“Quiero ser baterista como mi padre”: la emotiva historia del hijo de Taylor Hawkins que tocó en su homenaje
El pasado sábado, ante un estadio Wembley repleto, la aparición de Shane Hawkins, de 16 años, marcó uno de los minutos más significativos de la velada, por donde pasaron desde Brian Johnson hasta Paul McCartney. Para remarcar aún más el simbolismo, interpretó My hero, canción inspirada en los héroes comunes y corrientes.
La noche del sábado 3 de septiembre, el homenaje al fallecido baterista Taylor Hawkins, de Foo Fighters, empezaba a bajar el telón en el estadio Wembley de Londres después de casi seis horas de maratónico espectáculo, pero faltaba su corolario. La pieza definitiva, incluso si eso es posible en un evento donde ya habían pasado casi la totalidad de sus amistades -Liam Gallagher, Nile Rodgers, Brian Johnson, Stewart Copeland, Geddy Lee, Paul McCartney, Chrissie Hynde-, aparte de sus aún golpeados camaradas en Foo Fighters.
En ese momento, en la parte del show correspondiente al conjunto encabezado por Dave Grohl, el propio vocalista se acercó al micrófono para anunciar que otro baterista los iba a acompañar durante la velada. Fue la tónica de su presentación: distintos percusionistas, de diversos géneros y raíces, se fueron rotando para ocupar la vacante de Hawkins. Pero el último guardaba un nombre especial.
“Damas y caballeros, tenemos un baterista más que vendrá y tocará con nosotros, y déjenme decirles que no creo que haya visto a nadie tocar la batería tan fuerte como esta persona. Pero más allá de eso, es un miembro de nuestra familia”, soltó Grohl ante la expectativa de la multitud, para después revelar al invitado: Oliver Shane Hawkins, de 16 años, el hijo mayor de Taylor, el primero de los tres que tuvo con su esposa Alison, con quien se casó en 2005 (Annabelle y Everleigh son sus otras dos hijas).
Como un simbolismo, en 2020 Taylor Hawkins confesó en una entrevista que le había escrito una canción a Shaun, en cuyo fragmento central resaltaba: “hijo mío, prepárate para el increíble gran mundo”. Eso sí, nunca la sacó a la luz, ya que el propio adolescente le pidió que prefería no exponerse demasiado.
Pero el pasado sábado, ante un Wembley atestado y millones de personas que seguían la emisión en todo el planeta, el pequeño Hawkins estaba listo para el increíble gran mundo.
Mi héroe
Con personalidad, carácter y prestancia, se sentó tras la batería y con pulso fiero comenzó la interpretación de My hero, aquella canción de 1998 que el grupo dedicó a los héroes comunes y sin grandes pretensiones, quizás como el mismo Taylor Hawkins con su sonrisa eterna y su facha de surfista bajo un verano de nunca acabar.
“Ahí va mi héroe/ Míralo mientras se va/ Ahí va mi héroe/ él es muy común”, es parte de su letra.
En rigor, para Shane su padre siempre fue un héroe cercano e íntimo. Le enseñó a tomar la batería y las baquetas cuando todavía no cumplía los cinco años de vida. Lo comenzó a llevar a conciertos desde siempre y no sólo a los de Foo Fighters: también acudían a presentaciones de artistas con poco vínculo con el rock de guitarras y alto voltaje, para que conociera otras expresiones.
El comediante David Chapelle, amigo de Foo Fighters, fue uno de los anfitriones de la noche en Wembley y contó una anécdota que revela la lazo entre padre e hijo: “En noviembre de 2020, tuve el honor de presentar Saturday Night Live con el invitado musical, Foo Fighters. Fue una noche muy especial, la pasamos muy bien y después del show, la banda y yo estuvimos hablando de cuáles eran nuestras canciones de karaoke favoritas. La mía era Creep, de Radiohead. Dave Grohl me llamó y me pidió que cantara Creep con ellos en el Madison Square Garden un par de días después. Había fumado un poco de marihuana, así que acepté”.
Después contó que, en el momento de cantar en el Madison Square Garden, Taylor Hawkins había salido antes a interpretar Somebody to love, por lo que se puso muy nervioso. “Las paredes temblaban”, rememoró. Pero después todo salió bien y, cuando volvió a camarines, conoció a un chico de 12 a 13 años que se movía inquieto tras bastidores.
Chappelle continuó diciendo que le había preguntado al niño si patinaba, porque llevaba zapatillas de skate. Pero él respondió: “No ando en patineta, porque no quiero lastimarme los brazos”. El comediante se preguntó qué clase de respuesta era esa, sobre todo en un adolescente, siempre dispuestos a aporrearse cuando se trata de divertirse. Ante ello, el joven habría agregado: “Es que quiero ser baterista, como mi padre”.
Chappelle después siguió: “En ese camarín en el Madison Square Garden, aunque había conocido a los Foo Fighters muchas noches, sentí que los conocía por primera vez. He visto a Taylor ser una estrella de rock muchas noches, pero era la primera vez que lo veía ser padre, y qué padre tan genial. Fue la primera vez que Dave Grohl y yo mencionamos el nombre de Kurt Cobain. Era la primera vez que hablábamos de nuestro amor por el jazz y la música go-go y el hijo de Taylor, Shane, estaba absorbiendo todo eso”.
Tras el concierto, Taylor Hawkins junto a su hijo fueron a uno de los mayores clubes de jazz de Nueva York, The Blue Note, donde tocaba el eximio músico Robert Glasper. Admirado por su técnica, Shane le dijo a su progenitor: “Papá, tú no puedes hacer esa mierda”. A ello, Taylor respondió: “Hijo, es que esos son músicos de verdad”.
Como fuere, el instante de Shane en Wembley fue uno de los más emotivos de la jornada. Incluso con una imagen de ambos, en plan vacaciones, proyectada en las pantallas traseras.
“El adolescente tras la batería fue una de las revelaciones de la noche”, calificó New York Post. “Toca con el mismo rollo del padre y pone la misma cara del padre. Se ve que ha estudiado, no se le cae ni un solo bombo, pese a que el tema a veces tiene su complicación. Me quedé loquísimo”, expresó por su lado el youtuber experto en música, Shaun Track.
¿Nace una estrella? Quizás. Al menos, Shane estaba preparado para el gran mundo.
Como segundo paso, el instrumentista de 16 años volverá a aparecer en un tributo a su padre, cuando también protagonice el evento que se celebrará el próximo 27 de septiembre en Los Ángeles, también titulado Taylor Hawkins Tribute Concert y que volverá a tener a algunas de las mayores estrellas del obre.
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