Su llamativa ausencia en el pregón taurino del Teatro Maestranza el Domingo de Resurrección activaba todas las alarmas y, días después, se confirmaban las peores sospechas sobre Mario Vargas Llosa. El escritor se había contagiado de Covid y, a pesar de que su estado de salud era bueno, sus médicos habían decidido que se quedase ingresado en un hospital madrileño por precaución.
Conscientes de la preocupación por el Premio Nobel, de 86 años, y de las especulaciones acerca de una posible neumonía derivada del Coronavirus, Álvaro Vargas Llosa, hijo mayor del peruano, emitía un comunicado en nombre de la familia a través de Twitter: “En vista de las informaciones que se están difundiendo en relación con el estado de salud de Mario Vargas Llosa, sus tres hijos, que estamos junto a él, compartimos esta breve declaración: Hace pocos días, en vista de algunas complicaciones relacionadas con el covid-19 fue ingresado en una clínica de Madrid. Gracias al tratamiento, su condición evoluciona favorablemente. Él y su familia agradecemos las muestras de cariño que estamos recibiendo”.
Y ahora han sido nuevamente sus hijos, Álvaro, Morgana y Gonzalo, inseparables de Mario en estos delicados momentos quienes han informado de su evolución en redes sociales, dando la mejor de las noticias: el escritor “ha vencido al Covid” y, después de varios días ingresado, este lunes ha recibido el alta hospitalaria y ya descansa en su domicilio: “Ahora, a casa a seguir con la recuperación”.
“Gracias a la ciencia que salva vidas y al personal médico por su dedicación. Les estaremos siempre muy reconocidos. Llevan años luchando contra esta pandemia. Toda nuestra admiración para ustedes” han expresado, agradeciendo a los sanitarios su labor y entrega.
Una gran noticia que los hijos de Vargas LLlosa han acompañado con varias imágenes de su padre instantes antes de abandonar el hospital. Más delgado pero con muy buen aspecto y ropa cómoda, el Nobel luce una sonrisa que refleja su alegría después de vencer al Covid.
En estos momentos el escritor se encuentra ya descansando en la madrileña casa de Isabel Preysler, que no se ha separado de él en ningún momento durante su ingreso hospitalario.