La serie 42 Días en la oscuridad arranca con un clásico recurso narrativo: un flashforward, una prolepsis. Lo ejecuta para aterrizar en el momento en que la policía realiza las pesquisas en la casa de Verónica Montes (Aline Küppenheim), luego de que su marido, Mario Medina (Daniel Alcaíno), los llamara, atónito, para contarles que sintió un olor extraño y encontró el cuerpo de su esposa en la buhardilla de su hogar. Un hallazgo horroroso a 42 días de la desaparición de la mujer, el 29 de junio de 2010.
Luego, estableciendo la linealidad de su historia, la ficción se instala en aquella mañana en que se perdió el rastro de la contadora. El padre va a dejar al colegio a sus hijas en común, Karen (Julia Lübbert) y Emilia (Monserrat Lira), llama por celular a Verónica antes de las 8 y llega a su oficina con una expresión de pesar, como identificará más tarde su secretaria.
A grueso modo, todos son hechos que tienen paralelo con los antecedentes del caso de la desaparición y homicidio de Viviana Haeger, en Puerto Varas en 2010, la historia real de la que la primera serie chilena de Netflix toma inspiración. Compuesta de seis capítulos –todos estrenados ayer en la plataforma–, la producción se atiene a varios elementos descritos en el libro Usted sabe quién. Notas sobre el homicidio de Viviana Haeger (Catalonia-Periodismo UDP, 2019), de Rodrigo Fluxá, jefe de guión de la historia, aunque añade las licencias propias de la ficción. Aquí, una revisión por los principales puntos.
*Las primeras horas tras confirmar la desaparición
En la historia dirigida por Claudia Huaiquimilla y Gaspar Antillo es el propio Mario Medina quien se acerca a la policía para informar sobre la desaparición de su esposa. Y el que luego declara que, mientras estaba en el banco, lo contactó una persona para extorsionarlo por el presunto secuestro de su mujer. Pronto la policía se entera de que esa llamada se realizó desde un cifercafé, donde el testimonio de un empleado permite realizar un retrato hablado del sospechoso.
Aunque se excluyen detalles clave de esas primeras horas y se cambian todos los nombres (el Parque Stocker aquí es Altos del Lago), la serie se apega a lo que se vivió durante el inicio del caso Haeger. Un ejemplo: Jaime Anguita se restó de participar de las primeras labores de búsqueda de su esposa, tal como se ve en la historia con Medina.
*El abogado y su equipo
Víctor Pizarro (Pablo Macaya) carga con buena parte del peso de la trama. Junto a dos viejos colegas, Nora (Amparo Noguera) y Braulio (Néstor Cantillana), se adentran en las vísceras del caso, hasta que el primero logra la representación de la familia Montes. Mientras la policía falla en sus diligencias, el abogado busca nuevas pistas, muchas veces adelantándose a los pasos de los autoridades a cargo.
Aunque ese rol se inspira en un personaje real -el abogado Sergio Coronado, que representó a la familia Haeger-, la ficción le otorga una participación mucho mayor en la historia, incluso profundizando en la difícil relación con un hijo (Iván Cáceres). De todos modos, hay detalles que se conservan sin grandes variaciones, como que una mujer que conocía de un juicio anterior es quien le cuenta que sabe quién mató a la mujer desaparecida, reabriendo la investigación.
*Los hermanos de la mujer desaparecida
La familia Montes la componen en la historia Cecilia (Cecilia Di Girolamo) y Ricardo (Nelson Polanco), con fuerte preponderancia en el primer personaje. Ella vive en el mismo condominio que su hermana Verónica –junto a su esposo, interpretado por Daniel Muñoz– y sus puertas están apenas separadas por una caminata de segundos.
Pero en la ficción no son descendientes de alemanes ni tan numerosos como el clan que los inspira. Los Haeger eran seis hermanos y una de ellas, Magaly, era gemela de Viviana Haeger. En tanto, Mónica Haeger era la hermana que vivía a pasos de la mujer desaparecida y en en quien se inspira principalmente el papel de Di Girolamo.
*La hija mayor
Julia Lübbert (Rara) es quien interpreta a Karen, la hija mayor del matrimonio de Mario y Verónica. Su madre queda de pasarla a buscar al colegio y llevarla a almorzar al Café Inglés. Pero esta no llega y la adolescente no puede contactarla desde su celular porque le queda poca batería. También es la primera que ingresa a la casa y se da cuenta de su desaparición. Tales episodios tienen pleno correlato con lo que vivió durante las horas iniciales la hija mayor de los Anguita-Haeger, Vivian (con leves cambios, como que en la realidad habían quedado de ir al Café Danés)
Dos ajustes que realiza la serie: Karen no tiene pololo y está en Chile junto a su hermana menor cuando toman detenido a su padre, en el momento que un extrabajador lo acusa de haberlo contratado para matar a Verónica. La historia cuenta que Vivian pasó mucho tiempo junto a su pareja en las primeras horas de la desaparición de su madre y que estaba estudiando en Alemania cuando su papá cae en prisión preventiva.
*La mamá de Verónica Montes
La madre de la mujer desaparecida, encarnada en la historia por Gloria Münchmeyer, se entera posteriormente de la noticia. Es una mujer mayor y de campo que no está al centro de las diligencias, aunque la serie le dedica momentos dramáticos poderosos.
En la realidad, en principio la familia Haeger le ocultó la información a su madre, Delia Massé, pero se enteró prontamente y mantuvo un primer diálogo con el esposo de su hija que la serie no reproduce. En esa conversación Jaime Anguita, según recoge el libro Usted sabe quién, le habría comentado que “se la llevaron dos hombres y una mujer, pero ya va a aparecer”, algo que hasta ese instante no le había comentado ni a la policía ni a su círculo.
*La película Heaven’s burning
Al final del primer capítulo se ve cómo Pizarro y sus amigos se enteran de que Verónica Montes había comprado una película en un videoclub. Titulada Heaven’s burning, es una cinta australiana de 1997 con Russel Crowe sobre una mujer que finge su secuestro en plena luna de miel para huir con su amante.
En la realidad, Viviana Haeger, según la policía encontró en sus papeles personales, arrendó y luego adquirió ese filme. De acuerdo con lo que recoge el libro Usted sabe quién, “la teoría del autosecuestro (…) se le grabó en la cabeza a varios policías y al primer fiscal a cargo de la causa”.