Paul McCartney: la biografía. Un título simple pero elocuente.
Así se llama el libro de casi 800 páginas del periodista inglés Philip Norman, donde da cuenta -hasta el detalle más mínimo y obsesivo- de la vida y obra del ex Beatle. Es, por lejos, la más grande y meticulosa biografía que se ha escrito sobre su existencia, desde su niñez hasta sus días como un adulto mayor que se resiste a concluir la función
Un proyecto que contó con el beneplácito del propio artista, pese que Norman nunca había sido demasiado condescendiente con su figura y con su carrera desde sus reportes en los años 60. Cuano el profesional se embarcó en la iniciativa, envió un correo electrónico a Macca a través de sus representantes para que aprobara de forma tácita la idea de la biografía, ya que esa era la única forma de acceder a muchos cercanos que podían otorgarle información fidedigna y reveladora de la épica Beatle.
Norman -que también ha escrito obras acerca de John Lennon, Mick Jagger y Elton John- esperó de brazos cruzados y sin ninguna esperanza. Sin embargo, semanas después de su solicitud, recibió un correo del propio hombre de Hey Jude: contaba con la autorización no sólo para aventurarse en el libro, sino que también para entrevistar a un grupo numeroso de personajes cercanos.
El triunfo del reportero quizás tenía una hebra pretérita. Siendo un veinteañero en el periódico Northern Echo, de Newcastle, entrevistó en 1965 a The Beatles en camarines previo a un show en la ciudad y, por lejos, Paul se había comportado como el más amistoso.
“Es que eran muy amigables. Yo no era un periodista de renombre. Yo los seguí hacia su camarín, especialmente a Paul, y todos fueron muy amigables conmigo, a excepción de George, quien solamente se quedó sentado mirando la televisión y viendo Los Vengadores. Sin embargo, todos me hicieron sentir muy bienvenido, incluso él. Yo había recientemente escrito sobre Los Beatles, en un diario más bien local, y aparentemente ellos habían leído mi biografía y sabían sobre mi amor sobre las guitarras, por lo que George me dijo ‘mira, acá hay una’ y me la pasó. Él me decía ‘siéntela, es muy liviana’, y el también me decía que era una guitarra barata, pues el era una persona ahorrativa, ‘soy tacaño’, me decía, lo cual sabemos, no era cierto”.
“Paul también me pasó sin problemas su clásico bajo Höfner modelo violín para que lo tocara y para que viera que no era tan pesado y era fácil de mover en el escenario”.
“En general, me sentí muy cómodo hablando con ellos, era como si me podía quedar ahí todo el tiempo que yo quisiera, cuando ellos fácilmente podían darle una señal a su asistente Neil Aspinall, y decirle ‘ya, es suficiente’, para que así Neil me sacara de ahí, pero ellos no me sacaron, porque ellos eran los adorables Beatles, y ellos no me sacarían de su camarín. Ellos eran siempre demasiado amables”, relata Norman, al teléfono con Culto desde Inglaterra.
-¿Qué diferencia vio en esos momentos de 1965, en plena Beatlemanía, entre McCartney y el resto de los Beatles?
La verdad es que yo no me daba cuenta de la diferencia que había entre ellos en ese entonces. Todos usaban el mismo tipo de sweater con cuello tortuga, el mismo sweater que usan en la portada de uno de sus álbumes (With The Beatles), entonces todos parecían estudiantes de arte. Paul estaba con esa misma ropa y se movía de un lado a otro antes de comenzar la entrevista, como si estuviese buscando a alguien, él se veía mas activo, y si bien yo no era consciente de que él fuese diferente, sí notaba un aire distinto, él se veía mucho más refinado que los demás, cómo más sofisticado que los otros, y al mismo tiempo parecía ser el que más disfrutaba de la locura de la Beatlemanía.
“Yo los vi tocar en Portsmouth, y los minutos al comienzo de la presentación eran realmente un caos, los gritos... Mientras comenzaba la música, alguien lanzó un oso de peluche al escenario, el que él tomó y sentó sobre su bajo, dejándolo ahí durante toda la presentación. Él parecía disfrutar de la atención, de la adulación más que los otros”.
-Su entrevista a McCartney en The Beatles es previa al período de Sgt. Pepper’s o Magical Mystery Tour, a partir de 1967, cuando él parece tomar un mayor control sobre la banda. Pero, ¿diría que él desde siempre actuó como un líder y un motor dentro de los Beatles?
No, era diferente. Los Beatles fueron una banda de dos niveles, como los Rolling Stones, que también eran un grupo de dos niveles. Y estos dos niveles eran definidos por la clase, pues todo en Inglaterra solía definirse por clases. Entonces John Lennon, que aparentaba ser un héroe de la clase trabajadora, realmente había sido criado dentro de una clase social más acomodada, así como Paul, que si bien tenía un origen de clase trabajadora, también tenía una madre que era enfermera, y las enfermeras pertenecían a la clase media, por lo que ambos eran realmente parte de la clase media. George y Ringo pertenecían realmente a la clase trabajadora, y eso dividía al grupo, lo que derivó en que Paul y John fueran quienes escribieron la mayoría de las canciones. Ahí es donde el poder se dividía.
