La noticia corrió rápido. En la plenitud de la era de comunicaciones instantáneas, al ritmo de los likes y algoritmos, no pasó mucho tiempo desde que la obra comenzara a ser exhibida en la Aguafuerte Galería, de Ciudad de México, el pasado 25 de agosto.
Un tríptico de esculturas llamada Chao Tradición se tomó los comentarios de los usuarios de las redes sociales. También los titulares de prensa de muchos medios en Latinoamérica y Europa. Es una secuencia que muestra al Papa Francisco con un bebé en brazos, luego dejándola caer, y finalmente riéndose ante el cadáver despedazado de la criatura.
Su autor es chileno. Se llama Pablo Maire, artista visual y poeta. Nacido en Talca, en 1975, ha desarrollado una carrera que lo ha visto exponer en Venezuela, Perú, Argentina, Chile, Colombia, México y República Checa. Además, no solo ha hecho escultura, también ha incursionado en la fotografía, pintura y video. Y como si fuera poco, es poeta, con dos libros publicados.
Como suele ocurrir en el arte, las ideas generalmente nacen a partir de un trabajo anterior. Una obra dispara una imagen, un concepto y a partir de eso, un artista genera algo nuevo. Eso fue lo que le pasó a Maire al observar la performance del artista chino Ai Weiwei en 1995, cuando se fotografió dejando caer un valioso y antiquísimo jarrón de la Dinastía Han, la segunda era imperial china y hasta hoy considerada una etapa floreciente de su Historia. De alguna forma, Ai Weiwei convertía a la tradición en añicos, en protesta contra el gobierno de su país.
“Le daba vueltas a la imagen de Ai Weiwei y su performance en los 90 donde dejaba caer un jarrón de la Dinastía Han, tan importante para la cultura China y (que le) generara problemas con el gobierno de ese país –explica a Maire a Culto, vía e-mail desde Ciudad de México–. Entonces pensé cómo en nuestra cultura podíamos hacer un gesto que representara el quiebre de una tradición, romperla, aunque sólo fuera un símbolo, pero una tradición contundente que permeara nuestra cultura occidental, y pensé en la iglesia y toda la desafección que han producido los escándalos de abuso sexual, su mirada hacia la mujer, a la homosexualidad, al tema del aborto y un sinnúmero de eventos que ponían en peligro su existencia institucional”.
Maire aclara que lo suyo más bien es una llamada de atención hacia la organización, no al fuero interno de cada creyente. “No es una crítica a la creencia legítima que tiene cada persona, en los dioses que desee tener o cómo aborda su espiritualidad, es un cuestionamiento a esta anquilosada institución y cómo se desagrada desde dentro”.
¿Cómo fue que lo impactó esa obra?
Quizás solo fue una imagen oportuna para lo que venía pensando con antelación. Se dio un conversatorio con su obra y la reinterpreté. Simplemente sentí que ese imaginario podía calzar en este caso con el mío. Así la pensé.
Con el concepto en mente, se puso manos a la obra. Cada una de las estatuas que conforman el tríptico está hecha de poliresina de 27x11x9 centímetros, y una base de madera. “La idea la desarrollé hace más de un año en Lima. De hecho, la pieza tiene como once meses desde que la publicara en redes con comentarios bastante positivos de seguidores. Luego quedó como una de las obras que desarrollara durante el 2021 para continuar con otras piezas, gráficas especialmente”, cuenta Maire.
¿Cómo fue que esta obra llegó a México?
El director de Aguafuerte Galería me invitó a participar junto a mi colega Francesca Dalla Benetta en la muestra Químicas Ácidas que concluye el 19 de septiembre en Ciudad de México. Ambos trabajamos el bronce y utilizamos el ácido para la pátina y los procesos creativos en la escultura. Aguafuerte es una de las galerías más importantes del circuito y constantemente exhibe arte que en otros espacios es más difícil entrar. Por ejemplo, los temas de migrantes, homoerotismos, la mujer en el arte o lo político. Chao tradición no había sido expuesta y me invitó a que su espacio fuera el primero en recepcionar la obra.
¿Por qué usó la imagen del Papa?
Como te señalaba, lo tomé pensando en la religión católica. Ya sabes que en Chile desde hace años comenzaron a salir a la luz pública los casos de abusos sexuales. Los relatos de quienes se atrevieron a dar la cara y como en otros lugares del mundo afloraban también casos de pedofilia. La iglesia, al encubrir a sus abusadores o cambiarlos de iglesia o enviarlos a lugares de reposo, no hace más que proteger a sus agresores. El niño que se deja caer no es más que la figura simbólica de lo frágil que se rompe y no cuenta con el amparo de la institución donde sucede. Muchas veces escuchas desde sus víctimas la palabra mofa o burla desde la iglesia al abordar estos casos aberrantes.
