Hace bastante tiempo que Better Call Saul, el spin off de Breaking Bad que comenzó su camino propio el 2015, es considerada como una de las series más relevantes del útlimo lustro.
La historia, centrada en Saul Goodman -el corrupto abogado de Jesse Pinkman y Walter White en Breaking Bad que se transformó en uno de los personajes favoritos de los fanáticos- fue una de las grandes nominadas para la próxima edición de los Emmy. No sólo compite para coronarse como la mejor serie dramática: dos de sus actores, Bob Odenkirk y Rhea Seehorn se apuntaron com candidatos a recibir la distinción por sus roles como Goodman y Kim Wexler.
Con la última temporada en su recta final y todos los elogios de la crítica especializada, una buena parte del debate se ha centrado en si Better Call Saul ya logró igualar en calidad a su serie madre, e incluso hay quienes opinan que la supera en varios aspectos.
En una entrevista reciente con The New York Times con motivo de su quinta nominación a los premios televisivos, Odenkirk fue consultado por su posición respecto a la disyuntiva sobre qué historia es mejor. “Creo que Breaking Bad es un tipo de historia más universal. Es una crisis de la mediana edad y los peligros son más llamativos: hay más armas volando y el personaje principal interactúa con traficantes de drogas casi de inmediato. Ese no es el caso en nuestro programa. Nuestro espectáculo es más interno. Es un viaje más extraño. Incluye muchos de los entresijos de ser abogado. Solo va a ser menos identificable debido al tema”, explicó.
“Pero, en un hermoso golpe de trabajo duro y genialidad, los escritores han descubierto formas de hacer que las personas entiendan algunas de las tensiones y presiones que enfrentan estos personajes y las relacionen con sus propios viajes personales”, agregó, dándole el mérito a la fórmula que utilizaron los creadores para la escritura del guion.
En ese sentido, el actor se inclinó por recalcar lo que une a ambos productos: “Lo hermoso es que Vince Gilligan y el equipo de redacción de Breaking Bad le mostraron a la audiencia el valor de observar algo de cerca. Y luego tomaron esa audiencia y tomaron esa inversión y dijeron: ‘Ahora vamos a hacer un programa que debes observar muy de cerca. No podrías hacer eso si no hicieras primero Breaking Bad. Un espectáculo como el nuestro no hubiera podido existir”, concluyó.