Durante la primera tanda de Better Call Saul, Kim Wexler, la correcta y sensata abogada de HHM que pronto se devela –entre muchas otras cosas– como el interés romántico de Jimmy McGill (Saul Goodman), no parecía sostener un lugar tan relevante en la trama. Al principio, los mismos creadores de la serie no tenían del todo claro en qué iba a transformarse. Sin embargo, el tiempo la develó como una pieza clave más que fundamental en la historia.
En una entrevista con la revista Rolling Stone, Peter Gould, guionista y co-creador de Better Call Saul y Breaking Bad, lo dejó más que claro: “Este es un personaje que, en la primera temporada del programa, realmente no aparecía con tanta frecuencia. No comprendimos del todo lo importante que era Kim hasta que vimos a Rhea (Seehorn) y empezamos a entender: ¿cómo se puede sentir Jimmy por tener a esta persona en su vida? ¿Qué significa Kim Wexler para Jimmy McGill? ¿Qué significa Jimmy McGill para Kim Wexler? Ella ha crecido hasta convertirse en el centro del espectáculo”.
En efecto, tanto sus luces y sombras como la maestría con que la actriz Rhea Seehorn lleva a cabo su interpretación, terminaron por posicionar a Wexler como un personaje igual de esencial que Goodman. Un éxito que no solo se vio reflejado en el cariño de la audiencia, pues la crítica especializada también ha rebosado en buenos comentarios para su rol en la serie, que actualmente se encuentra en su última etapa.
Tal como la introducción de Goodman en la segunda temporada de Breaking Bad fue un acierto de principio a fin, la aparición de su colega, compañera, soporte emocional y ancla moral a lo largo de la precuela, también determinó la excelencia argumental de la producción. Especialmente en lo que respecta a la sexta y última temporada, donde su historia adquiere el clímax en cuanto a su protagonismo.
¿Cuáles son los factores que hacen de Kim Wexler un elemento tan excepcional? Consultados por Culto, un grupo de expertos se aventura a desentrañar a uno de los personajes femeninos más relevantes del último lustro.
Brillar con luz propia
Para Christian Ramírez, crítico y fundador del sitio Civilcinema, una de las claves en la atracción generada por Wexler radica en la sorpresa que significó su desarrollo con el avance de las temporadas: “Creo que hay algo fascinante en Kim, y es que en la medida que se observa su arco completo, uno puede darse cuenta de que, tal como algunos de los actores y los propios creadores del show han ido mencionando, no se suponía que iba a ser así”.
“Este era un personaje que podría haber desaparecido en algún momento de la primera temporada y ser reemplazado por otro. Sin embargo, fue creciendo con el tiempo en forma paulatina. Me parece que eso es lo más atractivo. Que, al revés de lo que ocurre con el principal y algunos sujetos eje de esta historia, para este personaje no había un arco pre escrito o que estuviera predeterminado o sujeto a las expectativas que, por lo general, nos solemos hacer cuando nos presentan a los principales de un drama serializado”, complementa Ramírez.
Además, el crítico hace hincapié en la forma en que Wexler termina sobreponiéndose a otros personajes poderosos de la franquicia televisiva. “Este show, que en principio parecía ser la historia de Jimmy, Mike y el regreso a Gustavo Fring, el personaje de los Pollos Hermanos, evolucionó hasta convertirse en un show de dos iguales, él (Goodman) y ella (Wexler). En cierta forma, ella ha sido central en las últimas tres temporadas. Desde la cuarta en adelante, el show no se explica sin ella”.
En una línea similar, Rodrigo Munizaga, crítico de cine en La Tercera, condensa el rol del personaje como “el corazón de la serie. Jimmy es el protagonista, pero uno que es antagonista: una persona bastante chanta, medio loser. De alguna manera, hay un súper buen balance entre un protagonista antagónico, algo oscuro, incorrecto y de moral relativa, y Kim Wexler, que representa su opuesto”.
