Cuando Billie Eilish nació, en diciembre de 2001, el músico Damon Albarn preparaba la grabación de un nuevo álbum junto a Blur, el que se lanzó en 2003 bajo el nombre de Think Thank, el único sin el guitarrista Graham Coxon en las filas y que marcó el fin de la banda. Por entonces, los británicos eran un nombre consolidado gracias a sus trabajos en la década anterior, y tiempo depsués, Albarn consolidó proyectos como The Good, the Bad and the Queen -con Paul Simonon de The Clash en sus filas- y Gorillaz, la primera banda animada.
Por ello sorprendió la invitación de Billie a Damon Albarn durante su show del sábado 16 en el festival Coachella. Ella, de 20, hizo historia como la headliner más joven del evento (”siento no ser Beyonce”, comentó todavía incrédula), y entre el mar de teléfonos móviles a cada costado de la pasarela que salía del escenario, hizo subir a un músico de 54 que bien podría haber sido uno de los padres que esperaba a su retoño a la salida del evento.
“Cállate la boca y por favor denle una cálida bienvenida a Damon Albarn, de Gorillaz”, dijo Eilish al presentar al inglés. Luego detalló que se trataba nada menos que uno de sus héroes musicales. “Este hombre cambió mi vida de muchas maneras y cambió mi visión completa de lo que podría ser la música, el arte y la creación. Mi primera banda favorita fue Good, the Bad and the Queen cuando tenía seis años y Blur cambió el mundo y Gorillaz cambió el mundo y este hombre es literalmente un genio, y eso es todo”.
Una referencia que alimenta el variopinto universo de menciones que ha hecho la joven sobre sus héroes musicales; desde la niñez escuchando a The Beatles, hasta su declarada admiración por números más actuales como Lana del Rey, Tyler the creator, The 1975 -ella detalló a Billboard que el segundo show al que fue en su vida era uno de esa banda-, hasta Bon Iver y la fallecida Amy Winehouse.
La reunión permitió ver en público -y en un escenario relevante- a Albarn tras su ácida polémica con Taylor Swift, al señalar que ella no escribía su propio material, lo que fue desmentido por la propia aludida en una publicación en sus redes sociales, lo que obligó al músico a pedir disculpas. “Creo que me estoy volviendo anticuado”, señaló durante un show en Los Angeles, al referirse a la polémica.
Como un detalle curioso, la noche del sábado, él entró a cantar “Getting Older” -una canción escrita, insistimos, por alguien de 20 años-, y nunca sonó más apropiado el verso “I’m getting older, I’ve got more on my shoulders, but I’m getting better at admitting when I’m wrong” (estoy envejeciendo, tengo mucho sobre mis hombros, pero he mejorado al admitir cuando me equivoco). Pero en realidad, él ya había mostrado su gusto por aquel tema.
En marzo, Albarn interpretó una versión de “Getting Older” -del álbum Happier Than Ever- al piano en una sesión que grabó para la plataforma Deezer. Una versión controlada y llena de guiños a su estilo, que de alguna forma marca su reconciliación con las estrellas juveniles. Es probable que el equipo de Eilish pusiera su atención en este particular interés, y sumado al gusto de Billie por Gorillaz, la banda animada del ex Blur- la invitación se sustentó.
Por ello, esa episodio cerró con una potente versión para Feel Good Inc, uno de los temas de Damon Days (2005), que tuvo como invitado al rapero De la soul. Un momento viralizado en las redes sociales de veinteañeros a treintones que crecieron con la leyenda de Blur y se sorprendieron con ese sencillo improbable como Clint Eastwood. Mientras Billie disfrutaba su momento como la estrella millenial del Festival -que le da nuevo aire tras irse con las manos vacías de la última entrega de los Grammy-, Albarn pudo cerrar con decoro un episodio que amenazó con volverlo pasado de época, acaso uno de los pecado capitales en la industria musical, siempre ávida de sangre fresca.