Habla Javiera Mena. Así al menos lo hizo la cantante chilena desde España, donde en conversación con el diario El País repasó su presente, el que incluye la reciente aparición de su álbum Nocturna, cargado hacia el pop sintético de los 80.

Una coyuntura que la tenrdrá este sábado 29 en el Teatro Coliseo de Santiago, para luego seguir por La Serena, Valparaíso, Buenos Aires y varias ciudades de España. Las coordenadas se pueden ver aquí.

“Me encanta la palabra lesbiano. De hecho, a mi guitarrista, que es una chica lesbiana, la llamamos lesbiano”, cuenta la artista en el diálogo con el medio español, refiriéndose tambiéna la temática de género más abierta y explícita que despliega su reciente trabajo.

Foto: Luis Sevilla, La Cuarta.

“Creo que en la industria de la música a los artistas les da miedo decir “soy lesbiana” porque igual pierden público masculino. A mí me lo han dicho: “Oye, tienes que ser un objeto de deseo para todo el mundo, no solo para las mujeres”. Y me dicen que no me declare lesbiana, por si pierdo público heterosexual. Pero no va por ahí la cosa: va por mostrarte cómo eres y transmitir honestidad, independientemente de las normas. Debe haber un montón de mujeres en la música que están fingiendo que son heterosexuales”, dice después.

También declara que está segura que asumirse públicamente como lesbiana la ha cerrado puertas en la industria musical: “Estoy segura de que sí. Una amiga me dijo que estuvo en una reunión creativa en la que dijeron: “No, Javiera Mena no, porque es muy camionera”. Lo que ocurre con la homofobia y la lesbofobia es que están en la oscuridad. Nadie dice que es homófobo o lesbiófobo, pero en la oscuridad hay manos que te sacan y te excluyen. Y eso es peor, porque no se puede denunciar. En el arte hay una consigna como de ser progresista, pero está lleno de gente que no quiere que estemos ahí las lesbianas”.

Javiera Mena

Además, consultada por cuál fue su propósito al declararse lesbiana, subrayó: “La verdad es que lo hice para conocer a otras lesbianas y ligar [risas]. ¡Es que no había! Tengo una familia abierta que lo aceptó con toda la naturalidad. Yo me juntaba con gais, todos hombres, y solo había una mujer, que era la amiga de los gais y heterosexual. Ese fue el primer impulso, ligar; pero, claro, luego se fue convirtiendo en un activismo para luchar por la visibilidad de las lesbianas”.

Finalmente, recorrió las letras de su nuevo álbum y descifró su amistad con el español Nacho Cano: “Soy muy amiga de una muy amiga de él. Hemos salido a comer y a cenar varias veces. Tengo buena onda con él y lo admiro como compositor. No estoy muy al tanto de sus devaneos políticos [risas]. Pero me cae súper bien. Es muy deportista. Vi en Wikipedia que era vegetariano, pero yo le he visto comerse unos bistec así de grandes [hace un gesto abriendo mucho los brazos]. Está más metido en el bikram yoga”.