Conocido en el cine por sus roles en la saga Crepúsculo y en el musical Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet (2007), el actor británico Jamie Campbell Bower fue anunciado como parte del elenco de Stranger things en noviembre de 2020. Netflix incluso proporcionó nombre y un esbozo de su personaje, un tal Peter Ballard que debutaría en la parte cuatro del popular título del streaming.
Un “asistente del hospital psiquiátrico que cuidará de los internos” que incluso venía con gran un dilema a resolver en la ficción: “Cansado de la violencia que ve cada día, ¿estará dispuesto a hacerle frente?”.
Vista la cuarta temporada de la serie (spoilers a continuación), no hay margen para confusiones: los hermanos Duffer, creadores de la producción, y la plataforma optaron por confundir a la audiencia y mintieron. O derechamente obraron un milagro en una época en que es cada vez más difícil mantener bajo siete llaves secretos de ese calibre para las producciones audiovisuales.
El personaje de Campbell Bower en la historia es Henry Creel, el solitario hijo de una familia marcada por la tragedia que termina en el laboratorio de Hawkins bajo las órdenes del doctor Martin Brenner (Matthew Modine) y se transforma en su primer sujeto de prueba, mucho antes de que aparezca Eleven (Millie Bobby Brown).
Eventualmente, el niño es rotulado como “001″, y él mismo después se transforma en Vecna, la gran némesis de Eleven y el resto de los protagonistas. Una trama que recién se revela en el séptimo episodio del cuarto ciclo, pero que cambia la perspectiva de los acontecimientos pasados y futuros de la serie, ya renovada para una quinta y última temporada.
De manera discreta, sin considerar demasiado ese factor sorpresa, según cuenta, el actor se sumergió en el mundo de la ficción ambientada en los años 80. “Creo que una de las mejores cosas de este trabajo es el hecho de que las referencias de Matt y Ross (Duffer) son tan amplias y variadas que sentí que el 60% de lo que tenía que hacer era realmente entrar en la mente de estos chicos. Así que obviamente vi Pesadilla, Halloween y luego Hellraiser”, cuenta el intérprete a Culto desde Sao Paulo, Brasil, donde llegó para un evento de promoción.
Revisar ese trío de películas de terror de los 70 y 80 le ayudó a encarnar a un villano que seguro aparecerá en los peores sueños de una nueva generación de espectadores, los niños y adolescentes que han visto Stranger things bajo permiso o a escondidas de sus padres.
Aunque el actor que le da vida no lo ve necesariamente como un villano. De hecho, se detiene en su humanidad, como hacen muchas veces los intérpretes detrás de grandes personajes ligados al mal. Él mismo acumula experiencias de ese tipo en las franquicias Crepúsculo y Harry Potter.
“La forma en que Matt y Ross escriben tiene mucha verdad y belleza”, señala sobre los cerebros de la trama. “Henry crece en un ambiente en el que cree que el mundo es una mentira”, agrega sobre un papel que describe como “incomprendido incluso por su propia familia”.
La suma de las referencias de los creadores, más las propias, y técnicas como la meditación le permitieron “construir algo de lo que me siento muy orgulloso, pienso, de una manera extraña”.
El concierto de metal más grande de la historia
Los propios aludidos se declararon honrados. “Totalmente impresionados”, expresaron los integrantes de Metallica tras ver la escena en que Eddie Munson (Joseph Quinn) toca Master of puppets en el Upside Down para ejecutar parte del plan de los protagonistas en contra de Vecna.
Un gran momento que en los últimos días ha disparado las reproducciones en plataformas de la canción de 1986 (siguiendo el patrón de lo que sucedió con Kate Bush tras el debut del volumen uno en mayo pasado) y levantado las preguntas sobre la destreza musical del actor en cuestión.
Fascinado con el reto, el intérprete británico aprendió los acordes del tema apenas leyó esa parte del guión. “Recuerdo haber pensado, ‘qué secuencia tan increíble, cómo se les ocurrió esto’”, dice Quinn, quien toca instrumentos desde que era pequeño. Su preparación y sus habilidades permitieron que gran parte de lo que se puede ver en pantalla sea obra suya, mientras que el solo lo realizó un músico profesional.
Para el espectador ese instante marcó un punto alto de esta temporada, y algo similar ocurrió con quienes estaban presentes durante ese día de rodaje nocturno. “Fue la primera vez en mucho tiempo en que muchos miembros del equipo veían algo que se sintiera como música en vivo, debido a la pandemia. Fue un gran día de trabajo”, resume.
Pero probablemente ese pasaje del último capítulo de la temporada no hubiera alcanzado tal poderío con un personaje más deslucido u olvidable. Eddie Munson, metalero, mal alumno, líder de un club dedicado a jugar Calabozos y Dragones en la escuela de Hawkins, pero sobre todo encantador, se ganó el cariño del público a base de su desparpajo y heroísmo.
“Eddie se apoya en lo que está sucediendo en el momento, así que pensé que tenía que ser muy espontáneo e impulsivo, y casi infantil en ese sentido, para que él fuera agradable. Ese era mi instinto. Así que realmente no me quería preparar demasiado”, explica sobre su rol.
En rigor, se alistó concentrándose sobre todo en dos aspectos: trabajar arduamente con una coach de dialectos para que su acento londinense se esfumara y fuera reemplazado por uno estadounidense, y en “dejar de comer pizza”, según dice entre risas.
Terminado el huracán de emociones que semejó el cuarto ciclo, su personaje se quedará en el recuerdo de los fanáticos de Stranger things. Catapultado a categoría de revelación del streaming de 2022, él sólo tiene un deseo para la quinta temporada: “Me gustaría algo de redención para Eddie, me gustaría que se limpiara su nombre. Y me gustaría un spin-off”.
No se queda atrás Jamie Campbell Bower, quien con toda seguridad volverá en la tanda final de capítulos, que aún no se graba.
“Vecna claramente tiene una historia con algunos personajes, tanto de esta temporada como posiblemente de temporadas anteriores. Entonces hay personajes que me gustaría redescubrir a mi manera”, plantea.
“Me gustaría meterme de verdad con esa gente con la que todavía no me he metido. Hay algunos de los amigos con los que todavía tengo que jugar”. Y finaliza con una carcajada: “Me gustaría traer justicia al mundo, en realidad”.