Durante los meses en que la vacuna aún no existía, las burbujas sanitarias fueron la única vía segura para que la industria cinematográfica retornara a la acción en medio de la pandemia. Los realizadores y protagonistas detrás de The Batman, Jurassic World: Dominion y la séptima Misión imposible puedan dar fe de aquello: producciones de enorme presupuesto en que las estrellas iban del rodaje al hotel y viceversa, no podían compartir con nadie externo, y donde el testeo de Covid y el uso de mascarillas era permanente.
A comienzos de 2021, en Londres, el director Judd Apatow (Virgen a los 40, Ligeramente embarazada) reclutó a un elenco estelar para protagonizar The bubble (La burbuja), una comedia para Netflix que se reiría de ese tipo de blockbusters filmados en tiempos de emergencia sanitaria por el Covid, y que aterrizó ayer en el catálogo de la plataforma.
“Eran malos tiempos de la pandemia, antes de la vacuna, que salió mientras rodábamos. Entonces los protocolos eran bastante estrictos”, detalla el actor David Duchovny a Culto, señalando que como consecuencia junto al equipo “ciertamente pasamos mucho tiempo juntos. Probablemente mucho más tiempo de lo que hubiéramos podido pasar su hubiéramos estado en nuestros tráileres o en nuestras vidas fuera del set”.
La estrella de Los archivos secretos X encarna en la historia a Dustin Mulray, la gran figura de la ficticia saga Cliff Beasts, que se encuentra grabando su sexta entrega en Inglaterra. Padre adoptivo de un hijo junto a su compañera de la serie de películas, Lauren (Leslie Mann), busca con insistencia cambiar el guión para incluir un mensaje ecologista en la trama, pese a que se enfrenta a fuerzas que no puede vencer: el estudio y un director que proviene del cine independiente (Fred Armisen).
Duchovny afirma que se identifica con ese impulso y, aunque prefiere mantener en reserva cualquier referente en específico, tomó inspiración de experiencias previas. “Tengo algunos ejemplos de actores con los que he trabajado que tal vez pensaron que tenían talento en todas las áreas en lugar de sólo la actuación, y que estaban reescribiendo constantemente y no necesariamente para mejor”, apunta.
Por otro lado, en las grabaciones de La burbuja tuvo una buena conexión con el chileno Pedro Pascal, quien en el filme encarna a uno de los intérpretes más extraviados durante el proceso de la sexta entrega de Cliff Beasts. “Conocí a Pedro y ahora lo considero un amigo cercano. Compartimos mucho tiempo en nuestra burbuja, pasando el rato y conociéndonos. Creo que es un actor fantástico, creo que es un artista. Me gusta mucho, es divertido trabajar con él”, explica.
El intérprete descarta que reírse de Hollywood haya sido su principal motivo para subirse al proyecto (“quería trabajar con Judd desde hace mucho tiempo”, sostiene), pero de todos modos desliza ideas sobre el fenómeno que retrata la película.
“Cada vez que vas y haces otra Jurassic Park, haces otra Rápidos y furiosos, parece sólo que fuera para recoger el dinero, pero creo que las personas involucradas están tratando de averiguar: ¿qué queremos decir con esto ahora? ¿Qué nos da una razón de ser, más allá de sólo ser la número cinco, seis o siete? Todos quieren ser creativos y quieren hacer cosas nuevas”, expresa.
Rostro de una era diferente de la televisión (aparte de su papel de Fox Mulder, marcó una época como Hank Moody en Californication), también opina sobre las plataformas de streaming, la industria a la que, gracias a La burbuja, llega con su primer rol principal. “Ahora tienes una cantidad aparentemente infinita de series que se estrenan. Eso es bueno y malo. Lo bueno es que se van a hacer series que no se harían y podrían ser geniales. Pero, con todo ese contenido, muchas cosas también serán bastante malas. Pero creo que, a lar larga, es algo bueno”, argumenta.
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