Los Beatles fueron una banda de dos niveles, como los Rolling Stones, que también eran un grupo de dos niveles”
-McCartney conoce a Lennon en 1957 y este último queda impresionado con su manera de tocar y lo suma a su grupo de ese entonces, los Quarrymen. ¿Cuál fue la importancia de Paul en el origen del conjunto?
Bueno, él fue quien quería que la banda fuese más profesional, el siempre lo quiso, incluso de antes de que la banda se llamara The Beatles, cuando sólo se llamaban The Quarrymen. Paul fue el que siempre dijo que debían usar ropa combinada, que nunca debían llegar tarde a los shows, y él lograba hacer eso de una forma en la que no parecía un líder, sino que más bien un asistente. Así lograba que por ejemplo John no sintiese que alguien le estaba diciendo lo que tenía que hacer. John era un poco más rebelde en ese sentido, con las chicas, las cervezas, en cambio Paul siempre tenía la idea de que debían ser profesionales. Incluso en los inicios, cuando empezaron a tocar en Hamburgo, Paul decía que ellos nunca podían saber quién los iría a ver a alguno de los clubes, por lo que tenían que ser respetuosos con la audiencia. De esa forma los guiaba y ayudaba.
-Cuando el mánager Brian Epstein muere en 1967, ¿es Paul quien finalmente logra mantener unida a la banda y permite que pueda sobrevivir con grandes proyectos hasta 1970?
No, no realmente. Es decir, de hecho la gran fecha importante fue en 1969, cuando Allen Klein se transforma en el mánager de The Beatles. Fue aquí cuando Paul comenzó a tener su gran momento creativo, como en su minuto el Magical Mystery Tour; él mantuvo al grupo con proyectos, aunque lamentablemente sin Brian para guiarlos, por lo que tales ideas no fueron lo suficientemente exitosas, como el propio Mystery Tour o el proyecto Get Back que luego derivó en Let it Be.
“Pero ellos estaban a la deriva, uno de los nombres más poderosos de la industria musical estaba sin rumbo, sin nadie que los guiara, y la gente que había sido asistente de Brian intentaban hacerlo, pero no lo lograban. Brian los alimentaba y cuidaba como si fuesen sus hijos. Brian estaba enamorado de John, en un momento en el que ser gay no era bien visto en Inglaterra, y si bien Paul era el más apuesto del grupo, Brian estaba enamorado de John…y sí, durante esos años sin Brian, estuvieron completamente perdidos, y ahí es cuando Paul quiso nombrar como mánager al padre de quien sería su esposa, Linda Eastman. Habría sido un excelente mánager, pero al final se decantaron por Klein, quien era un contador muy rudo y de mala reputación en Nueva York, alguien a quien Paul no soportaba.
-A propósito del fin de The Beatles, ¿qué le pareció el filme Get Back, de Peter Jackson, donde precisamente se retrata ese período?
No me gustó. De hecho, es (una película) ridícula.
-¿Por qué?
Porque son casi ocho horas sobre las políticas de grabación en la música pop, cuando Jackson hizo lo mismo en torno a la Gran Guerra, con 20 millones de muertes resumidas en dos horas (N. de la R.: se refiere al documental Jamás llegarán a viejos, acerca de la Primera Guerra Mundial). Ocho horas sobre las características de la industria de grabación de la música pop y cómo se actúa dentro de ella, es demasiado. Además, sólo para mostrar que al final todos se aman. Creo que es simplemente basura.
-¿Pero le ve alguna contribución al menos a las imágenes que muestra la película, lo que luego derivó en el disco Let it Be?
Bueno, parte de ella fue hecha en tiempo real, con imágenes de Los Beatles ensayando, o en la presentación que hicieron sobre el techo de Apple en 1969. Y Los Beatles sonaban pésimo, sonaban como una banda tributo la mayoría del tiempo. Pero hubo momentos interesantes, ya que Jackson solamente juntó parte de las grabaciones que habían sido realizadas por el director original, Michael Lindsay-Hogg. Sólo hizo una version larga de lo de Lindsay-Hogg.
-Volviendo a su biografía, ¿cómo definiría usted la relación entre Lennon y McCartney? Derek Taylor la llamó “el mayor romance del siglo XX”.
Sí, fue Derek Taylor quien la llamó así y esta es una historia de amor entre dos hombres jóvenes, todo lo que pasó entre ellos y cómo se transformaron en algo tan enorme y que se mantiene hasta hoy en la memoria de todo el mundo.
