Tras el éxito de su último libro de ficción, Nuestra parte de noche (2019) el cual le significó ganar el Premio Herralde de Novela, Mariana Enriquez ya piensa en lo nuevo. En estos días, mientras promociona la reedición de su primera novela, Bajar es lo peor, original de 1995 y que ahora ve la luz por Anagrama, también se encuentra en los primeros pasos de su próxima novela.

“Estoy empezando una novela, no se bien de qué va a ir, pero va de fantasmas”, señala a Culto a través de una videollamada. Y a continuación se agacha para mostrarnos un voluminoso libro que le regaló su amigo, el escritor argentino Rodrigo Fresán. “Está desarmando su biblioteca y le dije pasáme todos los libros que tengas de fantasmas, pero que no sean de ficción porque probablemente los tenga. Me pasó este que es una bestialidad, lo tengo en el piso. Estoy en la etapa de leer, de investigar y a partir de las cosas que leo me imagino escenas, y tengo bastante escrito”.

Sin embargo, Enriquez se anima a dar unas definiciones globales de lo que será su próxima novela, aún sin título: “Es inevitablemente política, tengo la sensación de que en general nuestro continente es medio fantasmal, nadie sabe muy bien lo que pasa acá. Quería extender esa sensación a una novela. En el último viaje que hice a Europa, me di cuenta que todo el mundo cree que en Argentina y Chile nos empezamos a vacunar contra el Covid con Astrazeneca y Pfizer, pero no, les decis que teníamos Sinovac, Sputnik, Sinofarm y después llegaban las otras. ¿Por qué? yo les decía que ustedes en Europa tienen plata y nosotros no. Eso no lo sabía nadie, se sorprenden bastante, hay realidades que tienen bastante luz y otras que viven en la fantasmagoría, así que quería trabajar un poco con eso. El fondo político son estos mundos que podrían no ser reales y daría un poco lo mismo para los que tienen el poder”.

“Soy una especie de bicho”

Pero no solo la novela mantiene ocupada a la autora trasandina. También la música será parte de un nuevo libro de no-ficción, en el que abordará a una de sus bandas favoritas, los ingleses Suede.

“Es un libro sobre ser fan, va a ser entre la autoficción y un poco ensayo sobre ser fan. Es sobre Suede, soy bastante amiga del bajista (Mat Osman), que es escritor. Estuve con la banda allá así que tengo un buen cierre del libro. Estuve en el backstage, mi sueño de los 20 lo cumplí a los 50, eran todos un montón de señores y señoras, planchando las camisas, tomando agua. Ellos tomaban vino caro porque sino al otro día se sentían mal. Es un buen cierre porque es simpático”.

El libro saldrá por la casa independiente chilena Montacerdos. “Está bueno decirlo en público, que se queden tranquilos que lo estoy haciendo (ríe)”, comenta la autora. El sello también ha publicado otros títulos de Enriquez, como Cuando hablábamos con los muertos (2013) y Alguien camina sobre tu tumba (2018).

Foto: Nora Lezano.

¿Suede es tu banda favorita?

Es una de mis bandas favoritas, mi artista favorito en todo sentido es Nick Cave. Lo que pasa con Suede es que es uno de esos grupos imperfectos y para mí Nick Cave es perfecto, me gustan todos los discos, todo lo que hace, todos los looks, sus discos malos a mí me parecen extraordinarios. Hace poco se le murió un hijo y yo lo sufrí como si fuera un pariente mío. Nick Cave está muy arriba, es inalcanzable, como los escritores que admiro, soy muy fan de Joy Williams, de Cormac McCarthy, de Tony Morrison, de Borges, son escritores que me resultan como tótems y Nick Cave es algo así, como Bob Dylan, como Joni Mitchell. Pero Suede es una súper banda cercana, me ayuda mucho a escribir, siento que hay algo muy parecido a mí, una banda suburbana pero cerca de la capital, chicos medios pobretones. Sin ir más lejos, hay una canción de su segundo disco, Dog man star (1994) que se llama Heroine, que empieza con un verso de Lord Byron, yo estaba corrigiendo Bajar es lo peor y ahí le puse el nombre al gato de Facundo. Es una banda cercana en ese sentido, con Suede siento que son gente a la que les gustan las mismas cosas que a mí, gente de mi edad. Es la banda que más quiero.

Hablando de tótemes, ¿qué te pasa con los de la música popular argentina como Charly García, Gustavo Cerati o Luis Alberto Spinetta?

A mí no me gusta Charly. Me parece un artista importante y todo pero no es alguien que me haya acompañado mucho en mi vida. No me gustan los Beatles, me gustan más los Rolling Stones, y el rock argentino es muy beatlesco y eso a mí nunca me apeló. Recién me empezó a gustar el rock nacional con el punk, con Todos tus muertos, She-Devils, Fun People, ahí me empecé a reconciliar con la música de acá. Pero los grandes tótemes, Soda, Spinetta, Charly, los respeto, no soy una persona iconoclasta, no me parecen malos, pero sencillamente no me resultan cercanos, no me movilizan. Es raro porque acá todo el mundo es fan y yo soy una especie de bicho.

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