“Es una tipa brillante, una abogada inteligente, con una moral muy clara que se siente, evidentemente, seducida por este lado oscuro que tiene Jimmy”, agrega Munizaga, que no duda en definirla como el personaje más querible de la serie. ¿Las razones? Su capacidad de generar empatía y causar una fácil identificación del público con sus motivaciones. Algo que no siempre sucede con Jimmy McGill.
Sol Márquez, periodista cultural y crítica de series en Radio Universo, también recalca las singularidades del viaje personal que Kim realiza a lo largo de la entrega. “A mí me parece que desde que se le presenta en escena, sabemos que tiene una suerte de vínculo romántico y afectivo con Jimmy McGill. Pero, al mismo tiempo, es su brújula moral. Hay ciertos límites que ella no está dispuesta a pasar y que nos indican a nosotros que debería ser distinta a Jimmy, y que sería, en el fondo y al final, distinta a Saul Goodman”, comienza explicando Márquez.
“Pero ir viendo cómo se elabora este personaje desde esa brújula moral a transformarse en alguien mucho más oscura y dispuesta a romper la ley que juró proteger, la hace increíblemente atractiva. Por eso a uno se le van los ojos y la atención del personaje de Jimmy hacia ella. Porque hace este viaje que, sabemos, resulta súper atractivo para quienes somos fanáticos de la tercera era de oro de la televisión, donde vemos la construcción del antihéroe, que en este caso sería una anti heroína. Ella es un personaje que partió siendo súper buena y que termina quebrando la ley, transformándose en lo mismo que no quería hacer”, complementa.
Márquez igualmente manifiesta que se trata de la sub trama más atrayente dentro del show. “Creo que es el arco narrativo más interesante de la serie porque con la mayoría de los otros personajes sabemos en lo que van a terminar. En cambio, ella era desde el principio una interrogante. Y cuando empiezan a hacer estas pequeñas estafas, uno dice, bueno, ella se va a sacar el bichito de cómo es esta vida de Jimmy, cómo es vivir al otro lado de la ley con cosas más chicas... Pero después se le va en collera. Deja de estar en su control. Y yo creo que termina gustándole”.
La guionista y crítica de cine en radio Cooperativa, Ángela Díaz, está de acuerdo con la afirmación de que, a medida que avanza la historia, Kim Wexler termina posicionándose como la protagonista indiscutible de la producción. Para Díaz, esto tiene mucho que ver con que los guionistas de Better Call Saul le otorgaron al personaje un arco argumental propio y relativamente independiente al de Saul Goodman, algo que no pasó, por ejemplo, con personajes como Skyler White en Breaking Bad.
“Kim Wexler tiene un arco independiente y se plantea de entrada no como una dificultad para Jimmy, sino como un soporte emocional. Uno la quiere absolutamente porque es la que lo defiende, la que lo quiere y la que, en el fondo, lo apoya cuando su hermano no lo lo hace. Cuando todo el mundo no lo entiende y le da la espalda. Pero la serie es lo suficientemente inteligente como para no dejarlo sólo como un soporte emocional y para guardarnos un gran arco: Kim Wexler es una anti heroína al igual que Jimmy McGill. Creo que, quizás, Jimmy McGill es más una oveja vestida de lobo, a diferencia de Kim Wexler, que es un lobo. Que fue criada por lobos y que tiene esto dentro de sí”, señala Díaz.
Un personaje femenino excepcional
De entrada, Ramírez hace un punto crucial para comprender las implicancias del papel que juega Kim como personaje femenino dentro de la trama: “Wexler no es una heroína del mal. Es decir, no es una ‘mujer fatal’. Por ende, no nos cabe dentro de esa lógica”.
