Tras experimentar momentos complejos en su vida y en su carrera, Brendan Fraser enfrenta uno de los papeles más demandantes de su trayectoria.
El actor de la La momia (1999) protagoniza The whale, drama psicológico del director Darren Aronofsky en el que asume el rol de un hombre que pesa 272 kilos e intenta reparar el vínculo con su hija adolescente (Sadie Sink).
Días antes de su debut en el Festival de Venecia –este domingo 4 de septiembre–, Fraser y el cineasta entregaron algunas claves en torno a la película en conversación con la revista Vanity Fair.
Al buscar al protagonista de su cinta (adaptación de una obra de Samuel D. Hunter), el director de Réquiem por un sueño (2000) y El cisne negro (2010) tanteó múltiples opciones entre las más grandes estrellas de la industria. Pero “nunca tuvo sentido ni funcionó”, hasta que pensó en el intérprete de Crash (2004).
“Él (Aronofsky) dijo que quería a un actor al que volver a presentar”, señaló Fraser. “Y yo quería que me volvieran a presentar”.
“Quiero aprender de las personas con las que trabajo en este momento de mi carrera. He hecho cosas tan variadas, muchos altibajos, así que lo que me interesa, en la segunda mitad de mi tiempo haciendo esto, es sentir que estoy contribuyendo al oficio y estoy aprendiendo de eso. Esta es una excelente oportunidad. Quería desaparecer en él. Mi esperanza era volverme irreconocible”, explicó.
Durante las filmaciones el actor de de 53 años ocupó un traje prostético –cargaba entre 22 y 136 kilos extras dependiendo de la escena– y se preparó junto a una organización dedicada a visibilizar a las personas con obesidad (Obesity Action Coalition) y viendo películas y programas sobre el tema.
“Esta puede ser la primera y la última vez que vuelva a hacer esto, así que di todo lo que tengo. Y lo hice. Eso es todo lo que tengo”, afirmó sobre una película que lo podrían poner en carrera por los Oscar.
Tras la cancelación de Batgirl, algunos de los próximos estrenos del intérprete son Killers of the Flower Moon, de Martin Scorsese, y Brothers, de Max Barbakow (Palm Springs).
