La expectativa estaba repartida entre la posibilidad de que una plataforma de streaming se llevara por fin el premio mayor, el formato que adoptaría el evento al volver a convocar a un animador por primera vez desde 2018 –rol en manos de las comediantes Regina Hall, Amy Schumer y Wanda Sykes– y la manera en que se manifestaría Hollywood en la principal cita del año ante la invasión rusa en Ucrania.
Cuando el show cumplía las dos horas y media de duración –y la promesa de quitar ocho categorías de la transmisión para acortar la ceremonia definitivamente no se estaba cumpliendo–, se produjo el episodio que hará pasar a la posteridad a la 94° edición de los Oscar.
En la previa a presentar la categoría de Mejor largometraje documental, Chris Rock decidió reírse a costa de Denzel Washington, luego de Javier Bardem y Penélope Cruz, y finalmente de Jada Pinkett Smith, la actriz y esposa de Will Smith desde 1997.
La broma sobre su alopecia le cayó pésimo a la intérprete de las secuelas de Matrix y lo que vino después es la imagen que se ha reproducido hasta el cansancio durante las últimas horas: su pareja subió al escenario y le propinó un derechazo al comediante, consternando a los asistentes y a los televidentes que seguían el programa en todo el mundo. En el Teatro Dolby de Los Angeles aún deben retumbar los gritos posteriores de la estrella de Rey Richard: “¡Mantén el nombre de mi esposa fuera de tu maldita boca!”.
Las postales que se viralizaron desde el lugar mostraron a un Will Smith siendo contenido por Washington, Tyler Perry y Bradley Cooper durante una pausa comercial. En su posterior discurso de agradecimiento el actor intentó explicar su acción, asegurando que “quiero ser un recipiente para el amor” y disculpándose con el resto de los nominados y con la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, aunque eso no evitó que luego la entidad detrás de los Oscar señalara públicamente que “la Academia no aprueba la violencia de ninguna forma”.
“Tal vez al mundo no le guste cómo sucedió, pero para mí fue lo más hermoso que he visto en mi vida, porque me hizo creer que todavía hay hombres que aman y se preocupan por sus mujeres, sus esposas”, argumentó en diálogo con la revista People la actriz y comediante Tiffany Haddish, compañera de reparto de Pinkett Smith en Girls trip (2017). Jaden Smith, uno de los dos hijos de la pareja, escribió en sus redes un desafiante “y así es como lo hacemos”. Otros, como el músico Questlove, ganador del reconocimiento a Mejor largometraje documental que entregó Chris Rock, prefirieron omitir cualquier comentario.
Director de clásicos como Cuando Harry conoció a Sally (1989) y Misery (1990), Rob Reiner fue uno de los que encabezó el repudio al arrebato del intérprete. “Will Smith le debe una gran disculpa a Chris Rock. No hay excusa para lo que hizo. Tiene suerte de que Chris no presente cargos por agresión. Las excusas que dio esta noche fueron una mierda”, planteó en Twitter.
Por la misma vía se expresó Judd Apatow (Virgen a los 40). “Podría haberlo matado. Eso es pura rabia y violencia fuera de control. Han escuchado un millón de chistes sobre ellos en las últimas tres décadas. No son novatos en el mundo de Hollywood y la comedia. Él perdió la cabeza”, escribió en un mensaje que luego borró. Mia Farrow, por su parte, lo tildó el como “el momento más feo de los Oscar”.
“Refuerza los estereotipos sobre los negros y me duele hasta la médula. Resuélvelo en otro lugar; no en el escenario”, comentó a The Hollywood Reporter Roger Ross Williams, un miembro afroamericano de la junta de gobernadores de la Academia, que confesó que estalló en lágrimas tras el incidente.
Tras celebrar el primer Oscar de su carrera –y ser aplaudido de manera unánime por los asistentes a la gala–, Will Smith cumplió con el protocolo de llegar a la sala de prensa, donde a los medios ya se les había advertido que a los ganadores sólo les realizaran preguntas alusivas a sus premios y su trabajo. Posteriormente, el actor acudió a la fiesta que organiza cada año la revista Vanity Fair y cantó y bailó eufórico Gettin’ jiggy wit it, su hit de 1997.
También a través de Twitter, la comediante Kathy Griffin alertó sobre las posibles implicancias de la bofetada para el mundo de los humoristas. “Déjenme decirles algo, es una muy mala práctica subir al escenario y agredir físicamente a un comediante. Ahora todos tenemos que preocuparnos por quién quiere ser el próximo Will Smith en los clubes y teatros de comedia”.
En su programa de radio, hoy el reconocido presentador Howard Stern cuestionó los protocolos del evento. “¿No proporcionas seguridad?”, interrogó. “¿No tienes a alguien que suba allí? Chris Rock sólo estaba tratando de hacer reír a la gente en la jodida ceremonia, que fue tan larga y aburrida”.
La posible acción de la Academia
El caso Harvey Winstein impulsó a la Academia a establecer nuevos lineamientos en sus protocolos de conducta. Aunque no hay puntos específicos que aludan al desarrollo de la ceremonia misma, sí estipula algunos requisitos para la permanencia en el organismo, al que se accede tras ser invitado o tras ganar la estatuilla dorada.
“No hay lugar en la Academia para personas que abusan de su estatus, poder o influencia de una manera que viola los estándares reconocidos de decencia. La Academia se opone categóricamente a cualquier forma de abuso, acoso o discriminación por motivos de género, orientación sexual, raza, etnia, discapacidad, edad, religión o nacionalidad”, sostiene el grupo en sus reglas actualizadas en 2017.
“Además de lograr la excelencia en el campo de las artes y las ciencias cinematográficas, los miembros también deben comportarse éticamente al defender los valores de la Academia de respeto por la dignidad humana, la inclusión y un entorno de apoyo que fomente la creatividad”, agrega.
Mientras la entidad responsable de los Oscar aún no se ha pronunciado sobre eventuales sanciones, el Departamento de Policía de Los Angeles (LAPD, por sus siglas en inglés) liberó una declaración a las horas del incidente, detallando que Chris Rock decidió no presentar una denuncia por agresión. Sin embargo, aseguró que “si la parte involucrada desea un informe policial en una fecha posterior, la LAPD estará disponible para completar un informe de investigación”.