo de Chad Channing, el hasta entonces encargado de las baquetas en el trío, quien simplemente no terminó de encajar con Novoselic y Cobain. “La música de Chad simplemente no les encajaba. ‘Es que no era buena’, dice Kurt. ‘Y no había nada más que decir. Era muy triste, porque él sentía que no era parte del grupo porque era incapaz de crear canciones’”, cita Michael Azerrad en su libro Come as You Are: La historia de Nirvana.
Con Cobain, Grohl hizo gran parte de la carrera con Nirvana. Grabó el esencial Nevermind (1991), luego In Utero (1993) y el MTV Unplugged in New York (1994). Tras el fin del grupo, Grohl decidió tocar sus propias canciones bajo el nombre de Foo Fighters. En el primer álbum homónimo, él mismo grabó todos los instrumentos, pero faltaba un baterista para que tocara en vivo.
El primer elegido fue William Goldsmith, y la alineación la completaban el guitarrista Pat Smear (quien había sido compañero suyo en Nirvana y tras ir y venir, se reintegró al grupo a tiempo completo en 2010) y el bajista Nate Mendel (quien tocaba con Goldsmith en la banda Sunny Day Real Estate). Con ellos, además comenzó a grabar el segundo disco de la banda The Colour and the Shape (1997). Pero Goldsmith dejó el grupo tras la grabación del álbum, y el elegido para reemplazarlo, Grohl lo encontró pronto.
Para 1997, Taylor Hawkins tocaba como baterista de gira de Alanis Morrisette. Con la canadiense estuvo en la gira del álbum Jagged Little Pill. En 2021, Hawkins recordó el momento en que se encontró con Grohl.
“Conocí a Dave en este programa navideño de K-Rock [de la estación de radio de EE. UU.], porque Foo Fighters estaba en camino y Alanis Morissette estaba en la jodida estratosfera en ese momento”, dijo.
El blondo aseguró que la química entre ambos fue notoria. “Dave y yo parecíamos hermanos perdidos de una manera extraña. Teníamos un ambiente similar y no sé por qué. Recuerdo que mi amigo tocaba con los Foo Fighters antes de conocer a Dave y les veía hacer el tonto entre bastidores. Me dijo: ‘Ese tipo podría ser como tu hermano’”.
“Y efectivamente, cuando nos conocimos, pensamos: ‘¡Somos hermanos de otra madre! Fue instantáneo, hasta el punto de que Alanis Morrisette me dijo: ‘¿Qué vas a hacer cuando Dave te pida que seas el batería de los Foo Fighters?”.
Y vaya que lo tuvo claro. Hawkins participó en la grabación del tercer disco, There is Nothing Left to Lose (1999), que incluye hitazos como Breakout o Learning to fly.
La amistad entre ellos se dio sincera y estrecha. De hecho, Hawkins tuvo una sobresdosis en 2001, que motivó a Grohl a escribirle una canción llamada On the mend, que se encuentra en el disco acústico de In your honor (2005). El líder reveló esa historia en un documental.
“No sé si Taylor lo sepa, pero hay una canción en el disco acústico que se llama On The Mend que escribí cuando estuvo en coma por sobredosis (...) Es sobre él, nunca le he dicho que es sobre él, para nada. Es una canción de amor para un buen amigo moribundo y la puse en el disco pensando que él sabría que era para él, pero nunca hemos llegado a hablar sobre el tema, pero tampoco me gusta hablar de esa mierda”.
¿Cómo fue que Hawkins conoció la música de Foo Fighters? En una entrevista de 2021 en el podcast Medicine At Midnight Radio en Apple Music Hits, contó que los escuchó por primera vez en la radio, como un fan más. “La primera canción que escuché de la banda fue su sencillo debut This Is A Call. Me quedé hecho añicos cuando lo escuché. No podía creer lo perfecto que era. Era la voz de Dave, obviamente, su forma de tocar la batería era genial y su forma de tocar la guitarra era increíble. Las canciones eran divertidas y enérgicas, divertidas, pero si llegar a ser jocosas y ligeras”.
Y agregó: “Esa canción (This Is A Call) fue simplemente una llamada a los brazos de Foo Fighters. Definitivamente era el sonido de alguien diciendo ‘¿Sabes qué? Al diablo con eso. No voy a caer así, yo voy a hacer lo mío’. Todos los que escucharon el primer disco de Foo Fighters y son fanáticos del rock dijeron ‘Oh, sí, este tipo tiene un segundo acto’ y tuve la suerte de estar presente cuando hacía ese segundo acto”.