El director Jean-Luc Godard, el enfant terrible del cine francés de la Nouvelle Vague y que revolucionó el arte en la década de 1960, ha muerto, según confirman los medios de ese país. Tenía 91 años y optó por la eutanasia en Suiza, su tierra natal.
“No estaba enfermo, simplemente estaba agotado. Había tomado la decisión de terminar. Era su decisión y para él era importante que se supiera”, señaló un cercano al periódico Libération, el primero en comunicar la noticia de su fallecimiento.
Godard desafió las convenciones durante una larga carrera iniciada en la década de 1950 como crítico de cine. Reescribió las reglas para las cámaras, el sonido y la narrativa y fue durante años uno de los directores más viscerales y provocadores, comenzando en 1960 con Sin aliento y terminando en 2018 con El libro de imagen.
Sus películas lanzaron al estrellato a Jean-Paul Belmondo, y su controvertida obra navideña Je vous salue, Marie (Yo te saludo, María en español) acaparó titulares cuando fue criticada por el papa Juan Pablo II en 1985.
Pero Godard también hizo películas, a menudo experimentales y con carga política, que frustraron a muchos críticos por lo que se percibía como un intelectualismo exagerado. Su enorme reputación también responde a su ímpetu en esas obras de carácter ensayístico, donde meditaba sobre el lenguaje cinematográfico.
El delegado artístico del Festival de Cine de Cannes, Thierry Frémaux, dijo el martes a la agencia de noticias The Associated Press que estaba “triste, triste, inmensamente” por la noticia del fallecimiento de Godard, quien en el certamen fue distinguido con el Premio del Jurado en 2014 (Adiós al lenguaje) y con una Palma de Oro especial en 2018 (El libro de imagen).
La vida y el cine
Nacido en una familia francosuiza adinerada el 3 de diciembre de 1930, creció en Nyon, Suiza, estudió etnología en la Sorbona, en la capital gala, donde se sintió cada vez más atraído por la escena cultural que floreció en el “cineclub” del Barrio Latino tras la II Guerra Mundial.
Hizo amistad con los futuros grandes cineastas François Truffaut, Jacques Rivette y Eric Rohmer y en 1950 fundó la fugaz Gazette du Cinema. Para 1952 había empezado a escribir para la prestigiosa revista de cine Cahiers du Cinéma.
Tras trabajar como obrero en el proyecto de una represa en Suiza, utilizó el salario para financiar su primera cinta terminada, Opération ‘Béton’, un documental de 20 minutos sobre la construcción de esta misma.
A su regreso a París, se desempeñó como vocero para una agencia de artistas y terminó el último de los cortometrajes de su primera etapa, Charlotte et Véronique, o Tous les garçons sappellent Patrick, que debutó en 1959.
También comenzó a trabajar en À bout de souffle (más conocida como Sin aliento en esta parte del mundo), basada en una historia de Truffaut y protagonizada por Jean Seberg y Jean-Paul Belmondo. Fue su primer gran éxito, estrenada en marzo de 1960.
Como Los 400 golpes (1959) de Truffaut, la cinta de Godard marcó el nuevo estilo de la estética cinematográfica francesa. Rechazaba el estilo convencional de narración y en su lugar empleaba cortes frecuentes que alternaban discusiones filosóficas con escenas de acción. Lo combinaba con referencias a las películas de mafiosos de Hollywood y guiños a la literatura y las artes visuales.
Godard se casó en 1961 con la modelo y actriz nacida en Dinamarca Anna Karina, que apareció en una serie de cintas del director durante el resto de la década, todas consideradas como hitos de la Nouvelle Vague. Destacan Vivre sa vie (Vivir su vida), Alphaville y Pierrot Le Fou (Pierrot el loco), también protagonizada por Belmondo y que según los rumores se rodó sin guion.
El cineasta, que con el tiempo se ganó una reputación por sus firmes convicciones políticas izquierdistas, mostró sus simpatías por diversas formas de socialismo en películas rodadas entre principios de la década de 1970 y principios de la década de 1990. En diciembre de 2007 fue reconocido con un premio a toda su carrera de la Academia Europea de Cine.
Godard criticó a Hollywood en multitud de ocasiones durante los años. En noviembre de 2010 se quedó en su casa de Suiza en lugar de viajar a Estados Unidos para recibir un Oscar honorífico en una ceremonia privada. Un desaire acorde a su genio irrepetible.