El siete es considerado un número cabalístico en las religiones del medio oriente, y coincidentemente, es la cantidad de personas que componen el jurado que desde el 11 de abril se encuentra escuchando las alegaciones de los actores Johnny Depp y Amber Heard. Ambos han pasado por la sala del Tribunal de Circuito del Condado de Fairfax, en Virginia, Estados Unidos en el marco de un bullado y mediático juicio, en el que se ha revelado que la pareja sostuvo una relación particularmente violenta.
Pero rebobinemos la cinta. Johnny Depp y Amber Heard se conocieron en 2009, en el rodaje del filme Diario de un seductor, dirigida por Bruce Robinson. El flechazo fue instantáneo y comenzaron una relación. Luego, hicieron avanzar el asunto y se casaron, en 2015.
Sin embargo, las cosas no resultaron y se separaron un año y tres meses después. En aquella oportunidad, fue Amber Heard quien solicitó el divorcio a través de una demanda en la que acusaba a Depp de malos tratos. Fueron a juicio, y el hombre tras Jack Sparrow desmintió todo.
En enero de 2017, ambos llegaron a un millonario acuerdo. La pareja firmó el divorcio, Heard retiró la demanda y ambos emitieron un comunicado donde explicaban las cosas ocurridas entre ellos: “Nuestra relación fue intensamente apasionada y, a veces, volátil, pero siempre con amor. Ninguna de las partes ha hecho acusaciones falsas para obtener ganancias financieras. Nunca hubo ninguna intención de daño físico o emocional”. Hasta ahí, todo iba bien.
La columna que lo cambió todo
Sin embargo, las cosas volvieron a encenderse entre ellos, y no precisamente del modo más romántico. En 2019, mientras el #MeToo removía cada uno de los cimientos de Hollywood, Amber Heard publicó un artículo en el Washington Post, el 18 de diciembre de 2019, como embajadora de los derechos de la mujer en la American Civil Liberties Union.
En su texto, Heard recordaba -sin nombrarlo- su relación con Depp: “Hace dos años, me convertí en una figura pública que representaba el abuso doméstico y sentí toda la fuerza de la ira de nuestra cultura hacia las mujeres que hablan”.
“Escribo esto como una mujer que tenía que cambiar mi número de teléfono semanalmente porque recibía amenazas de muerte. Durante meses, rara vez salía de mi apartamento y, cuando lo hacía, me perseguían drones con cámaras y fotógrafos a pie, en motocicletas y en automóviles. Los medios sensacionalistas que publicaron fotos mías las hicieron girar en sentido negativo. Me sentí como si estuviera en un juicio en el tribunal de la opinión pública, y mi vida y mi sustento dependían de una miríada de juicios que escapaban a mi control”.
Incluso, reveló comentarios que recibió por haber demandado a Depp: “Amigos y asesores me dijeron que nunca más volvería a trabajar como actriz, que estaría en la lista negra. Acababa de rodar una campaña de dos años como el rostro de una marca de moda global y la empresa me despidió. Surgieron dudas sobre si podría mantener mi papel de Mera en las películas Justice League y Aquaman”.
Por supuesto, Johnny Depp se sintió aludido por el artículo y decidió pasar a la ofensiva. En marzo del 2020 demandó a Heard por 50 millones de dólares en daños y perjuicios alegando difamación. “La insinuación del artículo de opinión de que el Sr. Depp es un maltratador doméstico es categórica y comprobadamente falsa. El Sr. Depp nunca ha abusado de la Sra. Heard”, dice la demanda.
Este es el juicio que en estos momentos se desarrolla en Virginia. El motivo por el cual Depp presentó la acusación en el estado de la costa este es porque el Washington Post se imprime justamente ahí, y no en Los Ángeles, California, donde residían.
Por su lado, Heard contraatacó y demandó a Depp por 100 millones de dólares porque considera que su exesposo estaba detrás de una campaña de desprestigio en su contra. Se trataría de “un intento de arruinar su vida y su carrera, simplemente porque fue víctima de violencia doméstica a manos del Señor Depp”, según comentaron los abogados de la actriz.
No es la primera vez que se ven en un estrado por algo similar. En 2018, Depp presentó una demanda contra el periódico británico The Sun, por un artículo donde lo describían como “golpeador de esposas”, sin embargo, la perdió.
