La idea era mover la acción a Europa. Tras un exitoso primer ciclo ambientado en Hawái, The White Lotus consideró como hipotética nueva locación Francia. Más adelante la búsqueda se expandió a Italia, pero el objetivo siguió siendo el mismo: encontrar un complejo turístico que cumpliera con un conjunto de atributos que llenaran el paladar de Mike White, creador y director de la premiada serie antológica de HBO.

El lugar escogido terminó siendo un hotel ubicado en Taormina, Sicilia, un recinto que antiguamente había funcionado como convento. “Desde San Domenico puedes ver las villas italianas clásicas que salpican la costa; el teatro griego; las montañas están detrás de ti; y el mar Jónico está frente a ti. Pensé: ‘Si vas a Europa, esta es la vista que quieres’”, dice White en una entrevista genérica de HBO Max compartida a Culto. “Había un rico potencial dramático que me entusiasmó mucho”.

En consecuencia, el guionista de Escuela de rock (2003) y Beatriz at dinner (2017) trasladó la historia de la segunda temporada a la Italia insular. Allí se sitúa la sede de la cadena White Lotus a la que llegan una familia estadounidense de origen italiano (F. Murray Abraham, Michael Imperioli, Adam DiMarco), dos parejas jóvenes sin mucho en común (Theo James y Meghann Fahy integran una, Aubrey Plaza y Will Sharpe la otra), y la caótica Tanya McQuoid (Jennifer Coolidge), quien se reúne con su marido (Jon Gries).

A excepción de estos dos últimos, el elenco de la serie es completamente nuevo, y también lo conforman figuras locales. La actriz Sabrina Impacciatore interpreta a Valentina, la encargada del hotel; Simona Tabasco y Beatrice Grannò hacen lo propio con dos jóvenes que se infiltran en las instalaciones (y son una especie de reverso del vínculo que tenían las adolescentes encarnadas por Sydney Sweeney y Brittany O’Grady en el primer ciclo), y Federico Scribiani asume el papel del cantante y pianista del recinto.

Mike White explica: “No quería repetirme en la segunda temporada, como si me estuviera persiguiendo la cola. Sentí que debía cambiar mi enfoque sobre cómo escribo los personajes; dejé que algo se sintiera un poco más natural y no tan ‘escrito’”.

Algo de eso se puede advertir en el primer episodio, ya disponible en la plataforma HBO Max (uno nuevo cada domingo a las 22:00 horas). Con contundencia, perfila las grietas e inseguridades de un grupo de personas adineradas (la mayoría) que pretenden disfrutar de su estadía pero terminarán viviendo experiencias que pondrán sus límites bajo presión.

Además de adelantar que al finalizar la semana habrá varias víctimas fatales, el capítulo de estreno sugiere que uno de los ejes de la temporada será el adulterio. Un tema al que el realizador se acercó porque le llamó la atención la Teste di Moro, una figura siciliana inspirada en una leyenda local que esta presente en cerámica en casi cada rincón de la isla.

A partir de ese momento, “empecé a generar ideas en torno a las ideas de hombres y mujeres y sus muy diferentes expectativas sobre la monogamia y las relaciones”, señala White. En paralelo, los personajes de Tabasco y Grannò son el vehículo mediante el cual realiza apuntes en torno a las nuevas formas de comercio sexual. “Ellas tienen un objetivo, tienen éxito y se tienen la una a la otra”, advierte.

Otro punto clave de esta segunda encarnación de The White Lotus es el estudio de la heterosexualidad masculina, a través de los hombres del clan Di Grasso. “Pensé que sería interesante tener a tres generaciones de hombres viajando juntos y que los hombres mayores se enfrentaran a la realidad de que sus impulsos sexuales esencialmente han arruinado sus legados y familias, mientras que el personaje del nieto, Albie Di Grasso, es más ‘Lo siento, en realidad no tengo deseo sexual’”, indica el creador entre risas.

Recientemente premiada con el Emmy, Jennifer Coolidge vuelve a ser preponderante en la segunda tanda de episodios. Tanya arriba junto su asistente (Haley Lu Richardson), luego la obliga a quedarse encerrada en su habitación, y enseguida tiene un enrarecido reencuentro con su esposo, marcando una insólita introducción del personaje en la trama siciliana.

Mike White. Foto: HBO/Jason Yokobosky

“Hay un aspecto trágico de Tanya que se sintió rico para mí nuevamente. Sobre todo quería verla en esa Vespa”, sostiene el creador sobre la escena presente en fotos y adelantos en que la mujer monta una máquina típicamente italiana. “La quería con un vestido moderno de los años 60, un pañuelo en la cabeza, gafas de sol: el ícono gay definitivo”, agrega.

Alabada con casi tanto entusiasmo como el primer ciclo, The White Lotus eventualmente podría extenderse más allá de su actual temporada. Todo dependerá de HBO y de las ganas de su principal mente creativa, un tipo con inquietudes que desbordan la pantalla. “Siempre he sido un escéptico. No importa cuál sea el sistema de creencias, solo soy inherentemente alguien que quiere molestar, para bien o para mal”, cierra.

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