Frank Tagliano (Steven Van Zandt) podría haber continuado desempeñando un rol fundamental en la mafia de Nueva York. Pero, como suele ocurrir con las organizaciones criminales, estallan los conflictos y decide testificar en contra del jefe del clan.
Con ello no sólo finaliza abruptamente sus días como gánster, sino que debe abandonar Estados Unidos con destino a Noruega. El hombre al margen de la ley asume una nueva identidad y se relaciona con los particulares habitantes del pueblo de Lillehammer.
Esa situación contradictoria es la que explora Lilyhammer, la serie criminal y cómica que llegó con sus primeros ocho capítulos a Estados Unidos, Canadá y América Latina el 6 de febrero de 2012. La producción noruega se transformó en el primer título exclusivo de Netflix, la ficción con la que inauguró su estrategia de estrenar todos los episodios en simultáneo y en diferentes regiones.
“Lilyhammer quizá fue una elección poco ortodoxa para nuestra primera serie. Pero funcionó porque era una historia profundamente local que podíamos compartir con el mundo”, planteó a inicios de este año Ted Sarandos, Co-CEO y director jefe de Contenidos de Netflix.
Al cumplirse una década desde su estreno, el ejecutivo la celebró como “el antepasado de tantas grandes series que vendrían”, entre ellas ¿Quién mató a Sara? (del chileno José Ignacio Valenzuela), La casa de papel, Lupin, The rain y El juego del calamar, el mayor fenómeno de la historia de la plataforma. “Gracias, Lilyhammer y Stevie Van Zandt, por iniciar este increíble viaje de diez años”, cerró en su declaración.
Sarandos no hizo ninguna alusión a que la producción afrontaba sus últimos meses en la plataforma: según detalló el propio Van Zandt, saldrá del catálogo el próximo 20 de noviembre y es una incógnita si en un futuro se podrá ver en otro servicio de streaming,
“Son solo 24 episodios. Entonces, si no la han visto o quieren volver a verla, será mejor que lo hagan ahora”, advirtió este lunes el músico y miembro del elenco de Los Soprano.
Es cierto que fue cancelada en 2015 y que no ha habido aparente interés en revivirla, pero nadie esperaba que Lilyhammer despareciera de un momento para otro. Algo similar sucedió con Hemlock Grove. La serie de terror producida por Eli Roth irrumpió con su primera temporada de 13 capítulos en abril de 2013 y se extendió durante tres ciclos.
Su lanzamiento se produjo dos meses después del debut de House of cards y tres antes de la llegada de Orange is the new black, por lo que emergió como uno de los títulos emblemáticos de esa era de Netflix. De hecho, se tiende a confundir a cualquiera de ellas como la primera ficción propia de la plataforma de streaming, olvidando a Lilyhammer.
La permanencia de Hemlock Grove terminó este domingo 23 de octubre, cuando se conmemoraron siete años desde la llegada de su tercera temporada. Realizada por el estudio Gaumont (Narcos, El presidente, Lupin), la producción por ahora no tiene garantizada nueva casa.
¿Es un problema de Netflix? No directamente. Cuando una serie lleva el rótulo “Netflix Original” es porque una compañía productora acordó realizar un proyecto para y financiado por la firma. Sin embargo, eso no implica que tenga garantizado un espacio en el catálogo sea para siempre.
Las condiciones acordadas entre ambas partes no suelen ser de conocimiento público, pero los casos recientes han dejado expuesto que la fecha de caducidad es más breve que la que se podría haber imaginado. Muchas veces su contenido se revela únicamente cuando la noticia estalla. Ocurrió a inicios de este año con Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage, Iron Fist, The Defenders y The Punisher, las ficciones que el servicio creó en alianza con Marvel.
“El acuerdo de Netflix con Marvel supuestamente contenía una cláusula en la que Netflix conservaría los derechos de estas series y personajes durante dos años después de que las serias terminaran de transmitirse”, especificó Forbes.
Los ciclos finales de Daredevil y Jessica Jones se estrenaron en 2018 y 2019, respectivamente. En consecuencia, todas fueron retiradas de Netflix en febrero de 2022 y tan sólo un mes después –en junio en Latinoamérica– desembarcaron en el catálogo de Disney+, su nuevo (y aparentemente definitivo) hogar.
Movimientos de este tipo podrían seguir aumentando en el corto plazo. “Títulos como Orange is the new black, una serie de Lionsgate Television, eventualmente podrían desaparecer”, consignó What’s on Netflix, un portal no relacionado con la plataforma que cubre la salida y llegada de títulos.
El caso Breaking Bad
Breaking bad abandonará Netflix el 10 de febrero de 2025. Es la alarmante noticia que compartió el sitio The Wrap en julio pasado, parte de un artículo en que informaba que una decena de producciones tendrían sus días contados en la plataforma.
Sin embargo, el caso de la serie protagonizada por Bryan Cranston es algo distinto al de otras producciones que se han despedido en los últimos meses. En estricto rigor, no es una “Netflix Original”, como tampoco lo eran Friends y Yo soy Betty, la fea, títulos que dijeron adiós luego de años entre los favoritos de los suscriptores.
AMC, la estación detrás de Breaking bad, estrechó lazos con la plataforma al acordar que Better call Saul se mostrara internacionalmente sólo a través del servicio y que El Camino: Una película de Breaking Bad (2019) fuera una “Netflix Original”. Pero en el caso de la serie madre su permanencia estará sujeta a que se renueven los términos que ambas compañías firmaron años atrás.
En cualquier caso, las prioridades del gigante detrás de El juego del calamar parecen ser otras: seguir alimentando su biblioteca con producciones propias, ya sea nuevas temporadas de series tan costosas como Stranger things o The Crown, o títulos que generan visionado y conversación, como Dahmer – Monstruo: La Historia de Jeffrey Dahmer. Sigue confiando que en ese frente está la gran pelea por el streaming.