Son los dos nombres capitales de la Nueva Trova Cubana y alguna vez se enamoraron artísticamente. De hecho, son prácticamente los fundadores del movimiento. Hacia fines de los 60, junto a otros nombres como Vicente Feliú, Leo Brauer y Noel Nicola, hicieron de la canciones con guitarras acústicas y letras elaboradas un sello de exportación de Cuba.
En 1972, junto con Nicola, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés visitaron Chile por casi 2 semanas, donde hicieron vínculos con los músicos de la Nueva Canción Chilena. Para entonces, el vínculo entre ambos estaba bastante desarrollado: se conocieron hacia fines de los 60, cuando la legendaria intérprete Omara Portuondo los presentó tras una entrevista radial de Silvio. Cuando se quedaron solos, ambos trovadores comenzaron a interpretar sus respectivas canciones.
“Se produjo una especie de enamoramiento mutuo”, sentenció Silvio en una entrevista. “A mí me pareció que acababa de romper la soledad en que me encontraba en todo el tinglado de la música profesional. Descubrí una sensibilidad muy cercana a la mía en la manera de enfocar las cosas”.
Por esos mismos días, en 1969, el hombre de Ojalá compuso una canción en homenaje a su amigo. La tituló simplemente Pablo, y en su letra decía: “Te conocí rasgando / el pecho de la muerte un día. / Tú no sabías nada / y eras tú quien la llevaba / de la mano”. Es la misma canción que Rodríguez utilizó en su cuenta de Instagram para despedirse en público de Milanés.
Ambos se presentaron juntos en más de una ocasión. No es difícil encontrar canciones del uno y del otro interpretadas a dúo. Tanto fue así que publicaron un álbum juntos, en 1975, llamado Cuba. Nueva Trova. En su tracklist van alternando composiciones de cada uno: Te doy una canción o Santiago de Chile, de Silvio, A Salvador Allende En Su Combate Por La Vida, o Como El Largo De Tus Rios, de Milanés. Esto, además del disco En vivo en Argentina, de 1984.
Con el tiempo, ambos comenzaron a tener un distanciamiento, generado por causas políticas. Milanés siempre se manifestó de una manera crítica frente al castrismo, a contrapelo de Rodríguez. En 2011, el autor de Sueño con serpientes habló que la forma empleada por Milanés al manifestarse recientemente sobre la realidad cubana era “burda, desamorada” y “sin el más mínimo compromiso afectivo”. Aunque reconoció que coincidía “con muchos de sus juicios críticos”.
Pero las protestas generadas en 2021 les generaron otro punto de encuentro. Ahí ambos se manifestaron a favor de las protestas que sacudieron la isla. “Es irresponsable y absurdo culpar y reprimir a un pueblo que se ha sacrificado y lo ha dado todo durante décadas para sostener un régimen que al final lo que hace es encarcelarlo. En el año 1992 tuve la convicción de que definitivamente el sistema cubano había fracasado y lo denuncié”, dijo Milanés a través de sus redes sociales.
Por su parte, el autor de Óleo de una mujer con sombrero dijo: “Hay que impulsar más diálogos y ejercer menos prejuicios, menos ganas de pegar y más deseos de resolver la montaña de temas económicos y políticos pendientes”, indicó en la oportunidad.” Además de pedir la liberación de los presos “que no fueron violentos”.