Andy Warhol se remata: la historia tras la mayor subasta de arte de los últimos tiempos
Se trata de la colección personal de los hermanos Thomas y Doris Ammann, dos icónicos marchantes del siglo XX. Las 96 obras que serán subastadas por la casa Christie’s incluyen cuatro trabajos de Warhol, entre ellos, el icónico cuadro Shot sage blue Marilyn, uno de los ejemplares más destacados de la colección y que se ha robado la atención de la prensa internacional. Aquí, la historia detrás de las piezas del máximo referente del arte pop que formarán parte de la subasta artística más importante de los últimos años.
El próximo lunes 8 de mayo se llevará a cabo un hecho histórico. La colección personal de los hermanos Thomas y Doris Annmann, dos pesos pesados del mundo merchante, será subastada por la casa Christie’s en el marco de la recaudación de fondos para la fundación levantada por el mayor de los Ammann en 1977, dedicada a apoyar diversos proyectos sociales que beneficien a los niños de todo el mundo.
El patrimonio artístico de los fallecidos comerciantes y filántropos destaca por incluir obras de varios artistas, como Brice Marden, Martin Kippenberger y Robert Ryman. Además, son pinturas y esculturas que nunca antes habían sido comercializados. En palabras de Marc Porter, presidente de Christie’s Americas, se trata de “una cápsula del tiempo realmente interesante de los artistas que más les importaban”.
Entre ellos, hay un nombre crucial que se repite. Andy Warhol no sólo fue uno de los creadores más importantes de la corriente del pop art, sino que fue uno de los amigos íntimos de Robert Ammann, al que conoció cuando éste trabajaba en la Galería Bruno Bischofberger en Zurich.
Por demás, es una obra de Warhol la que lidera la subasta: Shot sage blue Marilyn, el icónico y colorido cuadro que retrata a la diva cinematográfica más famosa de Hollywood. Se espera que la pieza alcance los 200 millones de dólares, lo que la transformaría en la pintura del siglo XX más cara en ser subastada.
¿De dónde vienen las obras de Warhol que estarán presentes en la primera parte de la subasta de Christie’s? A continuación, sus historias.
Shot sage blue Marilyn
Corría agosto de 1962 cuando Marilyn Monroe era encontrada muerta en su casa ubicada en Los Ángeles. Su ama de llaves se percató de que algo no andaba bien cuando, a las 3 de la mañana, le habló a través de la puerta, pero no obtuvo respuesta. Se contactó con el psiquiatra de su jefa, que llegó a los pocos minutos e irrumpió en la habitación a través de la ventana. Allí, vio que Marilyn yacía fallecida en su cama por una sobredosis de fármacos que superaba varias veces el consumo recomendado.
La causa de su muerte fue clasificada como “posible suicidio”, aunque una serie de irregularidades alrededor de su deceso despertaron la duda sobre el real motivo de su fallecimiento, a los 36 años de edad.
Un mes antes, en julio, Andy Warhol realizaba su primera exposición individual en la galería Ferusel de California. Su debut marcó el inicio del movimiento pop art en la costa oeste de Estados Unidos, movimiento artístico donde su nombre es un indispensable.
La partida de Marilyn fue un hito que remeció a toda la sociedad estadounidense. Y el artista no estuvo ajeno al impacto. Por la misma época, Warhol realizaba sus primeros acercamientos con la serigrafía, que muy pronto se transformó en su técnica predilecta. Era un método rápido y sencillo que, además, le permitía realizar modificaciones a las imágenes una y otra vez.
Así, a pocos días de la muerte de Marilyn, comenzó a trabajar en una serie dedicada a la actriz con la que, además, perfeccionó su uso de la técnica. Fue una de las primeras pinturas donde el estadounidense aplicó la serigrafía, al mismo tiempo en que se inició en una práctica que sería frecuente en su obra: los retratos de famosos, que eran construidos a partir de fotografías tomadas por el mismo Warhol (aunque Marilyn nunca posó para él).
La serie inspirada en la actriz fue construida a partir de una imagen promocional de la película Niágara, traducida al español como Torrente pasional. El filme fue dirigido por Henry Hathaway y protagonizado por Marilyn Monroe y Joseph Cotten. Estrenado en 1953, su proyección fue todo un éxito en Estados Unidos, y es considerada por varios críticos como la película que consagró la fama de la actriz. Warhol recuperó la fotografía y la transformó en una iconografía de los sesenta, posicionándola como uno de los registros más famosos de Monroe.
Marilyn era la estrella del momento dentro del star system hollywoodense y murió dentro del apogeo de su carrera. A fines de los cincuenta e inicios de los sesenta, su nombre ya estaba consagrado como uno de los más reconocidos del cine. Su belleza y la impronta de símbolo sexual la llevaron a ser señalada como la mujer más deseada de la época, condensando todos los elementos de la americanidad que Warhol buscaba retratar en sus obras.
Su rostro epresentaba ese estatus de celebridad que siempre fascinó al artista. Sobre lo que subyace a los cuadros de Marilyn, hay muchas interpretaciones que apuntan a que sería una referencia sobre la sociedad mercantil, que ve a las personas como productos. En su artículo Andy Warhol and Orange Marilyn, el crítico de arte Roger Kamholz apunta a que “en sus retratos (Warhol captura) las múltiples máscaras y disfraces que parecían obscuras, pero protegían y definían a Monroe: la actriz, el sex symbol, la inocente ingenua y el producto de Hollywood”.