Las recriminaciones de un binomio de amor bizarro
Durante el desarrollo del juicio, el mundo ha podido ver cómo ambos se recriminan mutuamente con duras acusaciones. La abogada de Heard, Elaine Bredehoft, comentó: “Amaba el lado de Johnny que vemos en las películas, carismático, encantador, generoso, es el hombre del que se enamoró. Pero desgraciadamente apareció el monstruo y este monstruo aparecía cuando bebía o tomaba drogas”, refiriéndose a cócteles de alcohol, medicamentos, cocaína, éxtasis y hongos alucinógenos.
Además, sus abogados presentaron en la corte mensajes de texto con contenido violento que Johnny Depp intercambió con allegados. “No quiero volver a ver a esa puta asquerosa de Amber”, le escribió a un amigo en abril de 2015, solo dos meses después de casarse.
“Vamos a quemar a Amber. ‘Voy a follar su cadáver quemado después para asegurarme de que está muerta’. Eso es lo que dijo usted que haría después de quemarla y después de ahogarla”, le dijo Depp a un amigo según afirmó el abogado Ben Rottenborn, representante de Amber Heard.
Asimismo, la defensa señaló que Depp le reconoció a Heard su mala conducta: ”Lo siento por ser menos (de lo que debería). Por haberte decepcionado, por mi comportamiento. Soy un jodido salvaje. ¡Tengo que acabar con eso! ¡Tengo que acabar con eso!”, decía el mensaje -citado por la defensa de la actriz- que Depp envío a su exesposa el 18 de diciembre de 2014.
En 2016, Heard acusó que Depp le lanzó un teléfono celular a la cara. Esto fue desmentido por Isaac Baruch, un viejo amigo de Johnny Depp y quien residía en el mismo edificio de la pareja. “Ella me dijo ‘me tiró un teléfono y me alcanzó’. Miré su frente, el lado de la cara, la mejilla, el cuello, el otro lado de la cara, y no vi nada”, dijo.
También declaró el ex terapeuta de la pareja, Laurel Anderson, quien no fue nada halagueño con sus antiguos pacientes, ya que afirmó que en la relación hubo “abuso mutuo”. Así lo explicó: “Ambos fueron víctimas de abusos en sus casas. Creo que él se mantuvo bajo control durante décadas hasta que con Heard se descontroló y se involucraron en lo que vi como un abuso mutuo”.
Anderson agregó que la actriz de Aquaman reconoció que también golpeaba a su exesposo. “Si Depp iba a irse para rebajar la intensidad de la pelea, ella le pegaba para mantenerlo allí porque prefería estar en una pelea a que él se fuera”.
Depp aseguró: “Hubo discusiones y cosas así pero nunca llegué al punto de pegarle a Heard de ninguna manera ni he pegado a ninguna mujer en mi vida”. Aunque reconoció el consumo de drogas. ”He tomado sustancias a lo largo de los años, de vez en cuando, para adormecer los fantasmas, los espectros, que me acompañaban desde mi juventud”. Sin embargo, apunto que “no es un maníaco que necesita estar drogado o cargado todo el tiempo”.
Además, acusó a Heard de ser violenta con él. “Me diezmaba verbalmente con una especie de fuego rápido, un desfile interminable de insultos. Parecía puro odio hacia mí. Si me quedaba a discutir, estaba seguro de que eventualmente iba a escalar a la violencia y a menudo eso sucedía. En su rabia y su ira, ella golpeaba. Empezaba con una bofetada. Podía empezar con un empujón. Podía empezar, ya sabes, tirándome el control de la televisión a la cabeza. Podía ser tirándome una copa de vino en la cara”.
Incluso, Depp acusó a la actriz de haberle cercenado un dedo de la mano al lanzarle una botella de licor luego de una fuerte discusión. “Después del incidente en el que Heard arrojó la botella de vodka, arrojó la segunda botella de vodka hacia mí, que cortó la parte superior de mi dedo y rebanó los huesos, fue entonces cuando comencé a sentir lo que yo considero que fue probablemente una especie de crisis nerviosa”, confesó el actor.
Sobre lo mismo, este lunes en el juicio se escucharon grabaciones de audio en las que Depp se refería a la violencia que podría surgir si sus discusiones se intensificaban. “El siguiente paso, si no me marcho... será un baño de sangre, como lo fue en la isla”, dice en el actor en el registro.
Incluso, Depp aseguró que Heard dejó “restos fecales humanos” en su cama días después de separarse. “Era tan raro y tan grotesco que solo pude reír”, dijo el intérprete.
Se espera que el juicio continúe un par de semanas más y que incluya la declaración de testigos famosos a favor de uno u otro. Se menciona a Elon Musk, Ellen Barkin, Paul Bettany y James Franco. Al final, veremos para quién resultó más cabalístico el número 7.