La reciente serie sobre el maestro jedi Obi-Wan Kenobi, que finalizó la semana pasada, en rigor se concibió originalmente como una trilogía de películas. Sin embargo, la idea cambió tras el fracaso en la taquilla de Solo: a Star Wars Story (2018), el criticado spin off sobre Han Solo.
Todo ello fue revelado por el guionista Stuart Beattie, en charla con el portal The Direct. Él señaló que escribió el guión de la película original en la que después se basó la serie de seis episodios que tuvo a Ewan McGregor de vuelta en el rol del jedi que interpretó en la trilogía de precuelas de la Saga, desde La Amenaza Fantasma (1999) a La venganza de los Sith (2005).
“Escribí la película en la que basaron el programa. Entonces, sí. Pasé como un año, año y medio trabajando en él. Y luego, cuando se tomó la decisión para no hacer más películas derivadas después de que salió Solo, dejé el proyecto y pasé a otras cosas”. Por ello, agrega que no trabajó con Joby Harold, el guionista que finalmente escribió la serie.
“Joby vino y tomó mis guiones y lo convirtió de dos horas a seis. Entonces, no trabajé con ellos en todo, solo obtuve crédito por los episodios porque eran todas mis cosas”, agrega Beattie.
El escritor detalló que el cambio se derivó del poco éxito en taquilla del spin off sobre Han Solo, que en esa ocasión fue interpretado por Alden Ehrenreich, dejando atrás a la imagen célebre que le había impreso Harrison Ford en las películas originales y en las secuelas. “Desafortunadamente, solo fue Solo quien cambió la dirección del sistema. Me gusta Solo, personalmente, pero no había ganado mucho dinero”, añadió.
El camino de Obi-Wan
Según Beattie, la serie se basa en el guión de la que iba a ser la primera película. “Hay tres evoluciones diferentes que el personaje tiene que hacer para pasar de Obi-Wan a Ben’. Y la primera fue la primera película, que en el show iba a ser: ‘Ríndete a la voluntad de la Fuerza. Transporta tu voluntad, entrega tu voluntad. Deja al niño en paz’. Entonces, la segunda [película] estaba pensando en dónde termina [la serie] Kenobi”.
El guionista señaló que el arco narrativo era explicar cómo el personaje comienza a comprender su destino e incluso acaba por aceptar que en algún momento va a morir, como ocurre en el Episodio IV, en su célebre combate con Darth Vader. “Si te detienes y lo piensas, es algo bastante repentino, ir a pelear con un tipo, ver a Luke y decir: ‘Voy a morir’. Tú sabes, que a mí, eso requería previsión. Eso requería una aceptación previa de que esto iba a suceder”.
Precisamente, de eso trataba la segunda película; en esta, Obi-Wan se entera de su destino y comienza a prepararse, de la mano de su antiguo maestro, Qui-Gon Jinn, quien se había convertido en un fantasma de la fuerza, como el mismo Obi Wan lo será en El Imperio Contraataca (1980) y El regreso del Jedi (1983).
“Una de esas cosas universales con las que todos luchamos, aceptar nuestra propia mortalidad -explica Beattie-. Entonces, ese fue el segundo paso de la evolución para mí, que Obi-Wan ahora tiene que aceptar su propia mortalidad, de alguna manera en una profecía, o Qui-Gon diciéndole: ‘Llegará un momento en el que tendrás que sacrificarte por el bien’, y luego [Obi-Wan] dice: ‘¿Qué? No, no, no, no, estoy aquí para ayudar... No puedo, no.’ Y llévalo a ese punto en el que Obi Wan ha aceptado la idea de que va a morir, y que va a morir voluntariamente en un momento crucial, y sabrás cuándo se presenta ese momento”.
Según el guionista, la trilogía contaba con la participación de Ewan McGregor. “Sí, Ewan estaba a bordo, todos. Dijimos, ‘Sí, listos para comenzar’. Y también estábamos muy emocionados por eso...Es una gran historia para contar, ¿verdad? Es un personaje tan apropiado y Ewan es tan fantástico en eso. Y tiene la edad perfecta, todo”.