La carrera como músico del periodista Álvaro Paci: “Metallica es la gran influencia en cómo debe funcionar una banda”

La historia de Enigma comenzó a escribirse en marzo de 1990, cuando Franco Iturrieta, Álvaro Paci, Hernán Kooki Ángel y José Antonio Vásquez aún cursaban sus años escolares. Entonces, Paci, periodista y guitarrista de la banda, tenía 15 años. Por esos días, el conjunto trazaba las primeras líneas de una carrera musical que, entre algunos cambios en su formación, ensayos constantes y presentaciones en importantes escenarios, ya acumula 32 años prácticamente ininterrumpidos.

Al año siguiente grabaron su primer demo, titulado Apocalipsis. Al poco tiempo, los jóvenes recibieron una sorpresiva invitación de Tumulto, histórica banda de rock nacional, para que los acompañaran en varias de sus presentaciones. De ahí en adelante, los músicos han construido una carrera que suma tres álbumes de estudio y presentaciones en citas imprescindibles para el género, como el Metal Fest.

Hoy, formada por Nelson Montenegro (voces), Álvaro Paci (guitarra), Sebastián Bello (bajo) y José Antonio Vásquez (batería), Enigma se prepara para abrir los fuegos en el show de Helloween y HammerFall en el Movistar Arena, donde compartirán público con una banda que ha sido inspiración fundamental para ellos. Al show también se sumará Hernán Ángel, miembro fundador de la agrupación, que volverá para apoyarlos arriba del escenario.

“Esto se fue cocinando a fuego lento... Hace unos 4 o 5 meses nos dijeron que existía la opción y nosotros nos aferramos a ella, por supuesto, porque Helloween es una banda muy importante para nosotros. Helloween es la primera división del metal mundial. Es una potencia, una banda alemana de las más importantes de la historia. Y en el heavy metal, el power metal, es una referencia obligada”, explica Paci a Culto.

Dentro de su discografía, el músico reconoce esa influencia especialmente en el sonido de Laberinto (2008), el segundo larga duración de Enigma. “Ahí se nota harto. Teníamos a un cantante en ese momento, Cristian Galaz, que grabó ese disco, que claramente sus influencias iban por ese lado. Porque Enigma, para la gente que no lo ha escuchado, está construido sobre dos pilares: por un lado, el heavy metal más clásico, y, por el otro, un metal más pesado. También nos gusta Metallica, Megadeth, Slayer, Antrax, Testament… Todas esas bandas también están sobre nuestras influencias”, complementa.

Paci también menciona a Dream Theater y Symphony X como dos bandas fundamentales para el grupo. “Y Helloween por supuesto es una banda que cualquier fan del heavy metal no puede obviar. Así que cuando nos confirmaron fue realmente un sueño, de verdad. Es un poco un lugar común decirlo, pero cuando empecé a tocar, precisamente soñaba con compartir alguna vez escenario con bandas como esta. Veo a ese niño, a ese joven de 15 años mirando al adulto de 47 y diciéndole: ‘la hicieron’”, valora.

La guitarra, el rock y el metal llegaron a la vida de Álvaro Paci cuando tenía 13 años y cursaba primero medio. “(A esa edad) empezamos con un amigo a tratar de aprender la guitarra. Siempre fuimos fanáticos, ya a esa altura, de Iron Maiden, Judas Priest, Accept, de las bandas clásicas del heavy metal. Ahora cuesta entenderlo, pero en ese momento eran súper populares”, recuerda.

Sobre cómo se vivía la movida del metal en esos años, el guitarrista comenta que “en ese momento, tú lo escuchabas en todas las radios, se vendía mucho. El metal estaba de moda en esa época. En realidad, era raro ser un niño o un preadolescente a fines de los 80, principios de los 90 y que no estuviera el rock y el metal cerca tuyo. El metal y el rock latino eran las dos vertientes para un niño chileno de la época, un joven de la época”.

Sin embargo, sus primeros pasos en la guitarra los dio junto a un amigo que se sentía mucho más cercano al rock de la escena británica. “La primera persona que me acerca a la guitarra es un amigo que se llama Francisco Hidalgo, que era otra onda. Él es muy fanático de The Cure, de The Beatles, bandas que a mí me encantan. Encuentro que, por ejemplo, The Cure, tiene unas canciones que son súper oscuras. De hecho, está lleno de covers de bandas metal a The Cure”, comenta Paci.

“Me enseñó como los acordes principales, el do, el re, los cejillos, en fin… Me enseñó las primeras cosas. Y bueno, soy fan de los Beatles hasta el día de hoy, también por mi mamá. El primer vinilo que vi fue el Abbey Road, que es uno de mis discos favoritos y que lo escuché mucho cuando chico, cuando estaba empezando en esa época. Y mucho The Cure, mucho Police...”, complementa.

A los pocos años surgió la idea de formar Enigma, lo que implicó algunas dificultades técnicas que eran propias de esos años: “Desde esa edad me lo tomé bien en serio. Uno tiene algunas pasiones en la vida y, sin dudas, en mi vida es esto. Empezamos a aprender, de manera autodidacta al principio. Obviamente, en el año 91, 92 no existían las facilidades que existen hoy. Hoy en día tú tienes tutoriales, buenos instrumentos a los que acceder... En fin. En ese momento, tener una guitarra ahí nomás era súper caro. Amplificadores era un sueño... Para qué decir los efectos”.

“Rápidamente la idea fue hacer canciones. Uno salía y todo, pero especialmente en invierno, más que carretear a mí me interesaba tratar de sacar canciones. Intentaba sacar nota por nota los solos de Kirk Hammett, de Metallica, de Adrian Smith de Iron Maiden... Y es un tiempo donde el aprendizaje es súper rápido. O sea, lo que tocabas en enero era muy distinto a lo que tocabas en septiembre. Habías crecido una enormidad como músico. Tiene una cosa romántica, una cosa también que es bien linda de toda esa época”, rememora Paci.

