Si no puedes segur abarcando hacia adelante, retrocede. Es el paso que Netflix quiere ejecutar junto a los realizadores de The Crown, una de las mayores joyas de su catálogo de producciones originales.
La serie basada en el reinado de Isabel II –y en los personajes más prominentes de la familia real británica– tiene planificado estrenar en noviembre su quinto y penúltimo ciclo, y más adelante su temporada final. En ese momento finalizaría el recorrido natural de la ficción encabezada por el guionista Peter Morgan y la compañía Left Bank Pictures.
Pero desde Inglaterra emanan informaciones sobre la posibilidad de que la vida de la producción se expanda. La fórmula escogida sería una precuela, según detalla The Daily Mail.
El lapso de tiempo que adoptaría esta nueva encarnación de The Crown sería desde la muerte de la reina Victoria, en 1901, hasta el inicio del primer ciclo, que arrancó con la boda de Isabel con Felipe en 1947.
¿Por qué no remontarse más años atrás? El periódico británico desliza que esa opción podría multiplicar las críticas en torno a la precisión histórica de la serie, un tema que ya ha generado controversia con sus temporadas anteriores.
El medio cita una fuente anónima que afirma que “esto es un poco como Star Wars, donde la oportunidad es extender la franquicia sumergiéndose en la historia”, y afirma que los planes “están muy avanzados”.
En cambio, el portal estadounidense Deadline matiza esa información: la nueva ficción por el momento no se encontraría en etapa de desarrollo ni contaría con luz verde por parte de Netflix, por lo que aún quedaría un trecho para que se haga una realidad.
Como sea, parece existir una voluntad clara de seguir hincándole el diente a las tramas de la monarquía británica. En lo más inmediato, la quinta tanda de capítulos debutará a fin de año con un renovado elenco que lideran Imelda Staunton (Isabel), Jonathan Pryce (Felipe), Elizabeth Debicki (princesa Diana), Dominic West (Carlos) y Leslie Manville (Margarita).