Ganadora de un Oscar a Mejor actriz de reparto –por La chica danesa en 2016– y estrella de la nueva encarnación de Tomb Raider, la sueca Alicia Vikander es uno de los talentos más solicitados de Hollywood. Su 2022 estará marcado por el estreno de Irma Vep, miniserie de HBO basada en la película del mismo nombre de 1996 que adapta su propio creador, el francés Oliver Assayas.

En conversación con Harper’s Bazaar UK la intérprete ha aprovechado para repasar uno de los episodios más complejos de su carrera: las escena de sexo que realizó en proyectos durante una época en que no existía el rol del coordinador de intimidad, el profesional dedicado exclusivamente a coreografiar las secuencias de ese tipo y que han ocupado títulos como Euphoria, Sex education y Normal people. “Deberían haber existido al comienzo de mi carrera”, dijo la actriz sobre esa función en los equipos.

“He estado en situaciones que no estaban bien, en las que sentí que estuviera protegida”, señaló, junto con recordar una experiencia en particular en que “todos estaban ocupados haciendo lo suyo y, en el medio, tienes a un actor que se sienta desnudo durante un par de horas”.

“Y se supone que alguien debe llegar con una bata, y ellos no lo hacen. Viene después: (el conocimiento de que) eso no estaba bien. Debería haber sido atendida”, añadió.

“Lo único que no se puede improvisar es una escena íntima: tienes que hacer una coreografía y ceñirte a ella. Es lo peor hacer esas escenas. Me siento muy cómoda con mi cuerpo y he hecho bastantes escenas de desnudos y sexo, pero nunca es fácil”, cerró.

Vikander no es la primera actriz que habla de su incomodidad durante esa parte de las filmaciones: Renée Zellweger y Jessica Chastain también han criticado este aspecto de la industria.