En la misma línea, es claro en afirmar que “desde chicos teníamos una visión súper clara de lo que queríamos, cómo queríamos sonar, de lo que queríamos hacer. Que queríamos grabar y ojalá, alguna vez, vivir de esto. Ese era el sueño de niños”. Con el tiempo, los caminos profesionales de los integrantes se decantaron por otros rubros (por ejemplo, Álvaro es periodista y José Antonio Vásquez estudió sociología). Pero eso no ha sido impedimento para que la seriedad del proyecto se mantenga intacta.

“Yo siempre he dicho que es más que un hobbie. No es como ir a jugar a la pelota el fin de semana. Esto más que un hobbie. Le dedicamos harto tiempo, harta cabeza. Yo no concibo la vida sin ensayar, sin grabar, sin componer. Para mí es como... Imagínate, lo hago desde los 15 años y hoy día tengo 47″, expresa.

Así, la rutina se ha mantenido prácticamente invariable: “Sagradamente ensayamos los sábados. Solamente las contingencias de las pegas, qué se yo, nos pueden alejar de eso. Pero las familias, las esposas, las pololas nos conocieron así y saben... En mi caso también me apoyan mucho con eso, o sea, saben que los sábados se ensaya, que es sagrado, y que es una parte muy importante para todos nosotros”. A lo largo de estos años, Paci cuenta que lo único que logró alterar las cosas fue la llegada de la crisis sanitaria.

“Con la pandemia, sobre todo en la primera etapa, el 2020, dejamos de ensayar 6 meses. Nunca había pasado eso. Nunca habíamos dejado de ensayar más de un mes y medio. Eso era lo máximo. Y no ensayar por tanto tiempo fue súper rudo. El día que volvimos fue emocionante, heavy, porque fue reencontrarnos con algo que es tan vital para cada uno de nosotros”, recuerda.

Más allá de las influencias de Enigma, el periodista tiene un catálogo musical personal que incluye bandas y discos que han sido esenciales y favoritos a lo largo de su vida. Entre ellos, destaca especialmente a Metallica y Iron Maiden.

¿Cuáles son tus discos y artistas favoritos? ¿Tienes colecciones de música en formato físico?

“Mira, no he querido entrar en el mundo de los vinilos porque sé que es una droga dura de la cual no se sale –señala entre risas-. Pero sí, tengo mis colecciones de CD, sobre todo. Casetes también tenía muchos... Ahora el formato está volviendo, está fuerte de nuevo, pero hubo, no sé, 10 o 15 años donde básicamente no tenía dónde escuchar un casete. Los equipos habían muerto ya”.

“Y sí, tengo toda la colección de Iron Maiden, toda la colección de Metallica. Los guitarristas solistas para mí son súper influyentes. Steve Morse, Satriani, Steve Vai... Todos esos guitarristas fueron muy importantes en mi formación como instrumentista. Obviamente partí autodidacta, pero después estudié algunos años con un gran profesor, Nelson Martínez, a quien le mando un abrazo, y que, en ese tiempo, tocaba en Beatlemanía, así que también los Beatles estaban muy presentes. Pero siempre ligado a lo más rápido, lo más moderno de esa época, que eran todos estos guitarristas que te menciono y que para mí son fundamentales. Esa es básicamente mi colección de CDS. Más Testament, más Slayer, diría yo. King Diamond, por ahí va”.

¿Hay algún disco que consideres trascendental en tu vida?

“Son dos: Powerslave, de Iron Maiden y el Master of Puppets. Metallica es la otra gran influencia en términos de cómo debe funcionar una banda, de cómo componer. Y que más se parecía al funcionamiento de nosotros. Hay varias canciones que hacemos individualmente, pero gran parte de los temas los hacemos con el baterista, con José Antonio”.

“Entonces, claro. Metallica es como lo mismo. Parte de cómo trabaja un riff con la batería, y ahí se va armando. Metallica también es otra parte súper importante de nuestra influencia. Por los discos, pero también por la forma en cómo se compone y cómo funciona la banda”.

¿Pudiste asistir a su último concierto en Chile?

“Sí, por supuesto. Estuve en el Club Hípico. Creo que he ido a todos los de Metallica salvo el del 99. Estuve el 93 en el caótico debut... Fue el día después del aluvión, así que imagínate. Estaba todo Santiago cubierto de una nube de polvo, pero fue maravilloso. Aparte que fueron 3 horas, una locura. Metallica en su mejor momento, terminando la gira del Álbum negro, una cosa impresionante”.

Irreversible, el último LP de Enigma, se publicó el 2016. ¿Han pensado en lanzar material nuevo al mediano o corto plazo?

“Sí, tenemos el disco listo, debió grabarse el 2020, pensaba yo. Pero la pandemia nos mató, porque hay un período que es la composición, de hacer la música. Después vienen los arreglos, que ahí somos bien detallistas y nos gastamos harto rato en hacer los solos. Sobre todo, hay mucho trabajo de bajo con la batería que van juntos, en fin, las melodías de la voz... Y eso requiere harta pega”.

“Pero nada, esperamos grabar el próximo año. Estamos haciendo canciones todo el tiempo y lamentablemente nos ha costado un poco más grabarlas por todo lo que ha pasado, pero de a poco vamos avanzando. Hace unos días salió la noticia de que ya se está terminando con las mascarillas y el pase de movilidad. Ya se empieza a abrir ya de verdad el mundo. Así que esperamos el próximo año ponernos al día con el cuarto disco de Enigma”.