La pregunta cae todos los años, como una especie de juego de los aficionados a la lectura. Pero la respuesta queda flotando como polvo en el aire. ¿Quién ganará el Premio Nobel de Literatura 2022? Acaso el galardón más comentado del planeta, es también el más impredecible de todos. Quizás, esa es su única certeza.
Es que en sus bases, la Fundación Alfred Nobel establece que los nombres de los nominados deben permanecer en reserva, y solo pueden darse a conocer 50 años después. Por lo mismo, el hermetismo de la Academia Sueca es duro al respecto, sobre todo tras lo ocurrido en 2018, con el escándalo por abuso sexual y de filtraciones de nombres que obligó a suspender la entrega de ese año y a elegir dos ganadores en 2019: la polaca Olga Tokarczuk y el austríaco Peter Handke.
El año pasado la sorpresa fue mayúscula con el novelista tanzano Abdulrazak Gurnah, valorado por la academia, pero muy poco conocido a nivel masivo. Tanto es así que tras obtener el galardón la española editorial Salamandra comenzó a publicar sus títulos en idioma castellano.
¿Qué dicen los críticos? Lucía Stecher, de la revista Palabra Pública, comenta a Culto: “A mi me gustaría que le den el Premio Nobel ‘formal’ a Maryse Condé, escritora de Guadalupe que recibió el Premio Nobel alternativo el año en que no se entregó el premio. Otra escritora caribeña que me gusta y veo entre las candidatas es Jamaica Kincaid. De los otros nombres que circulan también me alegraría ver que Anne Carson reciba el premio”.
Stecher añade otro nombre más ligado a la contingencia: “Esperaría que este año reciba el Nobel una mujer, aunque por lo visto Salman Rushdie tras el atentado aparece como favorito”.
Sobre el autor británico se han pronunciado a su favor nombres como el filósofo francés Bernard-Henri Lévy, e incluso en septiembre, el señero The New Yorker publicó una entusiasta columna al respecto. “Como artista literario, Rushdie merece ampliamente el Nobel, y el caso solo se ve reforzado por su papel como defensor intransigente de la libertad y símbolo de resiliencia. Ningún gesto de este tipo podría revertir la ola de antiliberalismo que se ha apoderado de gran parte del mundo”, escribió David Remnick.
Por su lado, el escritor argentino y crítico literario del diario El País, Patricio Pron, afirma: “El Premio Nobel de Literatura aspira a establecer qué asuntos son determinantes en el momento actual, qué se debe pensar en torno a ellos y dónde y cómo es necesario actuar: en ese sentido, es una especie de Mundial de la Desgracia. Y como en Europa no hay mayor desgracia en este momento que la crisis económica, el avance de la extrema derecha y la guerra en Ucrania (tres fenómenos profundamente vinculados), el o la ganador o ganadora vendrá de ese país o de las filas de los escritores disidentes rusos. De no ser así por alguna razón, el ganador será taiwanés. Si fuese un premio que se orientara sólo por lo literario, tendrían que habérselo dado ya hace años, en mi opinión, a Raúl Zurita. Pero Chile no está tan jodido, por suerte”.
Pedro Gandolfo, crítico literario de El Mercurio, comenta: “Siempre tengo mis candidatos ideales, pero nunca salen: el francés Pascal Quignard, la canadiense Anne Carson, el italiano Claudio Magris, el argentino Cesar Aira y el albanés ismail Kadaré”.
El crítico literario de Culto, Matías Rivas, pone el ojo en cuatro nombres: “Las canadienses Anne Carson y Margaret Atwood y la francesa Annie Ernaux, sospecho que este año se lo darán a una mujer porque el año anterior fue un hombre. Ahora, César Aira es un candidato fuerte. Porque es un proyecto literario, tiene una idea de la literatura, una mirada a Latinoamérica que difiere totalmente del realismo, es muy influyente en las nuevas generaciones, es un escritor sofisticado apoyado por gente súper diversa, desde Patti Smith hasta intelectuales. Es mucho más de vanguardia, está muy traducido, ha sido candidato en años anteriores. Y ojo que Argentina no tiene ningún Premio Nobel. También sumo a la poeta estadounidense Sharon Olds”.
¿Cómo funciona el proceso de selección?
Sin embargo, las posibilidades que Rushdie o que algún ucraniano lo obtenga son complejas. Eso, debido al calendario de las postulaciones del Premio y el trabajo del Comité del Nobel de Literatura –compuesto por solo cinco miembros–. El proceso de nominación y selección de candidatos comienza en septiembre del año anterior (en este caso, del 2021) con la invitación a organizaciones, academias y personalidades “calificadas” a proponer nombres.
De ahí adelante se inicia el proceso. Con las propuestas de nombres, se elabora un primer listado con las postulaciones de todas partes del mundo arribadas hasta el deadline del 31 de enero. Esta nómina de 220 candidatos es la que pasa el primer filtro de la Academia Sueca.
Luego, en abril se confeccionó la lista preliminar entre 15 y 20 seleccionados, y en mayo se dejó una “short list” (lista corta) de cinco candidatos, seleccionados por el Comité y que somete a la discusión y debate de la Academia. Si Rushdie estuvo en esa nómina, podría tener una chance, pero el atentado que sufrió ocurrió en agosto, cuando ya el proceso de nominación y elección se había cerrado. Lo mismo alguien de Ucrania, puesto que la invasión rusa al país comenzó a fines de febrero, ya con la primera lista de candidatos extendida. Sin embargo, con la Academia Sueca no hay que dar nada por descartado.
No a la entretención
Una cosa que hay que tener en cuenta, es que el galardón no se rige por una tendencia. “Están premiando a la literatura con grados de densidad, no entretención, el Premio Nobel está muy lejos de la entretención -señala Matías Rivas-. En ese sentido, Murakami no tiene mucho que hacer, el Nobel se acerca a esos vericuetos. Se le está dando el premio a literatura más contundente, más espesa, más que a tendencias. Hay una literatura que está quedando fuera del Nobel, que es la poco crítica, el premio sigue apegándose al concepto de ejercicio crítico del lenguaje. Eso me parece positivo e importante. Todos los últimos ganadores han sido contundentes, no han sido escritores de moda”.
Eso se refrenda si se revisan los nombres que se quedaron con el galardón en los últimos años: Abdulrazak Gurnah (2021), Louise Glück (2020), Peter Handke (2019), Olga Tokarczuk (2018) y Kazuo Ishiguro (2017), todos con proyectos literarios más bien alejados de lo masivo, pero de obras sólidas. La excepción que confirma la regla fue el sorpresivo premio a Bob Dylan, el 2016.
En la casa de apuestas NicerOdds, el controversial novelista, poeta y ensayista francés Michele Houellebecq es el favorito con una cuota de 7/1. Le sigue Salman Rushdie, con un 8/1. Después, con 10/1, comparten Stephen King y Ngũgĩ wa Thiong’o, el keniata que en 2021 ya había sido incluido en esta misma lista.
Eso sí, Matías Rivas pone la pelota al piso. “Más importante que ganarse del Nobel, es ser parte de los finalistas. En general los grandes escritores llegan hasta ahí, si la suerte los acompaña obtienen el premio. Pero hubo muchos que fueron finalistas durante décadas, como Jorge Luis Borges o León Tolstoi. La lista de finalistas es más interesante literariamente”.
El ganador o ganadora del Premio Nobel de Literatura 2022 se dará a conocer el próximo jueves 6 de octubre, a las 8.00 AM hora de Chile. La cobertura la podrás seguir por Culto.