No es la primera vez que Maire toma símbolos católicos para darles una connotación crítica. Por ejemplo, en su serie Made in México, puso al Papa Juan Pablo II junto a unos niños, quienes luego aparecen bajo sus ropas dando alusión a la pedofilia; o el santo peruano Martín de Porres levantando sus atuendos. Aunque en rigor, el talquino no tiene una formación religiosa tan especial.
“Más que formación, la instrucción que recibí fue la común, es decir, bautismo y primera comunión. Luego un colegio de curas en Talca que eran bastante progres, antipinochetistas la verdad. No íbamos casi nunca a misa, a pesar de tener curiosidad por la formación católica. Ya sobre los 17 desafección absoluta y solo apreciación del arte religioso o el arte que surge en torno a la religión”, cuenta Maire
¿Qué relación tiene con lo religioso?
Con lo espiritual tengo interés desde lo antropológico más bien. Cómo cada cultura desarrolla ese ámbito y utiliza elementos figurativos o alegóricos para representarla. Oral, corporal o artísticamente. Me interesa la visión de la muerte, de cómo Jung se puede entrelazar con el budismo o como el materialismo afecta negativamente el desarrollado espiritual. En fin, es complejo el tema, pero nunca acudo a la oración para augurar un propósito ni culpo a algún Dios por las cosas tenebrosas que suceden.
Un ardor en las redes
En general, la obra se ha comentado mucho en la red y ha generado polémica, ¿lo esperaba?
La verdad es que nunca imaginé esta sobrerreacción. De hecho, solo se había pensado en que la obra se expusiera por estas semanas y fuera una más de las 60 piezas que la muestra ofrece, tanto mías como de Francesca. Es más, siento que esta pieza no es la más importante que he trabajado ni la que más demuestre la estética de mi obra. Lo monstruoso, lo grotesco, la deformidad está en mis bronces y grabados más nítidamente. Y mira, una infinidad de personas me ha mandado al infierno a través de mis redes. Me acordaba de la frase de Aldous Huxley que decía “y si este mundo fuera el infierno de otro planeta”. Pues nadie está lejos de vivir en él.
¿Qué piensa de las redes sociales como vehículo para difundir trabajos artísticos?
Es una ventana interesante para muchos artistas de mostrar sus trabajos. Las galerías virtuales permiten una mayor expansión geográfica de tu arte, pero el riesgo es lo efímero de la exposición. Es muy difícil que algo prevalezca, es un mosaico monstruoso que todavía no advierto cuál es su figuración. Muchas obras poderosas tienen 30 likes y algunas imágenes estúpidas tienen millones de reacciones. Como decía Guy Debord en su libro La Sociedad del Espectáculo: “en el mundo realmente invertido lo verdadero es un momento de lo falso”.
¿Qué preguntas busca instalar con esta obra?
Principalmente plantear la idea que algo puede morir desde dentro, que hay factores internos que pueden dañar la estructura y derrumbarla. Además, poner en evidencia la profunda fisura y desafección de la gente por la iglesia católica, ya sea por los casos de abuso sexual o el anacronismo de sus ideas respecto a temas que vienen siendo debatidos intensamente en el contexto actual. Los comentarios acerca de esta obra en particular me han dado levemente la razón.
¿Cree que el arte es una vía de impacto a la Iglesia?
Lo ha sido siempre. De hecho la religión, al menos la Católica, acude a él para la construcción de su imaginario a través de la pintura, escultura, escritura y música principalmente. Ahora bien, cuando el arte asume un punto de vista crítico hacia la estructura eclesiástica, según muchos, es un arte panfletario, desprolijo, oportunista y hereje.
¿Qué proyectos tiene para los próximos meses?
Luego de 14 años viviendo entre Perú y México retorno a Chile. En octubre expongo grabado xilográfico e intaglio en Simbiotika Estudio en Talca. Con el cineasta chileno Jorge Yacoman trabajamos en el video de su canción Hunger, colgado en YouTube y estamos planeando realizar dos videos más. Estoy viendo si en Chile como en México se interesan por exhibir mi obra escultórica Chao tradición, así como los trabajos que he desarrollado en torno a la fotografía, el grabado, la pintura y la escultura que pueden encontrar en mi sitio web www.pablomaire.com.