Anne Elliot está tendida en el pasto, posando su cabeza en las piernas de Frederick Wentworth, un marinero sin clase ni fortuna. Ambos se encuentran en una ladera frente al mar. Ella, acariciando el rostro de él, relata que fue persuadida por su familia para abandonar al hombre, porque este poseía un rango inferior. Sin embargo, aún lo ama.
Así inicia Persuasión, la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Jane Austen, donde Dakota Johnson interpreta a Anne Elliot, la protagonista. La comedia romántica se estrenó el 15 de julio y en pocos días ya es una de las producciones más vistas de Netflix en el país.
Si bien, el camino al estrellato de la intérprete se dio de la mano de la saga erótica Cincuenta Sombras de Grey, la artista conoce el mundo de las luces desde que nació. Su linaje actoral se extiende desde sus padres, Melanie Griffith y Don Johnson, sigue hasta su abuela, la legendaria Tippi Hedren y el productor Peter Griffth, y se ramifica como hijastra de Antonio Bnderas; su vida podría haber tomado cualquier rumbo, pero ella -casi como una tradición familiar- eligió el del glamour y la fama.
Dakota Mayi Johnson nacida el 4 de octubre de 1989 en Austin (Texas), pasó su infancia viajando por todo el mundo, acompañando a sus padres en rodajes, hasta que la familia echó raíces en Aspen, Colorado. “Mi vida es increíblemente afortunada y privilegiada y mi infancia fue extraordinaria: los lugares a los que fui, cómo vivimos y lo que pudimos experimentar. Pero también padecimos nuestras propias dinámicas familiares y afrontamos situaciones y sucesos muy traumáticos”, señaló en una reciente entrevista con la revista Vanity Fair.
En 1996 los padres de la joven se divorciaron después de siete años de matrimonio. Ese mismo año, su madre se casó con el actor Antonio Banderas. Fue el español el que le dio su primera oportunidad en la pantalla grande, otorgándole un pequeño papel en la película que dirigía en 1999: Crazy in Alabama. Este trabajo sería el detonante que encaminó la carrera de la estadounidense en el cine.
Tras 18 años de matrimonio, Griffith y Banderas se divorciaron en 2014. Pese a ello, Johnson mantiene una muy buena relación con quien fuera su padrastro. De hecho, en el Festival de Cine de Toronto de 2019, ambos se se fundieron en un abrazo, momento que quedaría plasmado en una foto que el actor compartió posteriormente en su cuenta de Instagram. “Reencuentro en Toronto con mi radiante Dakota”, escribió Banderas.
Las Sombras del éxito
Pasaron diez años desde su debut en la pantalla grande, cuando Johnson volvió a la escena de la mano de un pequeño papel en la película nominada al Oscar, The Social Network. Pero fue en 2013, a los 23, cuando se hizo un nombre en la industria. Obtuvo el rol de Anastasia Steele en la adaptación cinematográfica del éxito literario Cincuenta Sombras de Grey, actuación que la hizo merecedora del premio People’s Choice Awards en la categoría Actriz Dramática Favorita.
Cargada de ilusiones y sin saberlo, acababa de sumergirse en un rodaje lleno de complicaciones, “firmé para rodar una versión muy diferente de la cinta que acabamos haciendo”, aseguró a Vanity Fair.
La saga erótica partió con el pie izquierdo, antes del inicio de las grabaciones sufrió bajadas de personajes y una reescritura de guión. Pese a las dificultades que se presentaron en la película, la intérprete admitió, al mismo medio, que no se arrepiente de haber participado en la trilogía. “De haber sabido cómo sería, no creo que ninguno lo hubiésemos hecho. Habríamos pensado: ‘Es una locura’. Pero no, no me arrepiento. Fue genial para nuestras carreras. Fue increíble y una gran suerte. Pero fue raro. Muy muy raro”.
Su camino en el cine la ha llevado a protagonizar producciones como Suspiria, remake de 2018 donde la danza es parte fundamental de la historia y la actriz, admite, siempre ha estado obsesionada con las películas de baile. “La concentración, la disciplina, la belleza y las emociones que provocan son increíbles. Los bailarines son alucinantes. Así que tener la oportunidad de ser bailarina durante seis meses fue fantástico”, declaró en una entrevista en el 75° Festival de Cine de Venecia.
Pero, sin duda, una de las cintas más apreciadas en que ha participado es The Lost Daughter (2021), drama psicológico dirigido por Maggie Gyllenhaal y protagonizado por un elenco femenino que incluye a Olivia Colman y Jessie Buckley.
En la película, Johnson interpreta a Nina, una joven madre sobrepasada por las circunstancias, quien se vuelve una obsesión para una destacada académica, llamada Leda (Colman). “Es muy raro leer a una mujer joven que está perdida, ahogándose, enojada y hambrienta de ser vista, que no es la idea completamente formada de cómo debería ser una mujer”, admitió la actriz sobre el personaje, el que la ayudó a experimentar una transición en su carrera, “dejé de lado la manera en que permitía que me viesen los demás”, confesó a Vanity Fair.