“Para comenzar, ellos eran dos personajes completamente diferentes, pero cada uno tenía algo del otro. Paul estaba muy interesado en los ritmos y él podía componer melodías inéditas, lo que era poco común, pero a él también le gustaba mucho el rock and roll, le gustaba Jerry Lee Lewis y Little Richard. John era el rudo rocanrolero, pero teniendo también un lado muy romántico. Entonces se daba una simbiosis en su proceso creativo, y así uno podía comenzar una canción y el otro la terminaba: eso es el mejor ejemplo de cómo funcionaban. Eso pasa en la canción A Day in the Life, que es una canción más bien oscura, que tiene un toque tipo Oscar Wilde. Esa canción es oscura, pero también hay partes más alegres, que son las que creaba Paul. Y esto es lo que hace que su música sea tan brillante, la presencia de dos estados de ánimo distintos, y esto se ve desde sus inicios”.
“Ellos escribían la mayor parte de sus canciones mientras estaban de gira, por lo que solían sentarse en una habitación de hotel y escribían juntos mientras estaban frente a frente en limpias camas de hotel, muy por el contrario de la habitación en la que trabajaban antes de ser descubiertos. Con el tiempo, comenzaron a escribir por separado, pero de cierta forma eran capaces de cambiar de personalidades, si era necesario. Interesante, porque John…como sabes Paul es un guitarrista zurdo, y de bajo, mientras John era diestro. Pero, ¿sabes? John podía tocar con la izquierda y Paul con la derecha, y esa es la mejor metáfora de la simbiosis creativa que tenían entre ellos”.
-¿Cómo evalúa al Paul en solitario dentro de Wings en los años 70, en comparación al John que también transitaba solo en esos mismos años?
La gente suele pensar que para Paul fue sumamente fácil comenzar una nueva carrera con su esposa Linda y Wings, pero la realidad es que, para él, la separación de la banda fue mucho más traumática que para los demás. Es más, él veía venir el término de Los Beatles y, durante una estadía en Escocia con su familia, tuvo un colapso nervioso, e incluso estuvo muy cerca de transformase en un alcohólico, por lo afectado que estaba. El fue quien mas tardó en comenzar una carrera solista y no fue hasta 1973 que realmente lo hizo, mientras que John ya estaba en 1969 haciendo álbumes con Yoko, mientras George Harrison en 1970 ya tenía álbumes, el triple y colosal All Things Must Pass y había creado sus propias canciones, porque no podía tocar el repertorio de Los Beatles. E incluso Ringo tuvo un par de éxitos. Entonces Paul realmente tuvo que esperar para conseguir su éxito hasta bien entrado los 70, hasta que todo se estabilizara, no fue nada fácil.
-Después de la muerte de Lennon en 1980 y de Harrison en 2001, ¿cree que McCartney ha sentido la responsabilidad de ser el gran guardían del legado de The Beatles? ¿Una especie de sobreviviente, el hombre cuya versión de la historia será la que prevalecerá para las generaciones actuales? ¿Está consciente él de ese rol?
Es divertido ver como estrellas de los 60, que siguen estando activos en el siglo XXI, son llamados “sobrevivientes”. Ser sobrevivientes es una virtud y, si bien él tuvo algunas dificultades en la transición de los años 60, no es un sobreviviente. Y todos en algún momento renegaron de los años de The Beatles, pues fueron años horribles, fueron años difíciles, de una gran carga por la fama que tenían, incluso después de la ruptura. Todos pasaron por una etapa de negación por mucho tiempo. Y Paul, muy gradualmente comenzó a tocar más canciones de la banda, y algunas canciones también escritas por George o por John. Fue un proceso muy paulatino y que le implicó bastante trabajo.
-¿Cómo se sintió Paul tras el asesinato de John en 1980? ¿Qué sentía que podía pasar con la imagen de ambos?
Él recibió absolutamente todos los reconocimientos posibles, tanto como músico pop como músico clásico, por lo que cualquiera pensaría que no tiene nada de lo que quejarse. Sin embargo, él siente un resentimiento el pensar que John es visto como el más vanguardista, el más experimental, el rockero real, mientras que a Paul la gente lo ve como alguien más tradicional, siendo que muchas veces John era empujado a la vanguardia por voluntad de Paul. Él resiente que se le vea como el más tradicional, cuando sabe que está más cerca de ser un creador avant garde muchas veces que un artista solamente melódico.
-¿Y por qué cree que aún a los 80 años, él sigue haciendo shows de casi tres horas, aún saliendo de gira por rincones lejanos y mostrando un repertorio en vivo de casi 40 temas?
Es divertido, uno pensaría que ya no tiene nada que probar, pero él necesita probarse a sí mismo, básicamente que aún tiene la atención de la gente, como siempre le gustó. Tú tienes que pensar que todos creían que The Beatles sería una moda pasajera, que durarían algunos años y ya, pero no fue así. Paul siente que tiene que demostrar que aún existe esa magia, y es por eso que él hace conciertos sin pausas, sin tomar un sorbo de agua, solamente para probarse a sí mismo, y eso es una señal de que es un genio, pues los genios nunca están satisfechos con ellos mismos, saben que siempre pueden ser mejores.