Hay bandas con décadas de trayectoria que giran y giran con sus “grandes éxitos”; otras que de tanto en tanto publican material nuevo que introducen casi que con culpa entre su repertorio -cosa de no perturbar a la audiencia- y algunas que intentan mantener su vigencia y creatividad innovando con álbumes sorprendentes y presentaciones en vivo donde se la juegan por desarrollar todo ese nuevo material. Esto último es el caso de Congreso (Quilpué, 1969), que anoche presentó su última placa Luz de Flash en su totalidad en el Teatro Nescafé de las Artes.
La banda nacional, con más de 50 años en la ruta, salió puntual a las 22:00 para mostrar un álbum que asoma entre los mejores discos chilenos del año. “Estamos presentando este nuevo LP”, fue lo primero que dijo Francisco Sazo, lo que provocó risas por aquello de “LP”, que para algunos suena a pasado, pero no para Congreso. De hecho, la edición en vinilo está a la venta en el mismo teatro, con firma y foto incluida del grupo al final del show. Hoy repiten en el mismo lugar, con entradas disponibles en Ticketek.
El punto de partida del show de presentación de Luz de Flash abrió con El álbum de fotos, de tono intimista y que remata con un soberbio solo de saxo de Jaime Atenas. “Te vi-te amé-un día más. Perdí-gané-vuelvo a soñar”, reza este tema, con letra de Sazo y música de Sergio “Tilo” González, una dinámica que se desenvuelve a lo largo de toda la placa. “Todos los colores huyen hacia el blanco, luz de flash”, narra Pancho Sazo en esta canción que de alguna manera resume la fragilidad del ser humano que irrumpió durante la pandemia, el tiempo que Congreso aprovechó para componer esta obra.
De sonido impecable y con una escenografía sobria -cinco lienzos en los que se proyectaban imágenes acordes a la temática de cada pieza musical-, la noche continuó con El nuevo barrio (“que venga por fin todito el amor, al barrio tan postergado”) -con una percusión precisa de Raúl Aliaga y teclados sutiles de Sebastián Almarza- y La plaza de los sueños. Como explicó “Tilo” días atrás, durante el lanzamiento del disco, Luz de Flash es prácticamente un álbum “sin género”, o dicho de otra manera, una pieza en la que cada canción es un universo en sí mismo: hay landó, habaneras y rock. Eso, y mucho más.
“Este es un disco como está explicado en su carátula, que fue hecho gracias a Tilo, quien nos reunió, y también gracias a todos mis compañeros, que son unos magníficos músicos. Se hizo durante la pandemia y lo grabamos por parte. No saben los nervios y las ganas que teníamos de tocar”, explicó Sazo, antes de que sonaran los primeros acordes de Bajo el puente, otro de los puntos altos del álbum, que contiene 11 temas (nueve en la edición en vinilo).
“Si me desmayara, alguien que llame a un médico”, bromeó Sazo, resumiendo frontal la actual etapa de la banda: la nostalgia del futuro. “Ahora vamos a presentar un tema que se llama Alzheimer, que es muy especial, así que no se rían”, continuó. Como una marca patentada, las atmósferas facturadas por la batería de “Tilo”, el bajo de Federico Faure y las flautas y coros de Hugo Pirovich, se escucharon claras y precisas.
“Y este tema se llama Porrito, pero no piensen mal”, dijo luego Sazo, lo que volvió a provocar la risa de la audiencia, compenetrada en el show, cuya primera parte estuvo dedicada en su totalidad al nuevo álbum. Así, también aparecieron Rocanrol de los misterios y La piel de tus heridas, quizás las piezas más “osadas” del disco, con un aire fresco y delicado que ya se lo querría cualquier banda. La voz de Sazo, sencillamente sublime.
Para el final los dos temas que no están incluidos en el vinilo pero sí en otras plataformas: Ay caramba, casi una cueca con líneas de rock progresivo y Murió la flor (de Los Ángeles Negros). “Es el tercer cover que hacemos en nuestra carrera”, explicó Sazo, dando por terminada la primera parte del espectáculo, que se extendió por una hora.
En la segunda parte Congreso desarrolló piezas de su amplio repertorio, pero también puso a disposición de una audiencia entregada su notable intento por mostrar composiciones de los últimos años. En este segmento sonaron El Rey Midas y Premio de consuelo, del también extraordinario La canción que te debía (2017), entre muchas otras, para rematar con En horario estelar, en una noche de “éxitos presentes y futuros”. Imperdible.