Weezer - SZNZ: Autumn
A 30 años de su fundación, la banda de Rivers Cuomo atraviesa un sorprendente periodo de prolífica creatividad, una curva en la cual la mayoría se dedica a administrar los viejos éxitos, y programar giras de aniversario. En 2021 publicaron el beatlesco Ok Human y el homenaje al rock duro Van Weezer, mientras este EP es el tercero de cuatro de este año marcados por las estaciones. Por supuesto, la productividad no va necesariamente hermanada a la calidad. Ok Human fue más un gustito que un aporte a su discografía. Weezer arrastra además una sombra gigantesca con su debut de 1994 -el inigualable disco azul-, la obra que han intentado superar una y otra vez sin fortuna.
Autumn no cierra la brecha en lo absoluto, pero rescata algunos de los rasgos memorables del conjunto californiano, ese talento inigualable para mezclar guitarras motorizadas ligeramente sucias, con líneas melódicas que añoran el pop chicloso y la música surf. En esa arquitectura, Get off the pain es una de las mejores composiciones de Weezer en 20 años. Las mismas virtudes en Francesca, combinando pop vintage y modernidad rock. Esta dosis más acotada de Weezer -siete temas en 24 minutos-, funciona precisa.
Wilco - Yankee Hotel Foxtrot (Deluxe edition)
Wilco, el tipo de banda que melómanos, críticos y músicos adoran ante la indiferencia de la masa -patente cuando debutaron con un show extraordinario en el teatro Caupolicán ante poco público en 2016-, experimentó un punto de inflexión en este álbum que cumple 20 años. Fue el último junto al fallecido multiinstrumentista y compositor Jay Bennett, convertido en antagonista del líder, cantante y guitarrista Jeff Tweddy durante las sesiones (y despedido apenas concluyeron), y el primero con el fenomenal Glen Kotche en batería, redefiniendo el sonido de la banda de Chicago. Yankee Hotel Foxtrot fue alabado de forma casi unánime en 2002, y la prueba del tiempo confirma que estas canciones son gemas de rock atemporales, con un puesto asegurado en cualquier lista con lo mejor del siglo.
La reedición en formato digital considera además del listado original, otros cuatro discos con versiones alternativas, un concierto en St. Louis de 2002 que suma otros clásicos como Misunderstood (“si aún amas el rock & roll”), y una presentación en directo grabada en un estudio, sumando 51 canciones. Las versiones en vinilo y cedé incluyen una treintena más de cortes.
Slipknot - The end, so far
Los extremos de este séptimo título de Slipknot, coproducido por el experimentado Joe Baressi (Melvins, Tomahawk, QOTSA), se topan. El arranque con Adderall y el remate con Finale, presentan otra cara del colectivo enmascarado de Des Moines, una inclinación al power metal y la melodía para lucir la versatilidad del vocalista Corey Taylor, probada en otros proyectos como Stone Sour, no solo de gruñidos vive el hombre. Entre medio, temas como Acidic son para arquear una ceja y cerciorarse que realmente se trata de Slipknot, con un cierre entre blues y lisergia. Las vorágines tribales gracias a la percusión, el uso de la electrónica y la metralleta de metal extremo siguen presentes -The Dying song (time to sing), The Chapeltown rag y Hive man lo comprueban-, como Yen y Warranty ofrecen vetas de cinematografía y teatralidad.
A pesar de las evidentes raíces de Slipknot en los reyes del nü metal Korn y el costado demencial de Mike Patton, siguen ejemplificando cómo adaptar las influencias para crear una dimensión artística propia. La brutalidad ahora disfruta de una alternancia más marcada, que permite descomprimir la experiencia siempre vertiginosa e intensa, de estos vástagos del shock rock.