Actriz portentosa y ganadora del Oscar con solo 28 años (por Las tres caras de Eva, 1957), Joanne Woodward sufrió un impacto directo en su carrera tras dar a luz a la primera de sus tres hijas con Paul Newman, en 1959. La familia creció (llegaron a ser seis en total, incluyendo los hijos anteriores de él) e inevitablemente su actividad profesional quedó postergada.
“Espero que los niños entiendan que, a pesar de todos y cada uno de ellos fueron adorados, si tuviera que hacerlo todo de nuevo, es posible que no hubiera tenido hijos”, declara la intérprete en uno de los momentos más intensos de The last movie stars (HBO Max).
Sus apreciaciones reviven gracias a Laura Linney, quien lee –y actúa– las charlas que Woodward mantuvo con el guionista Stewart Stern (Rebelde sin causa) para un proyecto de Newman que jamás llegó a puerto. La serie documental realizada por Ethan Hawke aprovecha ese material inédito –así como las entrevistas con el protagonista de El golpe (en voz de George Clooney)– para contar en profundidad la historia de uno de los matrimonios más emblemáticos y extensos que Hollywood recuerde.
El inicio de la producción tienes menos ingredientes de glamour: el actor de Antes del amanecer (1995) saluda a través de Zoom a los colegas a los que convocó y les cuenta que fue llamado a realizar el proyecto por invitación de la familia de la pareja. No tiene completamente definido el foco, por lo que los seis episodios de una hora de la serie también capturan esa búsqueda por retratar a dos gigantes de su campo. Un clásico de nuestra época a la caza de la estela de dos estrellas de generación anteriores.
“Es una obra de gran calidez”, señaló la revista Time. “Este es un retrato de dos personas que amaban su oficio y el uno al otro casi en igual medida. También es un recordatorio de que el matrimonio no es para los débiles de corazón, e incluso esas uniones que se ven geniales desde el exterior siempre conllevan una parte de angustia”.
El fuego de la pareja se avivó desde que se conocieron en Broadway en 1953 y se relacionaron como amantes durante un lustro, mientras Newman todavía estaba con su primera esposa, Jackie Witte. The last movie stars atrapa ese momento, así como una realidad quizás poco considerada por quienes sólo recuerdan los créditos del intérprete: Woodward alcanzó la fama y el reconocimiento antes que él y sus dotes ante la cámara era tanto o más descollantes.
The New York Times reseñó: “Newman y Woodward estuvieron locos el uno por el otro durante más de 50 años, a través de la tragedia, la infidelidad, la ebriedad y los celos profesionales. Lo escuchas en sus palabras y lo ves, muy claro, cada vez que están juntos en la pantalla”.
El matrimonio compartió créditos en 16 películas, siendo la última Sr. y Sra. Bridge (1990), que le reportó una candidatura a los Oscar únicamente a la actriz. Esa carrera en conjunto, y por separado, también le sirve a la serie documental para indagar en las virtudes y miserias del matrimonio, que en 2007 enfrentó el diagnóstico de Alzheimer de ella y en 2008 la muerte de él, a los 83 años.
“(Hawke) muestra el trabajo de Newman y Woodward con una valoración consistente, cuidadosa y crítica, y el resultado es personal y cariñoso, especialmente en las secuencias que se centran en las cualidades más oscuras y menos halagadoras de sus dos protagonistas”, describió Vulture. The Guardian agregó: “Aquí no hay interés en la condena ni en la exoneración”.
Parte de la variedad de recursos que despliega la producción, los propios herederos del matrimonio también hablan ante cámara y entregan su mirada sobre sus progenitores, incluida Stephanie Newman, hija del primer matrimonio de Newman. “(Ellos) son presencias fuertes, especialmente en los últimos episodios, pero el comentario más brutal, perspicaz y, a menudo, hilarante proviene de las citas antiguas de los dos protagonistas, especialmente de Woodward”, afirmó The New York Times.
Actor y actriz no son los únicos que intervienen desde el pasado. Aunque Newman destruyó las cintas de sus conversaciones con Stewart Stern, las transcripciones disponibles arrojaron entrevistas con un centenar de amigos, familiares y colaboradores habituales del matrimonio.
Siguiendo el juego de la producción, Brooks Ashmanskas le da voz a Gore Vidal, Vincent D’Onofrio a Karl Malden, Bobby Cannavale a Elia Kazan, Tom McCarthy a Sidney Lumet, y Zoe Kazan a Jackie Witte, y también aparecen Sam Rockwell y Billy Crudup.
“Estas son las personas con los que disfruto hablar de películas y hablar de actuación. Son viejos amigos y todos hemos aprendido a actuar juntos. Entonces, es divertido hablar con ellos sobre este proyecto y escuchar las cosas que tenían que decir”, comentó Hawke sobre ese proceso a Entertainment Weekly.
Su elección como director del proyecto explica la irrupción de esa pandilla y las conversaciones junto Maya Hawke, la retoña de su matrimonio junto a Uma Thurman. El intérprete admira a Newman y a Woodward y también conoce algo del tipo de experiencias que les tocó sobrellevar. Y además, apuntó Variety, “la imagen de (Ethan) Hawke es la del estudiante perenne, fervientemente dedicado a perfeccionar su oficio, en un convincente contraste con el arrojado encanto de Newman”.
“La mayor parte de la serie es una sorprendente y reflexiva exploración en torno a dos personas de una generación anterior en Hollywood. Pero silenciosamente, en sus espacios negativos, es una serie sobre el estrellato contemporáneo, lo que significa ser actor y la naturaleza de la curiosidad y el ojo crítico de Hawke”, concluyó Vulture.