Crítica de discos de Marcelo Contreras: Pixies solo correcto, King Gizzard arrasa y Blonde es magnífico y mínimo
Esta semana los lanzamientos musicales varían en su riesgo; Pixies presenta un disco correcto, pero adolece de un track que pueda incrustarse y dejar una huella. Mientras, los australianos King Gizzard & The Lizard Wizard presenta una obra monumental y que no se deja encasillar. Y la banda sonora de Blonde, de Nick Cave y Warren Ellis, es etérea y magnífica.
Pixies - Doggerel
Crítica y fans trataron de convencer que Pixies merecía la gloria absoluta robada por usurpadores como Nirvana, al transcribir y alcanzar el éxito con la fórmula de los acordes limpios versus estallidos de guitarra y voz, en piezas de rock angustiado con relucientes estribillos, hechos para alojar en lo más profundo de la memoria. Sin embargo, Pixies no se transformó en fenómeno por la culpa de otros, sino al separarse justo cuando el rock alternativo se convirtió en música para las masas. Black Francis compuso canciones con pasta de himnos -Where is my mind?, Here comes your man, U-mass, Velouria-, y se fracturaron antes de capitalizar.
Doggerel transmite el espíritu del grupo desde la reunión en 2004: administrar logros, y girar en la zona de confort construida en torno a marcas registradas. Persiste el cóctel entre guitarras acústicas y reverberancias entre surf y western, el arrullo de las armonías con voz femenina gracias a Paz Lenchantin, como la antigua desazón expresada a gritos cede a expresiones más melódicas. Doggerel transcurre grato pero sin mayores sorpresas. Ningún título logra incrustarse y dejar una huella. No es un mal álbum. Simplemente en apenas unos días pasará al olvido.
King Gizzard & The Lizard Wizard - Ice, death, planets, lungs, mushrooms and lava
Este sexteto australiano es un animal musical de extraordinaria productividad y calidad. Ice, deaths, planets… fue antecedido por un título doble editado en abril, a su vez el primero de tres lanzamientos durante este mes. En doce años suman 22 trabajos de estudio y 14 en vivo, navegando entre mares psicodélicos, progresivos, thrashers y de electrónica retrofuturista, entre diversidad de corrientes. Esta entrega refleja la dinámica de músicos compenetrados por la fenomenal laboriosidad. La obra se monta sobre improvisaciones que rápidamente asumen formas cohesivas. El jazz funciona como columna, con derivadas al soul, el funk y el rock ácido. Las transiciones estilísticas se expresan con pasmosa naturalidad. Iron lung desenvuelve por más de nueve minutos un pivote jazz, con mutaciones hacia el funk y luego el rock ácido. Ice V evoca las sabrosas bandas sonoras de las cintas blaxploitation. Con 13 minutos y 27 segundos, Hell ‘s hitch simboliza los beneficios de un equipo aceitado con la capacidad de dibujar lo que plazca, incluyendo dream pop, free jazz, fusión y lisergia. Gliese 710 se explaya como un blues endurecido de incrustaciones matemáticas, aromatizadas con King Crimson. Un viaje donde todo el paisaje vale la pena.
Blonde (Soundtrack from the Netflix film) - Nick Cave y Warren Ellis
La discutida biopic de Marilyn Monroe dirigida por Andrew Dominik (El asesinato de Jessee James por el cobarde Robert Ford) con Ana de Armas (Blade Runner 2049) encarnando a la rubia más famosa de la historia, propone una mirada unidimensional sobre la iconográfica actriz. Para el film, Norma Jean solo vino a sufrir a este mundo, olvidando sus triunfos artísticos y el empoderamiento al fundar su propia productora, y forjar una imagen única. La expresión dominante es el llanto, espejo de un espiral de desazón y tristeza irremontable, en un contexto indiscutiblemente misógino. Con ese mapa emocional, la banda sonora compuesta por Nick Cave y Warren Ellis traza unos fondos etéreos y melancólicos, que reflejan la pena de Marilyn con magnificencia y minimalismo. La trama instrumental se basa en sintetizadores, pianos frágiles y cuerdas que recrean delicadeza y una sensación sideral proyectando su luz y soledad. El uso de voces corales empujan paulatinamente un rumbo fúnebre sugerente de trascendencia. Marilyn Monroe fue una estrella fugaz, cuya vida se desvaneció mientras su estela aún persiste en destellos como este, la pena y el vacío existencial convertido en música.
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