Entre abril y mayo de 2019, la temporada final de Game of thrones motivó reclamos en múltiples direcciones. De todos los cuestionamientos que surgieron en torno a la conclusión de la popular serie de HBO, uno de los más extendidos consistió en lo oscuro que era el tercer episodio del último ciclo, The long night (La noche larga), 81 minutos en que los protagonistas se enfrentaban al ejército del Rey de la Noche y costaba mucho trabajo identificar qué estaba ocurriendo en pantalla.
El director de ese capítulo, Miguel Sapochnik, es el responsable de revivir la misma clase de quejas tres años después. Ahora estas se canalizan a través de House of the dragon, el exitoso primer spin-off de la producción basada en el mundo de George R. R. Martin, donde figura como parte del dúo de showrunners (junto a Ryan Condal) y como director de tres episodios.
El último de ellos se estrenó al pasado domingo. Titulada Driftmark, la séptima entrega de la temporada inició con el funeral de Laena Velaryon (Nanna Blondell), la esposa de Daemon (Matt Smith), fallecida la semana anterior.
La ceremonia contuvo por sí sola varios instantes sabrosos, pero luego se sucedieron una serie de acontecimientos incluso más explosivos: Daemon se acostó con Rhaenyra (Emma D’Arcy); el príncipe Aemond Targaryen (Leo Ashton) reclamó el dragón de Laena como propio, desatando la furia de los otros niños de la familia; la reina Alicent (Olivia Cooke) hirió a Rhaenyra en una trifulca ante el estupor del rey Viserys (Paddy Considine), y el marido de esta última, Laenor Velaryon (John Macmillan), simuló su muerte, allanando el camino para un matrimonio entre tío y sobrina.
Calibrando con criterio sus decibeles dramáticos (y sin un salto temporal significativo, hasta ahora una de las diferencias más importantes respecto a Game of thrones), se constituyó como uno de los puntos altos de la ficción. Salvo por un problema que se volvió insoslayable para cualquier espectador: al menos un tercio del capítulo transcurre durante la noche o la madrugada, en secuencias en las que es difícil advertir con precisión lo que está pasando entre los personajes.
Esta vez la compañía estaba mejor preparada para recibir comentarios negativos. La cuenta que HBO Max tiene en Twitter (@HBOMaxHelp) para atender a los usuarios respondió con exactamente el mismo mensaje a todos quienes subrayaron ese punto.
“Agradecemos que nos hayas contactado acerca de una escena nocturna en el episodio siete de House of the dragon que aparece oscura en su pantalla. La iluminación tenue de esta escena fue una decisión creativa intencional. ¡Gracias!”, contestó en reiteradas ocasiones entre la noche del domingo y la madrugada del lunes, ante acalorados comentarios de personas que notaban el problema en televisores, computadores y otros dispositivos.
Las reacciones no se hicieron esperar. Un artículo de The Guardian planteó que “vi el episodio más reciente de House of the dragon y, con una pistola en la cabeza, no podría decirte qué sucedió en él”.
El medio Vulture se detuvo tanto en la producción como en la firma. “Si tu serie de televisión no es visible para la mayoría de los espectadores bajo los ajustes de visualización más comunes, algo salió mal”, argumentó en un artículo.
“Si es tan malo que su servicio de streaming tiene que recurrir a un lenguaje específico sobre cómo abordar las quejas en las redes sociales, incluso después de que ya habías hecho un episodio completo de esta franquicia que fue criticado rotundamente por ser imposible de ver, algo evidentemente está muy errado”, agregó, aludiendo a los cuestionamientos previos en contra de Game of thrones.
El mismo portal deslizó que la filmación de las escenas nocturnas de Driftmark se habría desarrollado a plena luz del día y “salió terriblemente mal”. Una posibilidad basada en que al menos durante un par de momentos se tornó evidente que los personajes estaban con los ojos entrecerrados por la presencia del sol.
“A través de una combinación de ajustes de exposición de la cámara durante el rodaje y el trabajo de postproducción, todas las escenas se oscurecieron para que pareciera una noche profunda”, apuntó.
Por ahora, Miguel Sapochnik no se ha referido en detalle a ese aspecto del séptimo capítulo de House of the dragon. Fue distinto en 2019, cuando ante las críticas que recibió por Game of thrones, el realizador defendió su trabajo en The long night asegurando que buscó que la audiencia viviera “la sensación de claustrofobia, ansiedad y, a veces, frustración que experimentan estos personajes”.
En una conversación que mantuvo en junio de ese año con el podcast Filmmaker Toolkit, del portal IndieWire, reconoció que “hablamos mucho sobre lo agotador que se volvería para la vista”, pero que “The long night está hecho para ser visto en un cine con tantas personas como puedas y no tengo una solución para el problema que surgió”. Una explicación llamativa considerando que se trata de una serie de televisión y no de una película que llegue a la pantalla grande.
Gracias a la fama que se ganó por dirigir episodios de Game of thrones como Casa Austera y La batalla de los bastardos (por el que obtuvo el Emmy), fue recibido con entusiasmo que Sapochnik asumiera como uno de los dos showrunners de House of the dragon y hubo lamentos cuando, tras la emisión de sus dos primeros capítulos, se anunció su salida del spin-off.
“Es la elección correcta para mí, personal y profesionalmente”, indicó, confirmando que no participará en el segundo ciclo y que cierra su compromiso con la ficción tras haber realizado los episodios uno, seis y siete.
El octavo y antepenúltimo se emitirá este domingo 9 de octubre a las 22:00 horas de Chile, por HBO y HBO Max. El final de temporada está programado para el 23 de octubre.