La conexión de las actrices y la directora en el set fue tan auténtica que, hace unos meses, se realizaron un mismo tatuaje, aunque por problemas de agenda Colman no pudo participar del momento. El dibujo elegido para el tobillo fue un escarabajo. El animal “simboliza el renacer”, explicó la actriz a la revista.
Así como los dibujos decoran su piel, su cuerpo suele estar vestido de punta en blanco. Como estrella de cine, tiene una estrecha relación con la moda; no por nada ha sido catalogada en más de una ocasión como una de las figuras mejores vestidas en las alfombras rojas. De joven trabajó con la marca Chanel, donde su apodo era Punkrock. Sin embargo, es en Gucci donde ha encontrado su hogar. Desde 2017 trabaja de la mano de su amigo Alessandro Michele, director creativo de la casa de modas italiana. “Me encanta trabajar con Gucci, amo profundamente a Alessandro, es un amigo mío realmente maravilloso”, señaló en conversación con el medio Elle.
Dominando la pantalla y los negocios
Dakota Johnson no sólo ha manejado exitosamente su carrera como actriz, sino que, además, ha cultivado un próspero camino como empresaria, productora e incluso directora, debutando esta última faceta en 2020, año en que codirigió el video musical Cry Cry Cry de la banda Coldplay.
En 2019 fundó la productora TeaTime, la idea nació como una forma de crear oportunidades para jóvenes directores que no consiguen un lugar en la industria. Su objetivo, asegura, es ser fiel al proyecto del artista. “Durante tanto tiempo, he actuado en películas y, cuando sale, a veces es completamente diferente. Y es realmente difícil lidiar con eso”, explicó Johnson a la revista Elle el año pasado.
La actriz, también ha estado incursionando en el mundo de los negocios. Desde finales de 2020 es inversionista y codirectora de Maude, una marca de bienestar sexual, su misión es desarrollar productos nuevos y fomentar la sustentabilidad y educación sexual. Precisamente este último punto es muy importante para ella, por eso le causó tanta molestia la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de anular el fallo Roe vs Wade, lo que contempla la eliminación del derecho al aborto. Al respecto, publicó en su cuenta de Instagram una imagen negra con letras blancas que dice: “Derecho y acceso al aborto”.
El lado activista de Johnson ha estado marcado por el camino que trazó su abuela, la también actriz y modelo Tippi Hedren, quien en en 2016 publicó sus memorias y declaró que, durante los seis meses que duró el rodaje de la película Los Pájaros (1963) fue acosada por Alfred Hitchcock, el director del film. Más aún; lo acusa de haber arruinado su carrera en el cine tras negarse a dormir con él. “Es completamente inaceptable que la gente con poder lo use contra quienes se encuentran en una posición más frágil. No importa cuál sea la industria”, mencionó la joven al respecto, durante una charla organizada por la revista Hollywood Reporter en 2021.
La calidez de Malibú
Tras una agitada infancia recorriendo diversos sectores del mundo, Jonhson logró asentarse en un lugar. Desde hace cinco años vive en Los Ángeles, con su pareja Chris Martin y su perro Zeppelin, en una lujosa casa ubicada en Malibú.
La historia de la actriz y el músico se remonta hace por lo menos cinco años; se conocieron a través de amigos en común y desde entonces no se han separado, de hecho ella se va de gira con él cuando no está trabajando.
Si bien, ambos son figuras expuestas al ojo público, los artistas intentan mantener su relación en lo más íntimo, prueba de ello es su poca actividad en redes sociales, de hecho Martin no posee una cuenta personal de Instagram y Johnson, en la suya, tiene sólo nueve imágenes, la mayoría de ellas relacionadas a su productora TeaTimes.
Pero no todo es perfecto en el mundo de la actriz. A pesar que ella misma ha declarado tener una “vida afortunada”, su temprana exposición y los gajes de su oficio a veces le han pasado la cuenta. En su última conversación con Vanity Fair, confesó que padece depresión y que actualmente se encuentra yendo a terapia. “Estar viva sigue siendo un misterio para mí, y tal vez pienso más en todo eso porque voy a terapia y llevo toda mi vida luchando con la depresión”, explicó.
Actualmente, la joven de 32 años tiene una agenda cargada de proyectos, hace unos días empezó las filmaciones de Madame Web, nueva película del universo Marvel; y junto a su productora TeaTime cuenta con una lista de 25 de producciones, de las cuales dos ya fueron presentadas en el Festival de Cine de Sundance el año pasado: Cha Cha Real Smooth y Am I ok?
Así, con una prometedora carrera en la actuación, producción y el mundo empresarial, Dakota Johnson se ha establecido en el mundo del espectáculo y si bien, no reniega de su linaje, hoy ha sabido trazar su propio camino en la industria, donde brilla con luz propia.