Hacia 1989, Locomía causaba sensación, pero a nivel más bien local y concentrados sólo en la moda. Fundados y formados por los hermanos Xavier y Luis Font, junto a Manuel Arjona Velasco y el neerlandés Gard Passchier, impusieron en localidades como Ibiza la moda de los abanicos, con una rotación de integrantes que incluso llegó a los 15 miembros.
El eco eso sí se esparció veloz y ya en esa misma temporada empezaron a presentarse en otros países, como Italia, Francia o Alemania. El espectáculo llamó la atención de varios artistas como David Bowie. Incluso el cantante estuvo tan interesado en su puesta en escena que decidió contratarlos para animar su gira “Glass Spider”. Cayó absolutamente flechado.
Pero les faltaba un álbum. Un soporte que sintetizara todos sus temas, mezcla de jarana, baile, hedonismo y fiesta hasta el amanecer.
De esa manera, su mánager y quien se ofreció a otorgarles más seriedad al proyecto, José Luis Gil, los llevó hasta Madrid para granar su primer disco, llamado Taiyo (Sol en idioma japonés). De este trabajo se extrajo el primer sencillo, conocido por todo el mundo: Locomía, que consigue vender más de 60 000 copias en un trimestre y un disco de oro (aquel que sobre baterías computarizadas, bases monótonas y un “uh uh” de introducción rezaba “disco Ibiza-Locomía, moda Ibiza-Locomía, loco Ibiza-Locomía, sexo Ibiza-Locomía, mar Ibiza-Locomía, sol Ibiza-Locomía, marcha Ibiza-Locomía, crazy Ibiza-Locomía…”).
El título también traía otro clásico del catálogo de los españoles: RSM (Rumba Samba Mambo).
Pero en la mitad se escondía una cancioncilla de solapado guiño político. Los Locomía no eran sólo abanicos al viento: también podían aludir a personajes de la agenda.
Gorbachov se llamaba el track dedicado a Mijaíl Gorbachov, jefe de la Unión Soviética en ese entonces. ¿El motivo? Según han contado sus integrantes, era una forma de homenajear a una figura que impulsaba reformas y mayores libertades en ese país, en sincronía con la sensibilidad de mayor apertura pregonada por los mismos Locomía.
Incluso, se atrevieron a cantarla a todo pulmón en el Festival de Viña, por donde pasaron en 1992.
Su letra era celebración pura, algo extraño en una agrupación que parecía sólo estar abocada a aspectos menos serios, casi como un culto a cierta bien entendida frivolidad. Las referencias a los mandatarios del mundo no aparecían por ningún lado.
Así y todo, decía:
Gorbachov
Los de la URSS nos asombran
Gorbachov es ideal
Ya era hora que al oeste vuelvan ya
Avanzar en el desarme
Y reformar
Esto ya es imparable
Rusia no se vuelve atrás
Gorbachov es Perestroika
Gorbachov es desarmar
Gorvachov es convincente
Sabe mandar
Gorbachov es dulce Raisa
Gorbachov es confiar
Gorbachov es una estrella, superstar
Cuando lleguemos a Rusia
Gorby nos acogerá
Y en la Plaza Roja
Gritaremos libertad
No es un sueño
Es realidad
Esto es inevitable
Es progresar
Gorbachov es Perestroika
Gorbachov es desarmar
Gorvachov es convincente
Sabe mandar
Gorbachov es dulce Raisa
Gorbachov es confiar
Gorbachov es una estrella, viva Gorby superstar