Prometía ser el evento del año, y quizás de la década. A mediados de 2018, la productora local Empire Digital Entertainment Group anunció una pequeña gira que reunía en Chile a Daddy Yankee con Luis Fonsi, los hombres del momento tras su mega hit Despacito, la canción más escuchada del 2017 y que significó casi una revolución cultural: a partir de ahí, lo urbano se impuso como ritmo y el español como idioma en el cancionero global.
De alguna forma, con la gira se esperaba capitalizar el éxito arrasador del single.
Hasta hoy, la canción es una de las más escuchadas de “Legendaddy”. Es el quinto tema a su nombre con más reproducciones en Spotify, con la friolera cifra de 1.389.166.496 plays. En el caso de Fonsi, es su canción top 1.
La gira que unía al exitoso tándem en Chile tenía contempladas tres fechas: 5 de octubre en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso, de Coquimbo; 6 de octubre en el estadio Ester Roa, de Concepción; y cerraba el 7 de octubre en el estadio Bicentenario de La Florida, en Santiago.
Incluso, en agosto se anunció la venta de entradas a través del sistema Puntoticket.
“Sumar a Fonsi no fue el acuerdo inicial”
Sin embargo, las cosas no resultaron según el bombástico anuncio. Todo se empezó a desmoronar.
El 20 de septiembre de 2018, la noticia del día dejaba atónitos a los fans chilenos. Daddy Yankee cancelaba su participación en la gira y no se presentaría en nuestro país. El anuncio fue hecho desde El Cartel Records, la productora de la cual Daddy Yankee es dueño y lanzó una dura acusación como motivo: “Incumplimiento de contrato por parte de la firma Empire Digital Entertainment Group”.
A renglón seguido añadió: “El artista líder de la música urbana no podrá presentarse ante su fanaticada chilena debido a que la empresa no cumplió con los términos de pago estipulados en el contrato, entre otros incumplimientos”.
Tras el balde de agua fría, la productora Empire Digital Entertainment publicó su punto de vista, en que por supuesto, negaban las acusaciones del cantante: “Desmentimos completamente las acusaciones infundadas emitidas por el artista en sus redes sociales”. Y aseguraron que la cancelación de los conciertos se debía a exigencias no estipuladas en el acuerdo e impuestas de forma unilateral por el artista, las que guardarían relación con la presencia de Luis Fonsi. Según el texto, Yankee se habría negado a compartir escenario con su compatriota.
Y por supuesto, vino respuesta desde la oficina que maneja al hombre de Gasolina en EE.UU explicando el asunto: en un principio, la productora chilena sólo habría ofrecido al reggaetonero tres shows en solitario en dichas ciudades. Y ya con el acuerdo cerrado, habría sumado de modo unilateral y de forma abrupta a Fonsi. Sin consultar ni mediar un sondeo previo.
Por entonces, Edwin Prado, abogado del cantante de Lo que pasó, pasó, explicó a La Tercera: “Ellos quieren tergiversar para esconder la verdad. Si Daddy Yankee es contratado para unos recitales y le suman otro artista, él lo tiene que aprobar primero. Si le suman los Rolling Stones o a quién sea, es algo que debe conocer y aprobar. Sumar a Fonsi no fue el acuerdo inicial”.
De esa manera, y ya enterados que el espectáculo ahora sería de a dos, los representantes de Daddy Yankee subieron sus tarifas y sumaron más exigencias: “Es lo que haría cualquiera. Si te suman a otro nombre internacional, las condiciones y los costos cambian. Sólo íbamos a seguir con este show si nos pagaban lo que correspondía, pero no lo hicieron”, señaló Prado a La Tercera. Así, empezaron unas tensas negociaciones entre ambas partes para tratar de llegar a la luz al final del túnel.
Sin embargo, desde la productora señalaron que Yankee comenzó a realizar exigencias “abusivas” -las que apuntaban, por ejemplo, a quién abría el recital- y que, pese a intentar un acuerdo, fue el cantante quien decidió cancelar todo de forma unilateral.
Por eso, el 20 de septiembre, la oficina de Daddy Yankee interpuso una demanda contra los productores chilenos en el Tribunal Federal de Puerto Rico -que funciona bajo la jurisdicción de la Corte de Estados Unidos- por incumplimiento de contrato. Su objetivo, señalaron aquella vez, era lograr una indemnización y algo más: “Esto puede afectar mucho la imagen de Daddy y su plusvalía, se le hace mucho daño”, dijo Prado a La Tercera.
Cancelada la gira, se debió comenzar el proceso de devolución de entradas pocos días después, el 24 de septiembre a través del sistema Ticketplus.
Sin embargo, los fanáticos chilenos de reggeaton pudieron disfrutar de Daddy Yankee al año siguiente, 2019, con dos fechas en el Movistar Arena: 8 y 9 de marzo, las que fueron sus últimas presentaciones en nuestro país. Esa vez, fue Bizarro la productora a cargo de esas fechas, la misma que lo trae en este 2022, con la fecha anunciada para el próximo 29 de septiembre en el Estadio Nacional y con entradas a la venta este miércoles (preventa) y jueves (venta general).
Consultados por Culto, desde la productora Empire Digital Entertainment no hubo respuesta para esta nota. De hecho, sus redes sociales no las actualizan desde 2018, justo para los anuncios de la frustrada gira en conjunto de ambos astros de la música latina. De ahí, hasta donde se ve, la productora involucrada no tuvo mayores actividades.