Durante seis semanas nos enteramos de demasiadas cosas que no queríamos saber del matrimonio que tuvieron Amber Heard y Johnny Depp. En el juicio donde ambos interpusieron demandas por difamación, el uno contra el otro, supimos de las múltiples veces que ambos discutieron, se humillaron o se lanzaron cosas. De que él la trató de “bruja”, ella de “gordo, viejo y sin estilo”. De una pelea donde él se rompió parte de un dedo y dejó paredes con sangre (hasta se mostraron fotos de aquello). Que otra vez, y tras una discusión, Heard había dejado “materia fecal humana” en el lado de la cama de Depp. Lo narró él mismo sobre el estrado.
El juicio más mediático de los últimos años se convirtió en un show vulgar, más propio de un reality estadounidense. Es inusual que las celebridades lleguen a juicio, precisamente porque logran un acuerdo previo, para evitar que se sepan intimidades. Acá, los protagonistas fueron incitadores del show y la gente se divirtió viendo, como si se tratara de un circo romano, cómo un exmatrimonio famoso se sacaba los ojos, al estilo La guerra de los Roses, esa película donde Kathleen Turner y Michael Douglas se propinaban ataques similares a Heard-Depp.
La realidad supera la ficción y las cifras constatan que el interés que hubo por el juicio supera al de OJ Simpson por asesinato, en los 90, porque en ese tiempo no había redes sociales ni viralización. El canal de YouTube Law and crime, que ahora emitió todas las audiencias, acumula más de 600 millones de reproducciones con esos videos. En TikTok, el hashtag #johnnydeppvsamberheard suma 1.200 millones de visualizaciones. En Twitter y Facebook hubo miles de memes y gif, donde la actriz de Aquaman se convirtió en villana. No había dos barras: solo una y a favor de Depp. La locura llegó a tal nivel que medios de comunicación discutían sobre por qué Heard usó en dos oportunidades la misma ropa o que Depp llegaba con chaquetas similares, como si se tratara de un evento de moda. Otros fueron más lejos: especularon que Depp y una de sus abogadas, Camille Vásquez, tendrían un romance. En Twitter fue TT el apellido de ambos, pidiendo que estuvieran juntos. Ese nivel de delirio.
En el epílogo, el tribunal los condenó a ambos, aunque Heard deberá pagar US$ 10 millones y Depp “solo” US$ 2 millones. Ha sido su triunfo, sumado al de redes sociales. El miércoles, y tras el veredicto, el actor de El joven manos de tijeras subió a su Instagram una declaración diciendo que el jurado “me ha devuelto la vida”. En 24 horas su post tenía 11 millones de likes y su cuenta había añadido tres millones de seguidores nuevos. Seguramente Hollywood ha tomado nota de aquello: quienes auguraban que Depp tenía destruida su carrera, se han equivocado. Vimos en vivo, en directo y por TikTok el renacer de su trayectoria. A costa, claro, de exponer su vida.