Pero el estadounidense no profundizaba más allá sobre el significado de su arte. Simplemente decía: “si quieres saber todo sobre Andy Warhol, basta con ver mis pinturas y películas y allí estoy. No hay nada más”.
La primera obra con la imagen de la actriz fue Díptico de Marilyn, formado por cincuenta reproducciones de su rostro, las primeras 25 compuestas por colores brillantes y la otra mitad copiada en blanco y negro, representando la antítesis entre la vida y la muerte.
Flowers
Originalmente, se trató de una serie compuesta por múltiples cuadros que representaban la misma fotografía, pero con distintos patrones de color. Esta fue otra de sus obras creadas a través de la serigrafía, que fue expuesta en la Castelli Galery de Nueva York en 1964.
La muestra estaba formada por 28 piezas de 24x24 pulgadas que colgaban de una de las paredes del recinto. Es considerada como una de las obras más características de su temática sobre las formas mecánicas y comerciales de reproducción, un tópico que atravesó toda su carrera.
Sobre su interés por ese tipo de representaciones, declaró en una entrevista dada en 1963 que “la razón por la que pinto de esta manera es porque quiero ser una máquina, y siento que todo lo que hago y hago como una máquina es lo que quiero hacer”.
Sin embargo, también fue el primer trabajo que le significó problemas legales. Warhol sacó la imagen de las flores de un ejemplar de la revista Modern Photography. El artista recortó y giró la foto original antes de intervenirla, pero eso no fue impedimento para que su autora la reconociera en los cuadros de Warhol.
Así, en 1966, la fotógrafa Patricia Caulfied lo demandó por hacer uso de su foto sin permiso, la que además le significó una gran retribución económica gracias a la venta de sus pinturas en la galería de Leo Castelli. Para la suerte de Warhol, el asunto se cerró con un acuerdo extrajudicial que no sólo implicó que el artista abonara la suma correspondiente a los derechos de autor, sino que también lo llevó a regalar varios cuadros de la serie a la fotógrafa y su abogado.
GE/Skull, con Jean-Michel Basquiat
A lo largo de su carrera, Warhol destacó por ser uno de los principales promotores del circuito artístico de Nueva York. Además de organizar fiestas y encuentros, solía contratar asistentes que lo apoyaban constantemente en la realización de sus obras.
Pero su relación con Jean-Michel Basquiat fue distinta. Lejos de ser un ayudante, Basquiat fue uno de los compañeros creativos más importantes de Warhol, con quien compartió estudio y viajes, y pintó varios cuadros en conjunto.
La prensa de la época rumoreaba con el morbo de un supuesto noviazgo entre ambos (la sexualidad de Andy Warhol fue un tema de interés recurrente para los medios), pero lejos de lo romántico, su compleja relación estuvo marcada por la complementariedad de dos genios de las artes visuales.
Paige Powell, fotógrafa y marchante de arte durante los años ochenta, fue pareja de Basquiat durante los años en que trabajó junto a Warhol. Su testimonio fue fundamental para retratar la amistad entre ambos artistas: “Lo que hubo entre Jean-Michel y Andy no fue algo romántico, sino simbiótico. Pintaron obras juntos, compartieron estudio y viajes ocasionales. Pero no fueron amantes ni nada parecido. Simplemente se necesitaban el uno al otro. Jean-Michel era hipnótico, poético, enérgico, extremo e impulsivo. Andy era divertido pero formal, poético, pero desde ángulos muy distintos. Jean-Michel idolatraba a Andy. Y Andy siempre estaba en busca de algo nuevo y enérgico”, recordó en 2019 para el diario El País.
Tampoco fue una relación libre de complicaciones. A través de sus diarios, Warhol dejó constancia de varios episodios del período de tiempo en que compartió con Basquiat. En 1985, una crónica publicada por el New York Times sobre una de las exposiciones que levantaron juntos afirmaba que Basquiat era la “mascota” de Warhol. Esas líneas fueron suficientes para dañar por bastante tiempo la amistad entre ambos.
La pintura registrada en la colección de los hermanos Ammann como GE/Skull es una de las obras que registran la simbiosis artística entre Warhol y Basquiat, ambos fallecidos durante la década de los ochenta.
Heinz tomato ketchup box
Otra de las temáticas más famosas de su carrera tiene que ver con la representación en serie de diversos objetos cotidianos. Latas de sopa Campbell, botellas de Coca-Colay los envases de las esponjas para lavar de la marca Brillo son algunos de los productos que inspiraron a Warhol, tanto como Marilyn Monroe o Elvis Presley.
Una de estas obras, donde el artista representa una caja de kétchup de la marca Heinz, es parte de los artículos que serán comercializados por Christie’s. La casa de subastas estima que su valor oscila entre los 250 mil y los 350 mil dólares.
Sobre el motivo por el cual le parecía importante relevar artísticamente este tipo de productos, Warhol declaró: “lo que es genial de este país es que Estados Unidos ha iniciado una tradición en la que los consumidores más ricos compran esencialmente las mismas cosas que los más pobres. Puedes estar viendo la tele, ver un anuncio de Coca-Cola y sabes que el Presidente bebe Coca-Cola, Liz Taylor bebe Coca-Cola y piensas que tú también puedes beber Coca-Cola. Una cola es una cola, y ningún dinero del mundo puede hacer que encuentres una cola mejor que la que está bebiéndose el mendigo de la esquina. Todas las colas son la misma y todas las colas son buenas. Liz Taylor lo sabe, el Presidente lo sabe, el mendigo lo sabe, y tú lo sabes”.
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