En 2018, los productores y guionistas Alan Yang y Matt Hubbard, que ya habían escrito juntos para series como 30 Rock y Parks and Recreation, lanzaron Forever, una dramedia sobre la vida después de la muerte y las relaciones de pareja que estaba llena de humor, corazón y también logrados momentos de absurdo. Lamentablemente, la serie de Amazon Prime no logró convertirse en un éxito y fue cancelada luego de sólo una temporada, pero dejó en claro que había que poner en la mira a esta dupla creativa.
Cuatro años después de ese estreno, Apple TV+ tiene en su plataforma la nueva creación de Yang y Hubbard, y si bien es una comedia con varios puntos altos, no llega a cumplir totalmente las expectativas.
La actriz y comediante Maya Rudolph (Saturday Night Live, Bridesmaids) es la protagonista de la historia en el papel de Molly Novak, la esposa de un multimillonario del mundo tecnológico, que se pasa los días entre fiestas y lujos. Pero cuando se entera de que su marido (Adam Scott) la está engañando, Molly no sólo termina divorciada -y aún muy millonaria-, sino que descubre que hace años tiene una fundación dedicada a la beneficencia, en la que decide involucrarse, a pesar de no tener ninguna experiencia o interés previo en este mundo y de estar bastante desconectada del mundo real y los problemas de las personas comunes y corrientes.
Loot es el nombre de esta comedia que sin duda da en el blanco en varios frentes, partiendo por un elenco coral con un puñado de buenos actores de comedia que le dan vida a personajes divertidos y queribles. Junto con esto es una serie con momentos ridículos y divertidos que se deja ver con facilidad, pero, al menos en sus primeros episodios, no llega mucho más lejos, y esto es un problema desde su punto de partida: no es fácil conectar o compartir el viaje de una millonaria en una crisis personal/vocacional.
Con todo esto, es una serie que se merece el beneficio de la duda y ver cómo evoluciona el personaje y si entrega más sustancia y análisis cómico de la realidad en que vivimos y las extremas desigualdades sociales, porque si sólo se queda en los chistes sobre una pobre mujer rica que no logra entender el mundo real, es demasiado poco que ofrecer.