Paulina Urrutia y el Alzheimer de Augusto Góngora: “Yo lo amo incondicionalmente”
La actriz y ex Ministra de Cultura habló en detalle anoche en Canal 13 sobre la enfermedad que aqueja a su esposo, hoy en una fase avanzada. Por ello, dice que conoció realmente el sentido del amor al vincularse con los años recientes de Góngora, y que el productor y conductor de TV no ha dejado de ser él mismo.
La actriz y ex Ministra de Cultura, Paulina Urrutia, entregó profundos y reveladores detalles de su vida este domingo 24 en un nuevo capítulo de De tú a tú, programa de conversación de Canal 13 conducido por Martín Cárcamo.
En el espacio, habló sobre su trayectoria personal y profesional, además del Alzheimer que desde hace un par de años sufre su esposo, el documentalista, productor y conductor Augusto Góngora.
Según recordó, los primeros indicios de la enfermedad se dieron en él poco tiempo después de su salida de la TV, en 2011, cuando se reinventó estudiando para ser coach y luego trabajando como docente. “Ahí comenzaron las fallas. Su jefe me dijo que algo está pasando y comenzamos a percibir que había dificultades. Por ejemplo, se ponían de acuerdo en algo, iban a trabajar, llegaban al lugar y Augusto decía ‘Oye, ¿y qué íbamos a hacer?’”, contó.
En 2016, dos años después de ser diagnosticado con Alzheimer, Góngora fue postulado como miembro del directorio de TVN. “Yo hablé con él, ya sabiendo de sus problemas, y él me decía ‘no, no, si yo puedo hacerlo’”, rememoró Urrutia. No obstante, rápidamente se hizo evidente que las cosas no andaban bien.
Por ejemplo -según cita un comunicado- un día mientras estaban en la casa de una amiga, a él lo llamaron para recordarle que tenía que estar en media hora en una reunión en el Congreso. “Él no tenía ninguna noción de que debía haber estado ahí (...) Por suerte yo andaba con un terno siempre pensando que esto podía ocurrir. Viajamos rajados, volamos en el auto, y el Augusto feliz de la vida, sin ninguna conciencia”, relató la actriz.
Llegó un momento en que, tras sólo nueve meses en el cargo, el mismo Góngora decidió dar un paso al costado. “Me dijo ‘Paulina, me tengo que salir del directorio’. Y yo por dentro ‘Gracias a Dios’, y le pregunto ‘¿por qué?’. Y me dice: ‘Porque no estoy al 100%’”.
Desde entonces los días de la actriz se han pasado en el acompañar, atender y ayudar a su pareja. “Muchas otras personas están viviendo lo mismo y saben que una se empieza a volver loca, por el nivel de exigencia, de dolor, el duelo permanente y larguísimo. Es una muerte en cámara lenta donde día a día, hora a hora y minuto a minuto vas perdiendo algo de esa persona, y eso es abrumador. Pero al mismo tiempo es lo más bello”.
Según indicó, uno de los momentos en que llegó a comprender cómo lidiar con el Alzheimer fue cuando fueron por primera vez al psiquiatra tras el diagnóstico. “El doctor escuchó a Augusto, que había llegado enrabiado, con pena y terrible. Después le dijo ‘Gracias Augusto. ¿Y tú Paulina? ¿Qué dices?’. Yo me quedé helada, y Augusto dijo ‘¿Por qué va a hablar ella si esto es algo que me pasa a mí?’. Y el psiquiatra le dijo: ‘Porque ahora la realidad va a ser compartida, es lo que tú pienses y sientes, y también quién está a tu lado’. A mí eso me abrió el mundo. Me permitió generar un código con el Augusto que siempre fue convertirnos en una persona entre los dos. Yo siempre digo que estamos tan solos en la vida, pero que el ejercicio de la vida es que venimos a vivir con otros”, recordó la ex figura de Canal 13.
Actualmente el ex rostro de Cine Video y Hora 25 se encuentra en una fase muy avanzada de su enfermedad. “Yo viví sus últimos momentos de conciencia diciéndole: ‘Augusto, estás en tu casa, estás en tu pieza, estás con la Pauli’. Y él decía ‘Qué bueno’. Y ahora que ni siquiera tengo eso, es solamente tomarle la mano y decirle ‘Aquí estoy’”.
Consultada por Martín Cárcamo acerca de si hay momentos en que Augusto Góngora es capaz de reconocerla, la ex representante del área cultural destacó que él siempre la llama cuando necesita algo, y que ella aún es capaz de ver en él al hombre del que se enamoró. “El Augusto nunca ha dejado de ser el Augusto. Lo miro a sus ojos, cómo se ríe, las cosas con las que goza, y nunca he dejado de reconocerlo. Y él, hasta el día de hoy en su máxima desesperación, cuando se para y mira, grita ‘¡Pauli!’, yo le digo ‘Augusto, aquí estoy’. Y yo creo que no me ve, pero sabe que estoy ahí”.
Luego, cuando el animador le pidió una definición de amor, la actriz señaló que gracias a Augusto sabe lo que es. “Dicen que el amor de un padre a un hijo es incondicional, y eso a mí me da mucha lata porque significa que los que no tenemos hijos no tenemos la capacidad de amar incondicionalmente. Y yo te puedo decir que yo amo incondicionalmente a Augusto”, afirmó.
“Primeramente, yo creo que quien me contiene es él. Y después, como es la historia de mi vida, es todo, todo lo que me recuerda a él”, acotó
Finalmente, Urrutia reveló que recientemente vivió una crisis muy fuerte en que temió que su esposo muriera de un momento a otro. “Yo que supuestamente estaba muy preparada para todo, casi me morí. Y fue tan fuerte sentir eso, cuando te dicen que no, que la sobrevida es de un mes, el shock, el impacto, que me vi totalmente en pelota”, confesó. Fue entonces que tomó una decisión.
“Estaba en la pieza llorando aterrorizada y de repente me paré y dije ‘no, esto no se lo merece el Augusto y no me lo merezco yo’. Yo tengo que ser capaz de acompañarlo en lo que está viviendo pero no puedo permitirme morirme yo. Lo que yo necesito ahora es volver a la vida, volver a armarme, a componerme, no sin haber pasado por esto, no sin darme cuenta que en el momento en que él se moría yo también me estaba muriendo. Entonces bajé, sin llanto, y conversé con el Augusto largo y tendido, le dije que ya era el momento de empezar a separar estos procesos y volver a recobrar mi vida, de su mano nuevamente, pero que estábamos viviendo momentos donde yo tenía que recuperar energía y fuerza para seguir adelante y acompañar estos momentos que se van haciendo cada vez más complejos”, relató.
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