“En paralelo, tampoco parece ser un personaje subordinado. Ella tiene su propia agenda, su propio set de valores siempre regidos por este ánimo de relevar lo justo o lo sincero... Y vaya cómo hace sentido eso. Y, en tercer lugar, cuenta con una intérprete que efectivamente es soberbia, que está a la altura de todos los otros monstruos con los que está trabajando y que, en algunos casos, puesta en el trance de enfrentarlos, de dialogar con ellos e irse moviendo con este flow, los supera. Los encara y los supera”, complementa el crítico.
Para poner en perspectiva la relevancia de Kim irrumpiendo en la figura de una anti heroína, Díaz recuerda que tanto Breaking Bad como otras series de la época –por ejemplo, Los Sopranos–, eran historias predominantemente masculinas y pensadas en un público hipotéticamente compuesto por una mayoría de varones. Algo que no se condice con el igual interés que las historias de gánsteres despiertan en las mujeres y que, al mismo tiempo, no dio mucho margen para personajes femeninos con mayor desarrollo.
El caso de Skyler en Breaking Bad resulta clarificador: aunque Walter White encarnaba al villano de la entrega, una parte importante de los seguidores de la serie veían en su esposa un obstáculo para que pudiera desarrollar sus planes. La guionista también menciona el caso de las tramas detectivescas: “¿Cuál es la diferencia entre una serie de detectives protagonizada por hombres como True Detective y una con una protagonista mujer como The Killing? Que mientras Woody Harrelson es un bacán porque está obsesionado con un, la protagonista de The Killing es una súper buena detective, pero una pésima madre, porque para ser buena en tu pega, tienes que descuidar a tus hijos”.
“Yo asumo que la gente detrás de los guiones piensa que, claro, obviamente es un tema que le pasa a las mujeres. Es una realidad. Pero los detectives hombres también son pésimos padres si no están en su casa. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre ser detective mujer y detective hombre en una serie de televisión? Que al ser detective mujer, además, eres mala mamá”, complementa Díaz.
Justamente en ese punto, la crítica observa otra virtud en el personaje de Wexler: “La gracia de Kim es que tiene otras capas que son mucho más potentes y que uno reconoce, y valora. Better Call Saul se salta ese tema y no le pone ningún tipo de conflicto con hijos, guaguas o no sé qué, y uno piensa ‘bacán, porque puede ser un personaje que está enfocado en su pega, como todo el resto de los personajes de la serie’. Pero no reniega de la línea, que creo que es tanto de hombres y mujeres, que tiene que ver con lo maternal. Y la maternidad en términos de que acá hay puros niño abandonados”, explica.
Así, Díaz concluye un elemento que diferencia a Better Call Saul de otras historias, e incluso de su antecesora: “Breaking Bad es una serie que viene de la escuela de los antihéroes masculinos y que trata sobre el ego. Finalmente, la serie reafirma algo que todos hemos sabido, pero que nos habían querido dar vuelta. Y es que el ego es una cuestión constitutiva de hombres y mujeres. No sólo de los hombres. Y el trabajo y la obsesión por ser el mejor nos afecta a todos por igual”.
Sol Márquez también destaca las diferencias entre la construcción de Kim versus otros personajes femeninos de la franquicia: “Creo que hubo un trabajo muy de joyería de parte de Vince Gilligan al momento de construir este personaje y tratar de distanciarse, de alguna manera, de los comentarios negativos que se le pudo haber hecho al personaje de Skyler White, interpretada por Anna Gunn. Tuvo muy mala reacción de parte de la fanaticada, no de la crítica. Ella tuvo nominaciones, etcétera. Pero acá, el hecho de que Wexler sucumbe al lado oscuro de la fuerza es lo que resulta más atractivo. Y es su interpretación la que es tan increíble en ese sentido”.
“Kim logra dar cuenta de cómo el lado oscuro te puede seducir, y no sólo vas a redituar de él, sino que lo disfrutas... Creo que esa diferencia está, por un lado, por parte del guion y lo que decide hacer Gilligan en esta historia y, por otro lado, tiene que ver mucho con su actuación. Con un personaje que va evolucionando y, como digo, este arco narrativo de pasar del bien al mal con todos los grises que hay entremedio, la hace muy fabulosa”.
