La más reciente entrega de Better call Saul brindó un momento televisivo para la historia. Titulado Breaking bad (y ya disponible en Netflix), el episodio 11 de su sexta y última temporada trajo de vuelta a Walter White (Bryan Cranston) y Jesse Pinkman (Aaron Paul).
La posibilidad de incluir un cameo de la dupla en la serie sobre Saul Goodman (Bob Odenkirk) estuvo en la cabeza de los creadores durante años, pero no fue hasta la recta final de la trama que se concretó su participación.
En el capítulo en cuestión se revive y expande el instante en que se cruzan los destinos de la pareja que fabrica metanfetamina con los del célebre abogado de Albuquerque, retratado por primera vez en el octavo episodio del segundo ciclo de Breaking bad, allá por el año 2099.
Ambas ficciones creadas por Vince Gilligan se entrelazan, entregando un festín para los fanáticos y aportando simbolismo a la conclusión de la historia sobre Goodman.
Bajo la dirección de Thomas Schnauz, Odenkirk, Cranston y Paul se reencontraron en el set un día de abril de 2021, tras hacer coincidir la apretada agenda de todos los involucrados. Así, los intérpretes detrás de White y Pinkman se volvieron a probar los pasamontañas y a subir a la casa rodante que operaba como su laboratorio.
“Se sintió como en los viejos tiempos”, dijo el realizador a The Hollywood Reporter. “Fue como, ‘vaya, estamos de vuelta en el mundo de Breaking bad’. Y estos muchachos estaban listos y dispuestos. Fue muy divertido”.
Los dos capítulos finales de Better call Saul llegarán a Netflix el 9 y el 16 de agosto.