Cuando salió a la venta, en 1972, de inmediato se transformó en un fenómeno de ventas. Es que Tolín, Tolín, Tolán, de Charo Cofré, fue un álbum transversal, a pesar de su temática infantil.
Con el tiempo, este disco se pasó de generación en generación e incluso la agrupación Tikitiklip lo sacó del baúl con lúdicas reversiones. Ocurre que canciones como El Tonto Perico o El Soldado Trifaldón se introdujeron en el ADN ciudadano. Sin embargo, pese a todos sus pergaminos, este álbum fundamental en la historia de la canción infantil chilena no estaba disponible.
Con estas premisas, el sello Monophone se apresta a lanzar una reedición en vinilo de Tolín, Tolín, Tolán en un marco especial: la primera celebración del Día Internacional del Vinilo, agendada para este viernes 12 de agosto en el café La Subida (Pedro de Valdivia Norte 691). Se trata de una edición gatefold con sus ilustraciones originales, un trabajo de lujo que respeta el arte original, pero que mejora el sonido e incluye todas las letras.
“Este es un disco que mezcla diferentes mundos, desde la literatura infantil, como fue el trabajo de María de la Luz Uribe (escritora, ensayista y profesora Montessori), el trazo y dibujo del gran Fernando Krahn, y la música y la lírica de la folklorista Charo Cofre”, dice a Culto Eduardo Lobos, el hombre al mando de Monophone, junto a Juan Pablo Bastidas. “Muchos niños de la época recuerdan al Tolín, Tolín, Tolán con especial nostalgia”, recalca, por temas como Arrurú y El rey de papel.
“Justo ahora se cumplen 50 años del lanzamiento original de este álbum. Un disco particular, que no solo se preocupó del sonido, sino que además de la estética, incluyendo unas cartillas con dibujos y letras de las canciones, por tanto, seguramente no fue un disco muy económico para la IRT, pero se transformó seguramente en uno de los discos históricos del cancionero chileno para niños”, dice Lobos.
La reedición de Tolín, Tolín, Tolán es el tercer lanzamiento del sello Monophone -que también tiene una tienda virtual www.monophone.cl – tras la publicación de los imprescindibles El Jazz en Chile y Cosecha Tropical, de Giolito. “Como sello Monophone nos han llamado la atención hasta ahora, discos que han estado en el inconsciente colectivo y que de alguna manera han ido desapareciendo y nos parece que es muy importante volver a poner en valor”, sostiene Lobos. La reedición de estos tres álbumes tiene un factor común: su excelente sonido y respeto absoluto por el arte original.
Sobre el impacto que en su minuto tuvo Tolín, Tolín, Tolán, Lobos lanza una teoría: “Tuvo un particular rol en poder conectar a los niños que estaban en el exilio con el Chile que habían dejado abruptamente. De hecho, fue editado en Europa durante el exilio de Charo Cofré, pensando en esto mismo”