La impecable labor de Rhea Seehorn
Los cuatro especialistas consultados por Culto concordaron en que la elección de la actriz Rhea Seehorn, conocida antes de Better Call Saul por papeles secundarios en comedias como The Singles Table (2006) y Un papá con pocas pulgas (2006), resulta trascendental para el desarrollo del personaje de Kim.
Una clave es su excelente relación interpretativa con Bob Odenkirk, el actor detrás de Saul Goodman. “Tienen muchísima química. De verdad parece, a ratos, que fueran pareja. Como que de verdad hay una tensión sexual que es muy buena entre ambos. Hay mucho cariño entre los dos personajes y por cierto que hay un mérito en el libreto con eso, pero también es muy relevante la actuación”, señala Munizaga.
“El personaje es súper difícil. Uno tiene que creer que, a medida que avanzan las temporadas, este puede empezar a sentir más vértigo con hacer cosas ‘horribles’ o incorrectas para la profesión de abogado. Y para eso, nos preparan por lo menos tres temporadas donde vemos que Kim va a ir, de a poco, teniendo este cambio o esta duda”, concluye el crítico de La Tercera.
Por su parte, Christian Ramírez refiere a la relevancia que tiene este papel en particular dentro de la carrera actoral de Seehorn. “Una de las cosas increíbles del mundo de las series es que permite que aparezcan actores de carácter que ya tienen una carrera por detrás suyo, pero que nunca han logrado niveles de notoriedad o han asumido la responsabilidad de echarse sobre los hombros una producción de este tamaño... Eso no ocurre siempre. Pero en este caso en particular, es notable”, explica Ramírez.
“Me cuesta concebir a Rhea Seehorn como una estrella de cine o una estrella de series. Sería demasiado fácil. Lo que tenemos por delante aquí, en realidad, es un personaje que se define por su rol, por sus capacidades, por la actriz que lo encarna, pero que al mismo tiempo aparece como revelación. No creo que se instale como estrella de cine. Tampoco que ella se crea el cuento. Me parece bastante extraordinario”, finaliza.
Ángela Díaz retribuye a las capacidades actorales de Seehorn una parte importante de la memorabilidad que adquiere su personaje: “El tema es que la actriz hace algo muy heavy en una serie que viene de una historia eminentemente masculina y de público muy masculino también, que es conquistar y tener a todos de su parte. Algo que las mujeres de los antihéroes casi nunca logran. En cambio, Kim Wexler consigue tener a la gente de su lado todo el rato, incluso en los momentos donde uno descubre que ella puede ser aún más cruel y mala que Jimmy”.
En ese sentido, todos están de acuerdo en que la reciente y primera nominación de Rhea Seehorn a los Emmy en la categoría de Mejor actriz de reparto en serie de drama responde a un sentimiento de justicia.
“Han pasado cinco, seis años, y esta es la primera vez que ella está nominada como actriz de reparto, lo que es una trampa. Los canales de televisión mandan en qué categoría están postulando a cada actor y actriz. En el caso de Seehorn, AMC, que es la cadena que produce Better Call Saul, la ha propuesto todos estos años como actriz secundaria. Pero si la actriz Rhea Seehorn no es la protagonista femenina de la serie, no sé quién es entonces. Ahí hay un truco con el tema de las postulaciones. Ella es la protagonista de Better Call Saul e importa tanto como Odenkirk dentro de la misma serie”, afirma Munizaga.
Para Márquez, se trata de una valoración más que merecida. “Por fin se le reconoce con una nominación a los premios Emmy al que, me parece a mí, el personaje más interesante de la serie”, concluye.
En esa misma línea, Díaz destaca el sentido de urgencia que adquiere su nominación, en una fase elemental para el desarrollo de su personaje. “En esta temporada está en su nivel más alto, así que si la van a premiar, es ahora, claramente”.