Se arrimó en un sillón y el viejo Paul Newman lanzó los recuerdos como viniendo de a lotes. “Me fumé un porro y recordé con absoluta claridad todo el mapa de la ciudad natal de mi infancia”. En cinco conversaciones fechadas entre 1986 y 1991 con su amigo Stewart Stern (el guionista de la legendaria Rebelde sin causa), la estrella de El color del dinero se confesó como pocas veces solía hacerlo. Y no solo de la ciudad de su origen, sino de algo más instalado en su fibra íntima de hombre: las vivencias.
Fallecido en 2008 producto de un agresivo cáncer al pulmón, Paul Newman dejó en esas horas de charla un material perfecto para un libro. Y ese volumen por fin ya se encontrará disponible desde este martes 18 de octubre en Amazon y en las librerías de los Estados Unidos. Se llama Paul Newman: The extraordinary life of an ordinary man: A memoir (La extraordinaria vida de un hombre ordinario), editado por Knpof.
El libro -por ahora solo disponible en inglés- es una Memoir. Es un género literario no muy utilizado en el mercado hispanoparlante, pero sí muy presente en Estados Unidos. Consiste fundamentalmente en una biografía novelada de un personaje. En este caso, el libro se armó a partir de las mencionadas charlas de Newman con Stern.
En esas páginas, se desprende a un Paul Newman que intenta desmitificar su propia leyenda “Hay una línea de tristeza que impregna gran parte de su edad adulta temprana. Este es un tipo que no se siente cómodo consigo mismo y que estaba muy obsesionado con las cosas que salían mal”, comentó al New York Times David Rosenthal, editor del volumen.
Su hija Melissa opinó en la misma dirección al señero matutino de la Gran Manzana. “Estaba fascinado con esta idea de cómo la gente lo veía versus cómo se sentía él mismo. Siempre tuve esta visión de mi padre parado junto a una cartelera gigante de sí mismo. Y está saludando en la parte inferior de la valla publicitaria, diciendo: ‘Estoy aquí’”.
Un tipo poco sexy
De hecho, más allá de su estampa de galán de Hollywood, Newman reconocía que nunca fue un galán o un tipo que se sintiera particularmente sexy o atractivo. De hecho, narra que en su adolescencia, en Shaker Heights, Ohio, “las chicas me tomaban a broma, me consideraban un payaso feliz”. Pero que todo cambió cuando conoció a Joanne Woodward, su segunda esposa. “Joanne dio a luz a una criatura sexual. Dejamos un rastro de lujuria por todas partes, ya fuera en hoteles, parques públicos y coches de alquiler...Pasé de no suponer una gran amenaza sexual a algo totalmente distinto”.
La atracción por Woodward, a quien conoció tras las bambalinas de la obra de Broadway, Picnic, le costó al actor su entonces matrimonio con Jackie Witte, su primera esposa, con quien tuvo tres hijos: Scott, Susan y Stephanie. En 1958 el enlace se rompió y Newman se fue con Woodward.
Pero el comienzo de la nueva pareja no fue fácil. “Tenían peleas y aquello podía ser un drama, pero también lucharon mucho para seguir juntos. No se alejaron. Hubo momentos en los que estuvieron muy cerca, pero tuvieron que esforzarse mucho. Al final estuvieron muy unidos”, narra Claire, una de las hijas de la pareja.
“He pedido perdón a Scott”
Como se narra en el volumen, uno de los factores que puso en tensión la relación Newman - Woodward fue el alcoholismo del actor. “Es un reto interesante saber hasta dónde se puede llegar con la bebida sin llegar a la autodestrucción. A principios de los años 70, creo que lo llevé hasta donde podía llegar, antes de darme cuenta de que había ido demasiado lejos. Para alguien tan controlado como yo, experimentar el placer, el lujo de estar fuera de control y mantenerte constantemente en riesgo, es simplemente placentero”, recordó el actor en el libro, pero también dejó una reflexión inquietante con un cierto aire de aforismo: “Hay cosas terribles que suceden con la bebida”.
Esa “cosa terrible” fue la muerte de su hijo Scott, quien falleció a los 28 años en 1978, producto justamente del alcoholismo. Un hecho doloroso para el actor de Empire falls, quien ya había superado la adicción por entonces. En las páginas de la Memoir, se muestra autocrítico. “Seguía pensando que estaba pasando por una fase de malas decisiones de un adolescente. Nunca pensé que sería fatal”.
“¿Había alguna forma de decirle que no tenía que ser como yo? ¿Que no tenía que hacer cosas de macho y que podía ser él mismo?”, agregó, y añade unas líneas donde de alguna manera se siente responsable por lo ocurrido.
“Son muchas las veces que me he puesto de rodillas y he pedido perdón a Scott. Le pido perdón por esa parte de mí que dio el impulso para su propia destrucción. ¿Qué habría hecho falta para evitarlo? No estoy seguro, pero no creo que hubiera podido dedicarme al cine y ser una estrella. No podría haber bebido”.
Este es el espíritu del volumen, señala su hija Claire, desmitificar al personaje y mostrarlo como un ser vivo de carne y hueso. “Lo hizo por nosotros, para poder contrarrestar el cuento de hadas y narrar la historia real”. Él mismo también apuntó a eso, según indicó: “(Tenía) un caparazón que es fotografiado en la pantalla, perseguido por los fanáticos y obteniendo toda la gloria. Mientras que quien está realmente dentro de mí, el núcleo, permanece inexplorado, incómodo y desconocido”.
Como decíamos, el The extraordinary life of an ordinary man solo se encuentra disponible en inglés. Si aún así hay interés por adquirirlo, se encontrará en el sitio de Amazon a contar de este martes 18.